domingo, 25 de diciembre de 2016

JOAQUIN SABINA II

Ahora que tengo un alma que perder
Ahora que no te debo ni me debes
Ahora que me perfumo cada día
Ahora que nos mojamos cuando llueve
Ahora que no te engaño todavía
Ahora que parecemos colegiales
Ahora que sale gratis ser feliz
Ahora que no me culpas de tus males
Ahora que me han devuelto el mes de Abril
Ahora que nos besamos en los parques
Ahora que hacemos tantas tonterías
Ahora que estas a tiempo de olvidarme
Ahora que no te quiero todavía.

"Ahora que" Recitado

Les presento a mi abuelo bastardo.
A mi esposa soltera.
Al padrino que me apadrinó en la legión extranjera.
A mi hermano gemelo patrón de la merca ambulante.
A mi tío el marino que tuvo un sobrino cantante.
Al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha.
A mi chupa de cota de malla contra la desdicha.
Mariposas que cazan en sueños
los niños con granos,
cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo
sin manos.
Me libre de los tontos por ciento de Trento
del business,
dando clases en una academia de cantos de cisne.
Heredé una botella de ron de un clochal moribundo.
Yo quería escribir la canción más hermosa
del mundo.
Poema: Presentación de “Nos Sobran los Motivos”
TODAVÍA UNA CANCIÓN DE AMOR
No te fíes si te juro que imposible,
no dudes de mi duda y mi quizás.
El amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar...
La luna toma el sol de madrugada,
"nunca jamás" quiere decir "tal vez".
La muerte es una amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente,
no te vayas si te digo "piérdete":
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido,
los ojos que no ven miran mejor.
Cantar es disparar contra el olvido,
vivir sin ti es dormir en la estación.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor

19 dias y 500 noches

Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks,
en vez de fingir,
o, estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie,ladrando,
a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labios
y escarcha en el pelo.
Tenían razón mis amantes en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez, yo quería quererla querer y ella no,
así que se fue,
me dejó el corazón en los huesos y yo de rodillas.
Desde el taxi,y, haciendo un exceso,
me tiró dos besos...
uno por mejilla.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa,
a la perdición de los bares de copas,
a las cenicientas de saldo y esquina,
y, por esas ventas del fino Laina,
pagando las cuentas de gente sin alma
que pierde la calma con la cocaína,
volviéndome loco,
derrochando la bolsa y la vida,
la fuí, poco a poco,
dando por perdida.
Y eso que yo,
para no agobiar con flores a María,
para no asediarla con mi antología
de sábanas frías y alcobas vacías,
para no comprarla con bisutería,
ni ser el fantoche que va, en romería,
con la cofradía del Santo Reproche.
Y tanto la quería,
que, tardé, en aprender a olvidarla,
diecinueve días
y quinientas noches.
Dijo hola y adiós,
y, el portazo, sonó
como un signo de interrogación,
sospecho que, así, se vengaba,
a través del olvido,
Cupido de mi.
No pido perdón, ¿para qué?
si me va a perdonar porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta.
Me abandonó,
como se abandonan los zapatos viejos,
destrozó el cristal de mis gafas de lejos,
sacó del espejo su vivo retrato,
y, fui, tan torero,
por los callejones del juego y el vino,
que, ayer, el portero,
me echó del casino de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento
que ella me lo mande.
Y eso que yo,
para no agobiar con flores a María,
para no asediarla con mi antología
de sábanas frías y alcobas vacías,
para no comprarla con bisutería,
ni ser el fantoche que va, en romería,
con la cofradía del Santo Reproche...
tanto la quería,
que, tardé, en aprender a olvidarla,
diecinueve días
y quinientas noches.


ACUÉRDATE DE MI (Lo cantan Sabina con Serrat)

Acuérdate de mí cuando me olvides,
que allí donde no estés iré a buscarte,
siguiendo el rastro que en el cielo escriben
las nubes que van a ninguna parte.
Acuérdate de mí en tus plegarias
y búscame con los ojos cerrados
entre la muchedumbre solitaria.
Yo tampoco te quiero demasiado.
Como te tomo, me doy.
Como te busco, te evito.
Como me vengo, me voy.
Como me pongo, me quito.
Como te falto, te sobro.
Como me callo, te digo.
Como te pago, me cobro.
Como te extraño, te olvido.
Por ver volar los peces de colores
hicimos agujeros en el agua,
preocupados en los alrededores,
siempre en la dimensión equivocada.
Mujer de sombras y melancolía,
volvamos al edén que nunca ha sido
a celebrar con las copas vacías
el gusto de no habernos conocido.
Como te tomo, me doy.
Como te busco, te evito.
Como me vengo, me voy.
Como me pongo, me quito.
Como te falto, te sobro,
como te falto, te sobro.
Como me callo, te digo,
como me callo, te digo.
Como te pago, me cobro.
Como te extraño, te olvido


CUENTA CONMIGO (Joaquín Sabina)


Si quisieras quererme
Dejaría de fumar
Y me haría vegetariano
Si durmieras conmigo
Dormirían menos tristes
las palmas de mis manos
Y si los buenos chicos te atosigan
Y buscas chicos duros
Fingiré ser el duro que castiga
Con besos de cianuro.
Si buscas alguien que te trate mal
Cuenta conmigo
Si quieres guerra guardo un arsenal
bajo el ombligo
Y si se trata de tratarte bien
mejor que un millonario sin dinero
Olvídate de chulos todo a cien
Por ti seré un perfecto caballero.
Si me abrieras tu falda de lunares
Y me pidieras que me cuide un poco
Haría footing por los boulevares
Con chándal y a lo loco
Y si es mejor quererte sin permiso
Con rabia y al contado
Yo te querré, como jamás te quiso
Quién más te haya marcado.
Si buscas alguien que te trate mal
Cuenta conmigo
Yo nunca tuve una mujer fatal
Ni tu un amigo.
Y si se trata de tratarte bien
Mejor que un Lord con pantalón de cuero
Olvídate de chulos todo a cien
Por ti seré un perfecto caballero
Si quieres un maldito perdedor
Que humille y que malquiera
Ponme un pisito y yo seré el peor
Cabrón de tu escalera
Y si te ponen los matices de mi lado femenino
Por ti comulgaré en misa de diez
con ruedas de molino.
Si buscas alguien que te trate mal
Cuenta conmigo
Yo nunca tuve una mujer fatal
Ni tu un amigo.
Y si se trata de tratarte bien
Mejor que un Casanova con liguero
Olvídate de chulos todo a cien
Por ti seré un perfecto caballero.

La tarde consumió su fuego fatuo
sin carne, sin pecado, sin quizás,
la noche se agavilla como un ave
a punto de emigrar.
Y el mundo es un hervor de caracolas
ayunas de pimienta, risa y sal,
y el sol es una lágrima en un ojo
que no sabe llorar.
Tu espalda es el ocaso de septiembre,
un mapa sin revés ni marcha atrás,
una gota de orujo acostumbrada
al desdén de la mar.
Y al cabo el calendario y sus ujieres
disecando el oficio de soñar
y la espuela en la tasca de la esquina
y el vicio de olvidar.
Por el renglón del corazón
cada mañana descarrila un tren.
Y al terminar vuelta a empezar
dos horas después de amancer.
Tiene la vida un lánguido argumento
que no se acaba nunca de aprender,
sabe a licor y a luna despeinada
que no quita la sed.
La noche ha consumido sus botellas
Dejándose un jirón en la pared.
Han pasado los días como hojas
de libros sin leer.
Título: Dos horas después

«Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía»
Título: Calle Melancolía

Que no arranquen los coches,
que se detengan todas las factorías,
que la ciudad se llene de largas noches
y calles frías.
Que se enciendan las velas,
que se cierren los teatros y los hoteles,
que se queden dormidos los centinelas
en los cuarteles.
Que se mojen las balas,
que se borren las fotos de las revistas,
que se coman a besos a las colegialas
a los artistas.
Que se toque la gente,
que no lleguen los trenes a la frontera,
que sean cariñosas con los clientes
las camareras.
Porque voy a salir esta noche contigo
se quedarán sin beatas las catedrales
y seremos dos gatos al abrigo
de los portales.
Que se enfaden las flores,
que vuelven las cigüeñas al calendario,
que sufran por amores los dictadores
y los notarios.
Que se muera el olvido,
que se escondan las llaves de los juzgados,
que se acuerde Cupido de los maridos
abandonados.
Cuando llegue por fin mi mensaje
a tus manos, en la gasolinera
vieja esperaré;
y tomaremos juntos al abordaje
la carretera
que te conté.
Dejaremos colgada
la caprichosa luna sobre los cines
y las estatuas públicas derribadas
en los jardines
Título: Esta noche contigo


ADIVINA ADIVINANZA (Joaquín Sabina)

Eran dos hermanas,
la noche y el día,
una tramontana,
otra gota fría.
Eran dos hermanas,
el sol y la luna,
una de avellanas,
otra de aceituna.
Eran dos hermanas,
lija y terciopelo,
eran dos cristianas
huérfanas de cielo.
Eran dos hermanas,
el llanto y la risa,
una marijuana,
otra yerbaluisa.
Eran dos hermanas,
pensión y viaje,
fines de semana,
corazón salvaje.
Eran dos hermanas,
agosto y febrero,
una tengo ganas,
otra ya no quiero.
Eran dos hermanas,
gusanas de seda,
vírgenes fulanas,
sálvese quien pueda.


«...Porque nada me consuela,
porque todo me extravía,
porque duelen las duquelas
 y llego tarde al tranvía,
porque quiero seguir siendo
sin saber cómo ni cuándo
 y bendigo maldiciendo
y espero desesperando...»
Joaquín Sabina [Décimas del escenario]



«...No tengo más verdad que la que arrasa
corrigiendo las lindes de mis venas.
 Por diseñar castillos sin almenas
perdí, otra vez, las llaves de mi casa.
Veranos de buen vino y mala sombra,
 de confundir enanos con molinos,
 de viajar al abismo con alfombra...»
Joaquín Sabina [Doble o nada]


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