domingo, 25 de diciembre de 2016

JOAQUIN SABINA II

Ahora que tengo un alma que perder
Ahora que no te debo ni me debes
Ahora que me perfumo cada día
Ahora que nos mojamos cuando llueve
Ahora que no te engaño todavía
Ahora que parecemos colegiales
Ahora que sale gratis ser feliz
Ahora que no me culpas de tus males
Ahora que me han devuelto el mes de Abril
Ahora que nos besamos en los parques
Ahora que hacemos tantas tonterías
Ahora que estas a tiempo de olvidarme
Ahora que no te quiero todavía.

"Ahora que" Recitado

Les presento a mi abuelo bastardo.
A mi esposa soltera.
Al padrino que me apadrinó en la legión extranjera.
A mi hermano gemelo patrón de la merca ambulante.
A mi tío el marino que tuvo un sobrino cantante.
Al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha.
A mi chupa de cota de malla contra la desdicha.
Mariposas que cazan en sueños
los niños con granos,
cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo
sin manos.
Me libre de los tontos por ciento de Trento
del business,
dando clases en una academia de cantos de cisne.
Heredé una botella de ron de un clochal moribundo.
Yo quería escribir la canción más hermosa
del mundo.
Poema: Presentación de “Nos Sobran los Motivos”
TODAVÍA UNA CANCIÓN DE AMOR
No te fíes si te juro que imposible,
no dudes de mi duda y mi quizás.
El amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar...
La luna toma el sol de madrugada,
"nunca jamás" quiere decir "tal vez".
La muerte es una amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente,
no te vayas si te digo "piérdete":
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido,
los ojos que no ven miran mejor.
Cantar es disparar contra el olvido,
vivir sin ti es dormir en la estación.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor

19 dias y 500 noches

Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks,
en vez de fingir,
o, estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie,ladrando,
a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labios
y escarcha en el pelo.
Tenían razón mis amantes en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez, yo quería quererla querer y ella no,
así que se fue,
me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas.
Desde el taxi,y, haciendo un exceso,
me tiró dos besos...
uno por mejilla.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa,
a la perdición de los bares de copas,
a las cenicientas de saldo y esquina,
y, por esas ventas del fino Laina,
pagando las cuentas de gente sin alma
que pierde la calma con la cocaína,
volviéndome loco,
derrochando la bolsa y la vida,
la fuí, poco a poco,
dando por perdida.
Y eso que yo,
para no agobiar con flores a María,
para no asediarla con mi antología
de sábanas frías y alcobas vacías,
para no comprarla con bisutería,
ni ser el fantoche que va, en romería,
con la cofradía del Santo Reproche.
Y tanto la quería,
que, tardé, en aprender a olvidarla,
diecinueve días
y quinientas noches.
Dijo hola y adiós,
y, el portazo, sonó
como un signo de interrogación,
sospecho que, así, se vengaba,
a través del olvido,
Cupido de mi.
No pido perdón, ¿para qué?
si me va a perdonar porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta.
Me abandonó,
como se abandonan los zapatos viejos,
destrozó el cristal de mis gafas de lejos,
sacó del espejo su vivo retrato,
y, fui, tan torero,
por los callejones del juego y el vino,
que, ayer, el portero,
me echó del casino de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento
que ella me lo mande.
Y eso que yo,
para no agobiar con flores a María,
para no asediarla con mi antología
de sábanas frías y alcobas vacías,
para no comprarla con bisutería,
ni ser el fantoche que va, en romería,
con la cofradía del Santo Reproche...
tanto la quería,
que, tardé, en aprender a olvidarla,
diecinueve días
y quinientas noches.


ACUÉRDATE DE MI (Lo cantan Sabina con Serrat)

Acuérdate de mí cuando me olvides,
que allí donde no estés iré a buscarte,
siguiendo el rastro que en el cielo escriben
las nubes que van a ninguna parte.
Acuérdate de mí en tus plegarias
y búscame con los ojos cerrados
entre la muchedumbre solitaria.
Yo tampoco te quiero demasiado.
Como te tomo, me doy.
Como te busco, te evito.
Como me vengo, me voy.
Como me pongo, me quito.
Como te falto, te sobro.
Como me callo, te digo.
Como te pago, me cobro.
Como te extraño, te olvido.
Por ver volar los peces de colores
hicimos agujeros en el agua,
preocupados en los alrededores,
siempre en la dimensión equivocada.
Mujer de sombras y melancolía,
volvamos al edén que nunca ha sido
a celebrar con las copas vacías
el gusto de no habernos conocido.
Como te tomo, me doy.
Como te busco, te evito.
Como me vengo, me voy.
Como me pongo, me quito.
Como te falto, te sobro,
como te falto, te sobro.
Como me callo, te digo,
como me callo, te digo.
Como te pago, me cobro.
Como te extraño, te olvido


CUENTA CONMIGO (Joaquín Sabina)


Si quisieras quererme
Dejaría de fumar
Y me haría vegetariano
Si durmieras conmigo
Dormirían menos tristes
las palmas de mis manos
Y si los buenos chicos te atosigan
Y buscas chicos duros
Fingiré ser el duro que castiga
Con besos de cianuro.
Si buscas alguien que te trate mal
Cuenta conmigo
Si quieres guerra guardo un arsenal
bajo el ombligo
Y si se trata de tratarte bien
mejor que un millonario sin dinero
Olvídate de chulos todo a cien
Por ti seré un perfecto caballero.
Si me abrieras tu falda de lunares
Y me pidieras que me cuide un poco
Haría footing por los boulevares
Con chándal y a lo loco
Y si es mejor quererte sin permiso
Con rabia y al contado
Yo te querré, como jamás te quiso
Quién más te haya marcado.
Si buscas alguien que te trate mal
Cuenta conmigo
Yo nunca tuve una mujer fatal
Ni tu un amigo.
Y si se trata de tratarte bien
Mejor que un Lord con pantalón de cuero
Olvídate de chulos todo a cien
Por ti seré un perfecto caballero
Si quieres un maldito perdedor
Que humille y que malquiera
Ponme un pisito y yo seré el peor
Cabrón de tu escalera
Y si te ponen los matices de mi lado femenino
Por ti comulgaré en misa de diez
con ruedas de molino.
Si buscas alguien que te trate mal
Cuenta conmigo
Yo nunca tuve una mujer fatal
Ni tu un amigo.
Y si se trata de tratarte bien
Mejor que un Casanova con liguero
Olvídate de chulos todo a cien
Por ti seré un perfecto caballero.

La tarde consumió su fuego fatuo
sin carne, sin pecado, sin quizás,
la noche se agavilla como un ave
a punto de emigrar.
Y el mundo es un hervor de caracolas
ayunas de pimienta, risa y sal,
y el sol es una lágrima en un ojo
que no sabe llorar.
Tu espalda es el ocaso de septiembre,
un mapa sin revés ni marcha atrás,
una gota de orujo acostumbrada
al desdén de la mar.
Y al cabo el calendario y sus ujieres
disecando el oficio de soñar
y la espuela en la tasca de la esquina
y el vicio de olvidar.
Por el renglón del corazón
cada mañana descarrila un tren.
Y al terminar vuelta a empezar
dos horas después de amancer.
Tiene la vida un lánguido argumento
que no se acaba nunca de aprender,
sabe a licor y a luna despeinada
que no quita la sed.
La noche ha consumido sus botellas
Dejándose un jirón en la pared.
Han pasado los días como hojas
de libros sin leer.
Título: Dos horas después

«Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía»
Título: Calle Melancolía

Que no arranquen los coches,
que se detengan todas las factorías,
que la ciudad se llene de largas noches
y calles frías.
Que se enciendan las velas,
que se cierren los teatros y los hoteles,
que se queden dormidos los centinelas
en los cuarteles.
Que se mojen las balas,
que se borren las fotos de las revistas,
que se coman a besos a las colegialas
a los artistas.
Que se toque la gente,
que no lleguen los trenes a la frontera,
que sean cariñosas con los clientes
las camareras.
Porque voy a salir esta noche contigo
se quedarán sin beatas las catedrales
y seremos dos gatos al abrigo
de los portales.
Que se enfaden las flores,
que vuelven las cigüeñas al calendario,
que sufran por amores los dictadores
y los notarios.
Que se muera el olvido,
que se escondan las llaves de los juzgados,
que se acuerde Cupido de los maridos
abandonados.
Cuando llegue por fin mi mensaje
a tus manos, en la gasolinera
vieja esperaré;
y tomaremos juntos al abordaje
la carretera
que te conté.
Dejaremos colgada
la caprichosa luna sobre los cines
y las estatuas públicas derribadas
en los jardines
Título: Esta noche contigo


ADIVINA ADIVINANZA (Joaquín Sabina)

Eran dos hermanas,
la noche y el día,
una tramontana,
otra gota fría.
Eran dos hermanas,
el sol y la luna,
una de avellanas,
otra de aceituna.
Eran dos hermanas,
lija y terciopelo,
eran dos cristianas
huérfanas de cielo.
Eran dos hermanas,
el llanto y la risa,
una marijuana,
otra yerbaluisa.
Eran dos hermanas,
pensión y viaje,
fines de semana,
corazón salvaje.
Eran dos hermanas,
agosto y febrero,
una tengo ganas,
otra ya no quiero.
Eran dos hermanas,
gusanas de seda,
vírgenes fulanas,
sálvese quien pueda.


«...Porque nada me consuela,
porque todo me extravía,
porque duelen las duquelas
 y llego tarde al tranvía,
porque quiero seguir siendo
sin saber cómo ni cuándo
 y bendigo maldiciendo
y espero desesperando...»
Joaquín Sabina [Décimas del escenario]



«...No tengo más verdad que la que arrasa
corrigiendo las lindes de mis venas.
 Por diseñar castillos sin almenas
perdí, otra vez, las llaves de mi casa.
Veranos de buen vino y mala sombra,
 de confundir enanos con molinos,
 de viajar al abismo con alfombra...»
Joaquín Sabina [Doble o nada]


CLARICE LISPECTOR - FRAGMENTOS Y FRASES DE LIBROS

 FRAGMENTOS Y FRASES DE “AGUA VIVA” DE CLARICE LISPECTOR
”No hay pasión sufrida en el dolor y en el amor a la que no le siga un aleluya” (p. 12)

” Escribo en acrobáticas y aéreas piruetas, escribo porque deseo hablar profundamente. Aunque escribir sólo me esté dando la gran medida del silencio” (p.14-15)

“La densa selva de palabras envuelve sólidamente lo que siento y vivo, y transforma todo lo que soy en algo mío que está fuera de mí” (p. 27)

“Entiéndeme: te escribo una onomatopeya, una convulsión del lenguaje. Te transmito no una historia sino sólo palabras que viven del sonido.” (p. 29)

“No me gusta lo que acabo de escribir; pero estoy obligada a aceptar todo el párrafo porque él me ha ocurrido.” (p. 32)

“La plegaria profunda es una meditación sobre la nada. Es el contacto seco y eléctrico con uno mismo, un uno impersonal” (p. 33)

“Lo que te escribo no llega suavemente, subiendo poco a poco hasta un auge para después ir muriendo mansamente. No, lo que te escribo es de fuego, como ojos en llamas” (p. 34)

“Tengo un cierto miedo de mí, no soy de confianza y desconfío de mi falso poder” (p. 36)

“He venido a escribirte. Es decir, a ser” (p. 38)

“Mi conciencia ahora es leve y es aire. El aire no tiene lugar ni época. El aire es el no-lugar donde todo va a existir. Lo que estoy escribiendo es música del aire.” (p. 40)

“Lo que te estoy escribiendo no es para leer, es para ser.” (p. 41)

“El mundo por un instante es exactamente lo que mi corazón pide” (p. 44)

“Los blancos golpeaban a los negros con el látigo. Pero así como el cisne segrega un aceite que impermeabiliza su piel, del mismo modo el dolor de los negros no puede entrar y no duele. Se puede transformar el dolor en placer, basta con un . ¿Cisne negro?” (p. 47)

“Quiero ser enterrada con el reloj en la muñeca para que en la tierra algo pueda pulsar el tiempo” (p. 47)

“He profundizado en mí pero no creo en mí porque mi pensamiento es inventado” (p. 48)

“Soy inquieta y áspera y desesperanzada. Aunque amor dentro de mí, eso sí lo tengo. Pero no sé usar el amor. A veces me araña como si fuese una garra.” (p. 60)

“Quién sepa la verdad que venga. Y que hable. Escucharemos afligidos.” (p.68)

“Creo que ahora tendré que pedir permiso para morir un poco. Con permiso, ¿eh? No tardo. Gracias.” (p.69)

“Lo único que estropea la felicidad es el miedo” (p. 71)

… “Recordarse con nostalgia es como despedirse otra vez” (p. 71)

“Pero no sé como captar lo que ya sucede si no es viviendo cada cosa que ahora y ya me suceda no importa qué.” (p.75)

“¿En algún momento perdido en la vida se anuncia para cada uno de nosotros una misión que cumplir? Pero rechazo cualquier misión. No cumplo nada, sólo vivo.” (p. 77)

“No puedo resumirme porque no se puede sumar una silla y dos manzanas. Yo soy una silla y dos manzanas. Y no me sumo.” (p. 78)

Elegir la propia máscara es el primer gesto voluntario humano. Y es solitario.

Echar de menos es un poco como el hambre. Sólo se pasa cuando se come la presencia. Pero, a veces, el echar de menos es tan profundo que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona entera. Esa gana de ser el otro para una unificación entera es uno de los sentimientos más urgentes que se tiene en vida.Clarice Lispector
  
Hay cosas indestructibles que acompañan el cuerpo hasta la muerte como si hubieran nacido con él. Y una de esas es lo que surge entre un hombre y una mujer que viven juntos ciertos momentos.Clarice Lispector
  
Lo que es verdaderamente inmoral es haber desistido de uno mismo.Clarice Lispector
  
El futuro de la tecnología amenaza destruir todo lo que es humano en el hombre, pero la tecnología no alcanza a la locura, y en ella es donde lo humano del hombre se refugia.Clarice Lispector
  
Y fue tan cuerpo que fue puro espíritu.Clarice Lispector
  
Tengo miedo de escribir, es tan peligroso. Quien lo ha intentado, lo sabe. Peligro de revolver en lo oculto y el mundo no va a la deriva, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades del mar. Para escribir tengo que colocarme en el vacío.Clarice Lispector
  
Al final, ¿Qué importa más: vivir o saber que se está viviendo?Clarice Lispector
  
Sólo mucho después iba a comprender que estar también es dar.Clarice Lispector
  
Lo que siente nunca dura, lo que siente siempre acaba, y puede no volver nunca. Se encarniza entonces sobre el momento, se traga el fuego, y el fuego dulce arde, arde, flamea. Entonces, ella, que sabe que todo va a acabar, toma la mano libre del hombre, y la enlaza con la suya, ella dulce arde, arde, flamea.Clarice Lispector

 
Lo indecible me será dado solamente a través del lenguaje.Clarice Lispector

Elegir la propia máscara es el primer gesto voluntario humano. Y es solitario.Clarice Lispector

Voy a contarles un secreto: la vida es mortal. Mantenemos ese secreto en mutismo cada uno frente a sí mismo porque conviene, si no, sería volver cada instante mortal.Clarice Lispector

Es casi imposible evitar que el exceso de amor haga que uno actué como tonto. Sólo el tonto puede amar demasiado.Clarice Lispector

Comprende la vida porque no es suficientemente inteligente para no comprender.Clarice Lispector
  
Oh, cachorro, ¿Dónde está tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.Clarice Lispector
  
No se equivoquen: la sencillez sólo se logra a través del trabajo duro.Clarice Lispector
  
¡Quién sabe a qué oscuridad de amor puede llegar el cariño!Clarice Lispector
  
Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espada la magia: es allí a donde voy.Clarice Lispector
 
Hasta que la frágil luminosidad de la madrugada los revelaba. Estaban separados, de pie sobre la colina. Exhaustos, frescos. Habían pasado a través de la oscuridad por el misterio de la naturaleza de los seres.Clarice Lispector
  
Nací en Ucrania, pero ya en fuga. Mis padres pararon en una aldea que ni aparece en el mapa, llamada Tchetchelnik, para que yo naciera, y se vinieron al Brasil, adonde llegué con dos meses. De manera que llamarme extranjera es una tontería. Soy más brasileña que rusa, evidentemente...Clarice Lispector
  
El objeto silla siempre me interesó. Miro ésta que es antigua, comprada en un anticuario, y estilo imperio; no se podría imaginar mayor simplicidad de líneas, contrastando con el asiento de fieltro rojo. Amo a los objetos en la medida en que ellos no me aman.Clarice Lispector
  
¿Y aquellos padres que llamaron a sus hijos Brasil, Argentina, Colombia, Bélgica y Francia? Por lo menos, usted escapó de ser un país.

Yo le dije que sí, que la cintura tiene que verse apretada. Pero estaba atónita. Atónita en mi vestido nuevo.Clarice Lispector
  
Cuando de noche él me llame, atrayéndome al infierno, iré. Desciendo como un gato por los tejados. Nadie sabe, nadie ve.Clarice Lispector
  
¿Donde estuviste de noche? Nadie lo sabe. No intentes responder, por amor de Dios. No quiero saber la respuesta. Adiós.Clarice Lispector
  
Qué pena que sólo sé escribir cuando la cosa viene espontáneamente. Así quedo a merced del tiempo. Y, entre un escribir verdadero y otro, pueden pasar años.Clarice Lispector
  
Siento una claridad tan grande que me anula como persona común y corriente. Es una lucidez vacía, ¿Cómo explicarlo?, algo así como un cálculo matemático perfecto que, sin embargo, no se necesita. Y no entiendo aquello que entiendo.Clarice Lispector
  
Y estaban los dientes, también: casi se podían contar millares de dientes dentro de la raya de la boca, y cada pedacito menor que el otro, y más blanco. Clarice Lispector
  
Voy a tomar un baño antes de salir y me perfumaré con un perfume que es un secreto mío. Sólo digo una cosa de él: es agreste y un poco áspero, con una dulzura escondida. Él es.Clarice Lispector
  
Podía verse el suave aliento húmedo, el aliento brillante y tranquilo que salía de las narinas trémulas extremadamente vivas y temblorosas de los caballos y yeguas en ciertas madrugadas frías.Clarice Lispector
  
¿Quién habrá inventado la silla? Alguien con amor a sí mismo. Inventó, entonces, una mayor comodidad para su cuerpo. Después los siglos se sucedieron y nadie más prestó realmente atención a una silla, pues usarla es casi automático.Clarice Lispector
 
Y terminé siendo mi nombre. Es suficiente ver en el cuero de mis valijas las iniciales G.H., heme ahí. De los otros tampoco exigía más que la primera cobertura de las iniciales de los nombres.Clarice Lispector
  
Ya se estaban produciendo entonces en mí, y yo todavía no lo sabía, las primera señales de hundimiento de cavernas calcáreas subterráneas, que se derrumbaban bajo el peso de camadas arqueológicas estratificadas y el peso del primer hundimiento hacía caer las comisuras de mi boca, me dejaba con los brazos caídos.Clarice Lispector
  
Por la lentitud y el tamaño, era una cucaracha muy vieja. En mi arcaico horror por las cucarachas aprendí a adivinar, aún a la distancia, sus edades y peligros; incluso sin haber encarado nunca realmente a una cucaracha conocía sus procesos de existencia.Clarice Lispector
   El futuro es mío en tanto vivo.Clarice Lispector
  
En realidad no sé escribir cartas de viajes, en realidad siquiera sé viajar.Clarice Lispector
  
Y de repente el mar: la rabiosa rebeldía del Atlántico henchía sus oídos.Clarice Lispector
  
Toda comprensión intensa es finalmente la revelación de una profunda incomprensión.Clarice Lispector
  
Si recibo un regalo dado con cariño por una persona que no me gusta, ¿Cómo se llama lo que siento?Clarice Lispector
  
Un día será el mundo con su impersonalidad soberbia contra mi extrema individualidad de persona, pero seremos uno solo.Clarice Lispector

Y terminé siendo mi nombre. Es suficiente ver en el cuero de mis valijas las iniciales G.H., heme ahí. De los otros tampoco exigía más que la primera cobertura de las iniciales de los nombres.Clarice Lispector
  
Ya se estaban produciendo entonces en mí, y yo todavía no lo sabía, las primera señales de hundimiento de cavernas calcáreas subterráneas, que se derrumbaban bajo el peso de camadas arqueológicas estratificadas y el peso del primer hundimiento hacía caer las comisuras de mi boca, me dejaba con los brazos caídos.Clarice Lispector
  
Por la lentitud y el tamaño, era una cucaracha muy vieja. En mi arcaico horror por las cucarachas aprendí a adivinar, aún a la distancia, sus edades y peligros; incluso sin haber encarado nunca realmente a una cucaracha conocía sus procesos de existencia.Clarice Lispector
  
El futuro es mío en tanto vivo.Clarice Lispector
  
En realidad no sé escribir cartas de viajes, en realidad siquiera sé viajar.Clarice Lispector
  
Y de repente el mar: la rabiosa rebeldía del Atlántico henchía sus oídos.Clarice Lispector
  
Toda comprensión intensa es finalmente la revelación de una profunda incomprensión.Clarice Lispector
  
Si recibo un regalo dado con cariño por una persona que no me gusta, ¿Cómo se llama lo que siento?Clarice Lispector
  
Un día será el mundo con su impersonalidad soberbia contra mi extrema individualidad de persona, pero seremos uno solo.Clarice Lispector

El odio era un vómito que los libraba del vómito mayor, el vómito del alma.Clarice Lispector
  
Hubo un momento grande, parado, sin nada dentro.Clarice Lispector
  
Se podría quedar pensando en todo aquello tardes enteras. Por ejemplo: ¿Quién dijo por primera vez así: nunca?.Clarice Lispector
  
La bondad era tibia y sin consistencia, olía a carne cruda guardada mucho tiempo.Clarice Lispector
  
Pero es que basta con silenciar para vislumbrar, debajo de todas las realidades, la única irreductible, la de la existencia.Clarice Lispector
  
...pero no verse obligado a discutir, a mirar y a disputar con aquellas personas ignominiosamente humanas, desfilando, exponiéndose sin vergüenza.Clarice Lispector
  
Alguien que me recoja como a un perro humilde, que me abra la puerta, me regañe, me alimente, me quiera severamente como a un perro, eso es lo que quiero, como a un perro, como a un hijo.Clarice Lispector
  
Nada existe que escape a la transfiguración.Clarice Lispector
  
Durante las horas de perdición tuve el valor de no componer ni organizar. Y sobre todo, el de no prever.Clarice Lispector
  
Tengo que buscar la base del egoismo: todo lo que no soy no me puede interesar, es imposible ser algo que no se es.Clarice Lispector
  
La perfección de Dios se prueba más con la imposibilidad del milagro que con su posibilidad.Clarice Lispector
  
Yo misma puedo morir de ser ante mí. La soledad está mezclada en mi esencia.Clarice Lispector
  
Entonces, antes de entender, mi corazón se puso blanco como se ponen los cabellos.Clarice Lispector
  
La forma del caballo representa lo mejor del ser humano. Tengo un caballo dentro de mí que raramente se expresa. Pero cuando veo a otro caballo entonces el mío se expresa. Su forma habla.Clarice Lispector
  
La vida es igual en todas partes, lo que se necesita es gente que sea gente.Clarice Lispector
  
Ella mira el mar, es lo que puede hacer. Y su mirada está limitada por la línea del horizonte, es decir, por su incapacidad humana de ver la curvatura de la Tierra.Clarice Lispector
  
Escribo porque me resulta un placer que no puedo traducir. No soy pretenciosa. Escribo para mí, para sentir mi alma hablando y cantando, a veces llorando...Clarice Lispector
  
A veces tenía taquicardia: bacanal del corazón. Pero sólo eso, y le sucedía desde joven. En su primer beso, por ejemplo, el corazón se desgobernó. Y fue una cosa buena, en el límite con lo malo.Clarice Lispector

¿Por qué un perro resulta tan libre? Porque él es el misterio vivo que no se indaga.Clarice Lispector
  
Toda comprensión intensa es finalmente la revelación de una profunda incomprehensión. Todo momento de hallar es un perderse a uno mismo.Clarice Lispector
  
La vida es para ser vivida intensamente como el amor, que tiene que ser experimentado hasta la última gota sin ningún temor.Clarice Lispector
  
Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy.Clarice Lispector
  
Escribo sin la esperanza de cambiar nada. No cambiar nada... Porque en el fondo no estamos tratando de cambiar las cosas. Estamos queriendo florecer...Clarice Lispector
  
Escribir es tratar de entender, es tratar de reproducir lo irreproducible.Clarice Lispector
  
Ellos querían gozar de lo prohibido. Querían elogiar la vida y no querían el dolor que es necesario para vivir, para sentir y para amar. Ellos querían sentir la inmortalidad aterradora.Clarice Lispector
  
En la gotita de tiempo siguiente nada pasaba si ella continuaba esperando lo que iba a pasar.Clarice Lispector
  
Allí estaba una mujer que la golosina del más fino sueño jamás pudiera imaginar.
Clarice Lispector

"Lo que es verdaderamente inmoral es haber desistido de uno mismo."Clarice Lispector

Hubo un momento grande, parado, sin nada dentro.Clarice Lispector

En la gotita de tiempo siguiente nada pasaba si ella continuaba esperando lo que iba a pasar.Clarice Lispector

Se podría quedar pensando en todo aquello tardes enteras. Por ejemplo: ¿Quién dijo por primera vez así: 'nunca'?.Clarice Lispector

La bondad era tibia y sin consistencia, olía a carne cruda guardada mucho tiempo.Clarice Lispector
Al final, ¿Qué importa más: vivir o saber que se está viviendo?Clarice Lispector

Comprende la vida porque no es suficientemente inteligente para no comprender.Clarice Lispector

Y fue tan cuerpo que fue puro espíritu.Clarice Lispector

Tengo que buscar la base del egoismo: todo lo que no soy no me puede interesar, es imposible ser algo que no se es.Clarice Lispector

Pero es que basta con silenciar para vislumbrar, debajo de todas las realidades, la única irreductible, la de la existencia.Clarice Lispector

Pero no verse obligado a discutir, a mirar y a disputar con aquellas personas ignominiosamente humanas, desfilando, exponiéndose sin vergüenza.Clarice Lispector

La perfección de Dios se prueba más con la imposibilidad del milagro que con su posibilidad.Clarice Lispector

Hay cosas indestructibles que acompañan el cuerpo hasta la muerte como si hubieran nacido con él. Y una de esas es lo que surge entre un hombre y una mujer que viven juntos ciertos momentos.Clarice Lispector

Alguien que me recoja como a un perro humilde, que me abra la puerta, me regañe, me alimente, me quiera severamente como a un perro, eso es lo que quiero, como a un perro, como a un hijo.Clarice Lispector

Yo misma puedo morir de ser ante mí. La soledad está mezclada en mi esencia.Clarice Lispector

Durante las horas de perdición tuve el valor de no componer ni organizar. Y sobre todo, el de no prever.Clarice Lispector

Y terminé siendo mi nombre. Es suficiente ver en el cuero de mis valijas las iniciales G.H., heme ahí. De los otros tampoco exigía más que la primera cobertura de las iniciales de los nombres.Clarice Lispector

Ya se estaban produciendo entonces en mí, y yo todavía no lo sabía, las primera señales de hundimiento de cavernas calcáreas subterráneas, que se derrumbaban bajo el peso de camadas arqueológicas estratificadas -y el peso del primer hundimiento hacía caer las comisuras de mi boca, me dejaba con los brazos caídos.Clarice Lispector

Entonces, antes de entender, mi corazón se puso blanco como se ponen los cabellos.Clarice Lispector

Por la lentitud y el tamaño, era una cucaracha muy vieja. En mi arcaico horror por las cucarachas aprendí a adivinar, aún a la distancia, sus edades y peligros; incluso sin haber encarado nunca realmente a una cucaracha conocía sus procesos de existencia. Clarice Lispector
CLARICE LISPECTOR - FRAGMENTOS

Y en mi noche siento el mal que me domina. Lo que se llama un bello paisaje no me causa más que cansancio. Lo que me gusta son los paisajes de tierra reseca, con árboles retorcidos y montañas hechas de roca y con una luz alba y suspensa. Allí, sí, allí está la belleza recóndita. Sé que tampoco te gusta el arte. Nací dura, heroica, solitaria y de pie. Y he encontrado mi contrapunto en el paisaje sin elementos pintorescos y sin belleza. La fealdad es mi estandarte de guerra. Yo amo lo feo con un amor de igual a igual.
"AGUA VIVA".LA RUGOSIDAD DEL TRAZO


¿Cómo contar lo que siguió? Yo estaba atontada y fue así como recibí el libro en la mano. Creo que no dije nada. Tomé el libro. No, no partí saltando como siempre. Me fui caminando muy despacio. Sé que sostenía el grueso libro con las dos manos, apretándolo contra el pecho. Poco importa también cuánto tardé en llegar a casa. Tenía el pecho caliente, el corazón pensativo. Al llegar a casa no empecé a leer. Simulaba que no lo tenía, únicamente para sentir después el sobresalto de tenerlo. Horas más tarde lo abrí, leí unas líneas maravillosas, volví a cerrarlo, me fui a pasear por la casa, lo postergué más aún yendo a comer pan con mantequilla, fingí no saber dónde había guardado el libro, lo encontraba, lo abría por unos instantes. Creaba los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad. Para mí la felicidad siempre habría de ser clandestina. Era como si yo lo presintiera. ¡Cuánto me demoré! Vivía en el aire... había en mí orgullo y pudor. Yo era una reina delicada. A veces me sentaba en la hamaca para balancearme con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en un éxtasis purísimo.
FELICIDAD CLANDESTINA


Se puede pensar rápidamente en el día que pasó. O en los amigos que pasaron y para siempre se perdieron, pero es inútil huir: el silencio está ahí. Aún el sufrimiento peor, el de la amistad perdida, es sólo fuga. Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta -cómo ardemos por ser llamados a responder-, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio. Cuántas horas se pierden en la oscuridad suponiendo que el silencio te juzga, como esperamos en vano ser juzgados por Dios. Surgen las justificaciones, trágicas justificaciones forzadas, humildes disculpas hasta la indignidad. Tan suave es para el ser humano mostrar al fin su indignidad y ser perdonado con la justificación de que es un ser humano humillado de nacimiento. Hasta que se descubre que él ni siquiera quiere su indignidad. Él es el silencio.
SILENCIO


Y nací para escribir. La palabra es mi dominio sobre el mundo. Tuve desde la infancia varias vocaciones que me llamaban ardientemente. Una de las vocaciones era escribir. Y no sé por qué fue ésta la que seguí. Tal vez porque para las otras vocaciones necesitaría un largo aprendizaje, mientras que para escribir el aprendizaje es la propia vida viviéndose en nosotros y alrededor nuestro. Es que no sé estudiar. Y, para escribir, el único estudio es justamente escribir. Me adiestré desde los siete años para tener un día la lengua en mi poder. Y no obstante, cada vez que voy a escribir es como si fuera la primera vez. Cada libro mío es un estreno penoso y feliz. Esa capacidad de renovarme toda a medida que el tiempo pasa es lo que yo llamo vivir y escribir.
ESPACIO

"Y entonces siento que dentro de poco nos separaremos. Mi verdad asombrada es que siempre he estado sola de ti y no lo sabía. Ahora lo sé: soy sola. Yo y mi libertad que no sé usar. La gran responsabilidad de la soledad. Quien no está perdido no conoce la libertad y no la ama. En cuanto a mí, asumo mi soledad. Que a veces se extasía como ante los fuegos artificiales. Soy sola y tengo que vivir una cierta gloria íntima que en la soledad puede convertirse en dolor. Y el dolor, en silencio. Guardo su nombre en secreto. Necesito secretos para vivir."

* * *

"Hoy a la tarde nos encontraremos. Y no te contaré ni siquiera eso que escribo y que contiene lo que soy y que te regalo sin que lo leas. Nunca leerás lo que escribo. Y cuando haya anotado mi secreto de ser lo tiraré como si fuese al mar. Te escribo porque no llegas a aceptar lo que soy. Cuando destruya mis anotaciones de instantes ¿volveré a mi nada de donde he sacado un todo? Tengo que pagar el precio. El precio de quien tiene un pasado que sólo se renueva con pasión en el extraño presente. Cuando pienso en lo que ya he vivido me parece que he ido dejando mis cuerpos por los caminos."

Clarice Lispector, Agua viva, íbid.

" Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy. La punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espalda magia: es allí a donde voy. En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿ O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palaba. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí a dónde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después de todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien me dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy. Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa. En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta . Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, cachorro, ¿dónde esta tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros. "
Clarice Lispector “Silencio”

Aprendizaje o El libro de los placeres (fragmento)

" Pero de la luna no tenía miedo, porque era más lunar que solar y veía con los ojos bien abiertos en las madrugadas tan oscuras la luna siniestra en el cielo. Entonces se bañaba toda ella en los rayos lunares, así como había quienes tomaban baños de sol. Y quedaba profundamente límpida.
(...)
Alivia mi alma, haz que sienta que tu mano está tomada de la mía, haz que sienta que la muerte no existe porque ya estamos en verdad en la eternidad, haz que sienta que amar no es morir, que la entrega de sí mismo no significa la muerte, haz que sienta una alegría modesta y diaria, haz que no te indague demasiado, porque la respuesta sería tan misteriosa como la pregunta, bendíceme para que viva con alegría el pan que como, el sueño que duermo, haz que tenga caridad hacia mí misma pues si no, no podré sentir que Dios me amó, haz que pierda el pudor de desear que en la hora de mi muerte haya una mano humana para apretar la mía.
(...)
Yo podría tenerte con mi cuerpo y con mi alma. Esperaré aunque sea años a que tú también tengas cuerpo-alma para amar, mira a todos a tu alrededor y ve lo que hemos hecho de nosotros y de eso considerado como victoria nuestra de cada día. No hemos amado por encima de todas las cosas. No hemos aceptado lo que no se entiende porque no queremos pasar por tontos. No tenemos ninguna alegría que no haya sido catalogada, hemos tratado de salvarnos, pero sin usar la palabra salvación para no avergonzarnos de ser inocentes, hemos disfrazado con el pequeño miedo el gran miedo mayor y por eso nunca hablamos de lo que realmente importa, hemos sonreído en público de lo que no sonreiríamos cuando nos quedásemos solos. Nos hemos temido el uno al otro, por encima de todo, pero yo escapé de eso, Lori, escapé con la ferocidad con que se escapa de la peste, Lori, y esperaré hasta que tú estés más preparada.
(...)
Un día será el mundo con su impersonalidad soberbia contra mi extrema individualidad de persona, pero seremos uno solo.
(...)
Avanzando, abre las aguas del mundo por la mitad. Ya no necesita coraje, ahora ya es vieja en el ritual recuperado que había abandonado hacía milenios. Baja la cabeza dentro del brillo del mar, y retira una cabellera que sale toda goteando sobre los ojos salados que arden, juega con la mano en el agua, pausada, los cabellos al sol se están casi inmediatamente endureciendo con la sal. Se zambulle nuevamente, nuevamente bebe más agua, ahora sin avidez pues ya conoce y ya tiene un ritmo de vida en el mar. Es la amante que no teme pues sabe que lo tendrá todo nuevamente. "


" Se puede pensar rápidamente en el día que pasó. O en los amigos que pasaron y para siempre se perdieron, pero es inútil huir: el silencio está ahí. Aún el sufrimiento peor, el de la amistad perdida, es sólo fuga. Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta -cómo ardemos por ser llamados a responder-, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio. Cuántas horas se pierden en la oscuridad suponiendo que el silencio te juzga, como esperamos en vano ser juzgados por Dios. Surgen las justificaciones, trágicas justificaciones forzadas, humildes disculpas hasta la indignidad. Tan suave es para el ser humano mostrar al fin su indignidad y ser perdonado con la justificación de que es un ser humano humillado de nacimiento. Hasta que se descubre que él ni siquiera quiere su indignidad. Él es el silencio. "

La hora de la estrella (fragmento)

" Ella había nacido con malos precedentes y ahora parecía una hija de no-sé-qué con aire de pedir disculpas por no ocupar un espacio. En el espejo, distraída, examinó de cerca las manchas de su cara. En Alagoas se llamaban panos, decían que venían del hígado. Ocultaba las manchas con una capa espesa de polvo blanco y, si se veía medio revocada, era mejor que verse pardusca. Toda ella estaba un poco sucia, porque raro era que se lavase. De día llevaba la falda y blusa y de noche dormía con la enagua. Una compañera de cuarto no sabía cómo advertirle que olía a mugre. Y como no sabía, se quedó en eso, porque tenía miedo de ofenderla. Nada en ella era iridiscente, aun cuando la piel de su cara tuviese entre las manchas un ligero brillo de ópalo. Pero no importaba. Nadie la miraba en la cale, ella era café frío. "

Clarice Lispector, Un soplo de vida (Fragmento)

Muchas veces escribir es acordarse de lo que nunca ha existido ¿Cómo lo conseguiré, saber lo que ni siquiera sé? Así: como si me acordase. Con un esfuerzo de "memoria", como si yo nunca hubiese nacido. Nunca he nacido, nunca he vivido: pero yo me acuerdo, y ese recuerdo está en carne viva.

Tengo miedo de escribir. Es tan peligroso. Quien lo ha intentado lo sabe. Peligro de hurgar en lo que está oculto, pues el mundo no está en la superficie, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades del mar. Para escribir tengo que instalarme en el vacío. Es en este vacío donde existo intuitivamente. Pero es un vacío terriblemente peligroso, de él extraigo sangre. Soy un escritor que tiene miedo de la celada de las palabras: Las palabras que digo esconden otras ¿Cuáles? Tal vez las diga. Escribir es una piedra lanzada a lo hondo del pozo.
Meditación leve y suave sobre la nada. Escribo casi totalmente liberado de mi cuerpo. Como si éste levitase. Mi espíritu está vacío por tanta felicidad. Tengo ahora una libertad íntima sólo comparable a un cabalgar sin destino a campo traviesa. Estoy libre de destino. ¿Será mi destino alcanzar la libertad? No hay una arruga en mí espíritu, que se explaya en espuma fugaz. Ya no me siento acosada. Estado de gracia.
Estoy oyendo música. Debussy usa la espuma del mar que muere en la arena, refluyendo y fluyendo. Bach es matemático. Mozart es lo divino impersonal. Chopin cuenta su vida más íntima. Schubert, a través de su yo, llega al clásico yo de todo el mundo. Beethoven es la emulsión humana en tempestad que busca lo divino y sólo lo alcanza en la muerte. Yo, que no pido música, sólo llego al umbral de la palabra nueva. Sin valor para exponerla. Mi vocabulario es triste y a veces Wagneriano.- polifónico-paranoico. Escribo de manen muy sencilla y desnuda. Por eso hiere. Soy un paisaje agrisado y azul. Me elevo en la fuente seca y en la luz fría.
Quiero un escribir desaliñado y estructural como el resultado de escuadras, de compases, de agudos ángulos de un estrecho triángulo enigmático.
¿«Escribir» existe por sí mismo? No. Es sólo el reflejo de una cosa que pregunta. Yo trabajo con lo inesperado. Escribo como escribo, sin saber cómo ni por qué: escribo por fatalidad de voz. Mi timbre soy yo. Escribir es un interrogante. Es así: ?
¿Me estaré traicionando? ¿Estaré desviando el curso de un río? Tengo que confiar en ese río abundante. ¿O habré puesto un azud en el curso de un río? Intento abrir las compuertas, quiero ver brotar el agua con ímpetu. Quiero que haya un clímax en cada frase de este libro.
Paciencia, que los frutos serán sorprendentes.
Este es un libro silencioso. Y habla, habla en voz baja.
Este es un libro flamante: recién salido de la nada. Se toca al piano, delicada y firmemente al piano, y todas las notas son límpidas y perfectas, unas separadas de las otras. Este libro es una paloma mensajera. Escribo para nada y para nadie. Si alguien me lee será por su propia cuenta y riesgo. No hago literatura: sólo vivo al paso del tiempo. El resultado fatal de que yo viva es el acto de escribir. Hace tantos años que me perdí de vista que vacilo en intentar encontrarme. Me da miedo comenzar. Existir me da a veces taquicardia. Me da tanto miedo ser yo. Soy tan peligrosa. Me pusieron un nombre y me apartaron de mí.
Siento que no estoy escribiendo todavía. Presiento y quiero un hablar más fantasioso, más exacto, con mayor arrobamiento, que haga volutas en el aire.
Cada nuevo libro es un viaje. Pero un viaje con los ojos vendados por mares jamás vistos: con la venda en los ojos, el terror de la oscuridad es total. Cuando siento una inspiración, muero de miedo porque sé que de nuevo viajaré sola por un mundo que me rechaza. Pero mis personajes no tienen la culpa de que así sea y entonces los trato lo mejor posible. Ellos vienen de ningún lugar. Son la inspiración. Inspiración no es locura. Es Dios. Mi problema es el miedo a volverme loca. Tengo que controlar Existen leyes que rigen la comunicación. Una condición es la impersonalidad. Separarse e ignorar son el pecado en un sentido general. Y la locura es la tentación de poderlo todo. Mis limitaciones son la materia prima que ha de trabajarse mientras no se alcance el objetivo.
Yo vivo en carne viva, por eso me interesa tanto darle cuerpo a mis personajes. Pero no aguanto y los hago llorar sin venir a qué.
¿Raíces que no están plantadas y se mueven por sí solas o la raíz de un diente? Pues también yo suelto mis amarras: mato lo que me molesta y, como lo bueno y lo malo me molesta voy definitivamente al encuentro de un mundo que está dentro de mí, yo que escribo para librarme de la difícil carga de ser una persona.
En cada palabra late un corazón. Escribir es esa búsqueda de la veracidad íntima de la vida. Vida que me molesta y deja a mi propio corazón trémulo el dolor incalculable que parece necesario para mi maduración: ¿maduración? ¡Hasta ahora he vivido sin madurar!
Sí. Pero parece que ha llegado el momento de aceptar de lleno la vida misteriosa de los que un día morirán. Tengo que comenzar por aceptarme y no sentir el horror punitivo del cada vez que caigo, pues cuando caigo la raza humana cae también conmigo. ¿Aceptarme plenamente? Es una violencia contra mi vida. Cada cambio, cada proyecto nuevo causa asombro: mi corazón está asombrado. Por eso toda palabra mía tiene un corazón donde circula sangre.
Todo lo que aquí escribo está forjado en mi silencio y en la penumbra. Veo poco, casi nada oigo. Me sumerjo por fin en mi hasta la matriz del espíritu que me habita. Mi fuente es oscura. Estoy escribiendo porque no sé qué hacer de mí. Es decir: no sé qué hacer con mi espíritu. El cuerpo informa mucho. Pero yo desconozco las leyes del espíritu. El divaga.”

De su novela más conocida, La pasión según G.H:
- Lo que yo era antes no era bueno para mí. Pero de ese no-bueno yo había organizado lo mejor: la esperanza.
- Perder significa ir hallando y no saber qué hacer con lo que se va descubriendo.
- Soy la vestal de un secreto que no sé ya cuál fue. Y sirvo al peligro olvidado.
- Dar la mano a alguien ha sido siempre lo que esperé de la alegría.
- Crear no es imaginación, es correr el gran riesgo de acceder a la realidad.
- Voy a vencer mis últimos temores ante el mal gusto, voy a comenzar mi ejercicio de valentía, vivir no es valentía, la valentía es saber que se vive.
- ¿O no sentir vanidad es la peor forma de envanecerse.
- Mi pregunta, si la tenía, no era: 'quién soy', sino "entre quiénes soy”.
- Y no olvidar, al comenzar el trabajo, el estar preparada para equivocarme. No olvidar que el error muchas veces se había convertido en mi camino. Siempre que no resultaba cierto lo que pensaba o sentía, entonces se producía una brecha y, si antes hubiese tenido valor, ya habría entrado por ella. Mas siempre sentí miedo del delirio y del error. Mi error, no obstante, debía de ser el camino de una verdad, pues únicamente cuando me equivoco salgo de lo que conozco y entiendo. Si la 'verdad' fuese aquello que puedo entender, terminaría siendo tan sólo una verdad pequeña, de mi tamaño.

De su colección de cuentos Felicidad clandestina:
- No sabía si era inteligente. Ser inteligente o no era algo que dependía de la inestabilidad de los otros.
- Pues el paso que muchos no llegan a dar nunca, él ya lo había dado: había aceptado la incertidumbre, y lidiaba con sus componentes con la concentración de quien examina algo a través de las lentes de un microscopio.
- Aquel día, pues, él conoció una de las formas extrañas de la estabilidad: la estabilidad del deseo irrealizable. La estabilidad del ideal intangible. Él, que era un ser consagrado a la moderación, se sintió por primera vez atraído por lo inmoderado: una atracción por el extremo imposible. En una palabra, por lo imposible. Y por primera vez sintió, en consecuencia, amor por la pasión.
- Tenía miedo, pero era un miedo vital y necesario porque coincidía con la sospecha más profunda de que también el rostro humano era una especie de máscara.
- Porque hacía del amor un cálculo matemático equivocado: pensaba que, sumando las comprensiones, amaba. No sabía que es sumando las incomprensiones como se ama verdaderamente.
- Pero los sentimientos son agua de un instante.
- ¿Por qué atraigo a personas a las que ni siquiera gusto?.
- Yo sabía que somos aquello que ha de suceder.
- El coraje de ser el otro que se es, y de nacer de parto propio, y de abandonar el antiguo cuerpo en el suelo.
- Les faltaba el peso de un error grave, que tantas veces es lo que por azar abre una puerta.
- Horrorizada, con la mano en la boca, corría, para no detenerme nunca, la oración más profunda no es la que pide, la oración más profunda es la que no pide más, corría, corría muy asustada.
- Sobre todo, ya había empezado a no sentir placer en que la condecoraran con el título de hombre a la menor señal que presentaba de ser una persona.
En el fondo, Ana siempre había tenido necesidad de sentir la raíz firme de las cosas. Y eso le había dado un hogar, sorprendentemente. Por caminos torcidos había venido a caer en un destino de mujer, con la sorpresa de caber en él como si ella lo hubiera inventado. El hombre con el que se había casado era un hombre de verdad, los hijos que habían tenido eran hijos de verdad. Su juventud anterior le parecía tan extraña como una enfermedad de vida. Había surgido de ella muy pronto para descubrir que también sin la felicidad se vivía: aboliéndola,...
(Fragmento del cuento Amor)

’ Yo era como cualquiera de vosotros dijo entonces repentinamente a las piedras, porque éstas parecían hombres sentados. Dicho esto, Martin se sumergió de nuevo en un silencio total de meditación. Estaba rodeado de piedras. El viento que soplaba ardiente lo traspasaba como el desierto. Vacío y tranquilo miró la luz vacía y tranquila. El mundo era tan grande que él estaba sentado. Por dentro tenía el vacío resonante de una catedral"
(Fragmento de La manzana en la oscuridad)
"Tal vez. Pero por lo menos durante un instante de tregua ya no tuvo más miedo. Sólo que sintió aquella soledad inesperada. La soledad de una persona que en vez de ser creada crea. Allí en pie en la oscuridad, sucumbiendo. La soledad del hombre completo. La soledad de la gran posibilidad de elección. La soledad de tener que fabricar sus propios instrumentos. La soledad de haber ya escogido. Y de haber escogido lo irreparable..."
Clarice Lispector, La manzana en la oscuridad, Ediciones Siruela, España, 2003.