La página contiene las frases y los poemas de mis autores más admirados, que hasta hoy me acompañan en el camino de la creación poética
Paginas Destacadas de este blog
▼
viernes, 28 de enero de 2011
VICENTE HUIDOBRO - Frases
El universo viene a picotear en mis manos. Los que no lo saben lo espantan torpemente
Allá estás, hecho árbol por exceso de piedra, hecho animal por exceso de árbol y hecho árbol por exceso de animal taciturno.
El cielo es lento para morir.
Una montaña ocupa la mitad de mi pecho.
Así fue el discurso que habéis llamado macabro; el bello discurso del presentador de La Nada.
Medid la tierra para ver cuántos milagros caben.
Isolda, prepara tus lágrimas, tus mejores lágrimas.
Sólo el ataúd tiene razón. La victoria es del cementerio.
Mirad el muerto que se levanta en altamar.
¿oyes clavar el ataúd del mar?
Me paseo por el mundo en silencio, semejante a la soledad de un muerto.
Levanta los brazos mujer y pide perdón a la criatura que se mece entre tus piernas.
El mar atrae el ataúd acaso hasta el mismo borde de tu cama para que te encierres en él con tu preciosa histeria y tus alaridos.
La mujer que todos conocemos se alejará de ti por la orilla de los astros errantes con la carga de su cabellera en las espaldas.
Se alejará la mujer con un cadáver precioso bajo el brazo.
Allí donde el vacío pasa su arco de violín sobre el horizonte, el hombre se transforma en pájaro y el ángel en piedra preciosa.
El Padre Eterno está fabricando tinieblas, tiene un ojo en la mano y no sabe a quién ponérselo.
Dios arranca los ojos a las flores pues su manía es la ceguera.
Sopla, sopla y apaga esas luces de quimera con una palabra mágica.
Yo me convierto a veces en una selva inmensa y recorro los mundos como un ejército.
Contaremos las calaveras que se arrastran por el campo atadas a través de una cuerda interminable a la cola de un caballo sonámbulo.
¿Y si todas las lámparas se ponen a cantar? ¿Y si se incendia el cementerio?
Por cada pájaro en el cielo habrá un cazador en la tierra.
Cuida de no morir antes de tu muerte.
Para esto vivimos y no para otra cosa.
Cortad la cabeza al monstruo que ruge en los puertos del sueño.
Acaso el ocaso nos haga caso y entonces habrás comprendido los signos de la noche.
¿Adónde, dime adónde lleva esa escalera que sale de tus ojos y se pierde en el aire?
Todo consiste en saber tocar el punto del eco que ha de responder.
Mira a la mujer desnuda y ciega que sale a pasear en las tardes su estatua perdida.
Detrás de cada puerta hay un esqueleto impaciente que espera.
Aún suele verse en las noches de luna la mano que flota.
Aún puede verse a la luz de un relámpago el caballo del rapto que se pierde a lo lejos.
El precioso gigante que agoniza sobre el mar.
¡Ay, de aquél que ose levantar la mano sobre el mar!
Inconsciencia de la noche rodeada por un canal profundo.
Un extremo se apoya en mi pie y el otro en la huella del Cristo.
Aparecerá un volcán en medio de las olas dirá “yo soy el Rey”
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar.
Eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña, que la sirena de un barco buscando a quién salvar.
Tu voz hace un imperio en el espacio.
Oh esa voz que busca un astro que(para) volver a la vida.
Eres una lámpara después de la tormenta.
La cabellera que se ata hace el día, la cabellera al desatarse hace la noche.
Sólo lo que piensa en ti sabe a Eternidad.
Lejos de ti todo es mortal.
No temas de mí que mi lenguaje es otro.
Una mañana alta como un árbol cuyo fruto es el sol.
Mientras los astros tengan algo que decir será por mi boca que hablarán a los hombres.
Sufro desde que era nebulosa.
Soy un pecho que grita y un cerebro que sangra.
¿Qué es lo que me llama y se esconde, me sigue, me grita por mi nombre y cuando vuelvo el rostro y alargo las manos me echa encima una niebla tenaz como la noche?
Todo lo que se esconde y nos incita con imanes fatales, lo que se esconde en las frías regiones de lo invisible?
Aférrate a tu voz, embrujador del mundo, cantando como un ciego perdido en la eternidad.
Manos enloquecidas de palpar tinieblas, buscando más tinieblas.
Todo ha de alejarse de la muerte o esconderse en la muerte.
¿Qué has hecho de esta bestia universal de este animal errante?
Los veleros que parten a distribuir mi alma por el mundo.
Bebamos la tímida lucidez de la muerte.
El Cristo quiere morir acompañado de millones de almas, hundirse con sus templos y atravesar la muerte con un cortejo inmenso.
Cae la noche buscando su corazón en el océano.
Estás solo y vas a la muerte como un iceberg que se desprende del polo.
Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan.
Déjate caer al fondo de la sombra.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo caerás, porque ese es tu destino.
Lo veo todo, tengo el cerebro forjado en lenguas de profeta.
Hice un gran ruido y ese ruido formó el océano.
El pulpo del amor abre las piernas.
Corola irreparable, en vano buscas en la Tierra.
Cuando ella se alejaba, algo se formaba en el horizonte para esperarla.
Verás nacer estrellas angustiadas en tu pecho.
La estrella deposita la muerte y sigue su camino.
Señor ¿qué distancia tiene la vida?
He aquí el pájaro de los milagros.
Hay cenizas de muertos en mi pecho.
Amapola, qué locura nos ha hecho nacer?
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu presencia?
La noche podría equivocarse y los árboles podrían hacerse vagabundos.
Hé aquí vuestro demonio. El que corre como un caballo y delira vestido de príncipe.
Tengo este oficio que hace morir al mar.
Como una hora que se detiene a pedir pan.
La noche nos ha visto de lejos las líneas de la mano.
Cuidado con el imán del más allá.
Y volverá a dar vueltas el anillo del caos.
Ahora soy el fantasma que huye vestido de grandeza y de dolor.
Soy un fantasma de invierno parado en la puerta de los siglos.
Soy un fantasma de nieve, el sembrador de escarcha.
Ahora que el horizonte va a hundirse para siempre. Lánzate sobre el mar.
Silencio, os suplico, hay un sueño que pasa entre los hombres.
Es preciso que consulte a los oráculos del mar.
Se juega a los náufragos y se atrae al abismo.
Entre ramajes de la neblina y sus umbrales de sepulcro.
Esta obscuridad en donde me he ocultado.
Hijo, hermoso como un dios desnudo.
Eras tan hermosa que no pudiste hablar.
La noche viene de otros ojos.
En todos los caminos se ha perdido una estrella.
¿Quién escondió las llaves?
El gigante colgado en medio del vacío.
¿De qué cementerios de héroes han colgado esas cruces para cantar la gloria de sus muertos?
Detrás del horizonte algo sucede.
Al borde del camino arrojas una estrella.
Un pájaro se quema en el ocaso.
Tanto batió las alas que desató la nieve.
He visto una mujer hermosa sobre el mar.
Aquello que cae en los árboles es la noche.
El mundo ha cambiado de lugar.
En cada hoja tiembla el corazón.
Una estrella se enciende a cada paso.
Huye hacia el último bosque y en la noche vacía tu cabellera sobre el mundo.
El tren que se desprende de los astros va cortando la noche.
Yo quería ese mar para mi sed antigua.
Cansados de buscar los Reyes Magos se han dormido.
Yo te recorro lentamente.
Alguien que lloraba hacía caer las hojas.
El Cristo que alzó vuelo dejó olvidada su corona de espinas.
El último rey portaba al cuello una cadena de lámparas extintas.
De las cabezas prematuras brotarán alas ardientes.
Entre las nubes se quema un pájaro.
El puerto es una selva que se mece.
El invierno viene de aquel cementerio.
Mujer de ojos abiertos por los barcos en peligro.
El océano. He aquí mi única bandera.
Yo sé que tus ojos son el fondo de la noche.
No hay nada que hacer contra la noche que nace.
El pájaro de lujo ha mudado de estrella.
Estamos sentados alrededor de una voz.
· La punta extrema del árbol cuando empieza el infinito
· Mira pasar la nave hipnotizada de mi alma
· Hay un sueño en marcha entre los hombres y los presagios
· Es preciso saludar a los oráculos del mar
· Yo ando sobre mi sangre desesperada
· He aquí vuestro demonio el corre como un caballo canta como el árbol delira vestido como un príncipe
· Peina su larga cabellera como las serpientes del milagro
· Cuidado con el imán del más allá
· El horizonte esperado llegará esta noche ya podemos agitar nuestros pañuelos
· La luna silva el barco se detiene la arena sigue su destino
· La noche viene con todas sus ovejas. Nos ha visto de lejos las líneas de la mano. Se ha sentado y nos mira en el arroyo come nueces de angustia y habla al oído del viento
· Tenía una boca de acero y una bandera mortal dibujada entre los labios
· Esconde en tus cabellos los secretos de la noche esconde tus alas bajo tus besos
· Puedes abrir con un suspiro la puerta que ha cerrado el huracán
· Aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable
· Quiero dormirme sobre el colchón de niebla intermitente
· Los planetas renacen los ríos se detienen
· Fantasma del pasado Yo no fui tu pastor
· Sigo las flores y me pierdo en el tiempo sigo las olas y me pierdo en la noche
· De bordar a mi corazón sobre la tierra
· Hice correr ríos que nunca han existido
· Una selva de todos los colores sin ningún sentido del bien y del mal una selva encima de la selva para la ternura de los pájaros perdidos
· La vida es nuestro canto en la fracción de tiempo que nos toca
No hay comentarios:
Publicar un comentario