·
Bienaventurado el pájaro cuyo canto despierta el corazón de una madre en
las ramas de la tristeza
·
Bienaventurado el que condensa lutos negros porque de él será la última
soga del Relámpago
·
No me arrepiento de nada ni de nadie la vida es un monólogo
·
Mi alma crece silencioso hacia un lugar incierto
·
Allí las fieras luctuosas allí el sicario gótico y el infortunio ciego
·
Brota el arcoíris de los cálices
·
Le brota su cuerno al fauno, el eco al precipicio, su luz al cielo
·
Yo cruzaré los médanos con lumbre, yo abrazaré los remolinos ciegos
·
He sido parcial con los vencidos, seguiré siendo parcial ante los muertos.
·
Llueve sobre los muros del pontificado y los altares de lo absoluto
·
Llueve sobre las llagas barrocas de la fe y sobre la corona de espinas
·
Llueve en las afueras del hombre y en las cercanías del otro hombre que
va en el jueves sobre los puentes y sobre el jardín en la casa de las
prostitutas
·
Llueve sobre los muchachos amenazados por el resplandor de la velocidad
·
Huye hacia otra ciudad que no existe en un caballo de hierro
·
Este es el lugar donde el escéptico le da la mano al inmoral
·
La lengua del Tíber abriendo las aldabas de la noche
·
Toda la vida se parece a mi vida
·
Mi alma es esa casa de madera que arrastra el vendaval
·
A veces en las noches siento acercarse a un huésped invisible
·
La poesía, cada pluma arrancada a las alas de un ángel, es la semejanza
de una casa en el aire el portal luminoso las ventanas abiertas el que empuja
la puerta y el que entra seguro y se acerca hasta el arca de reparte los dones
·
Doy al amanecer un cuchillo blanco
·
Bajo el hielo negro de la noche camino conmigo
·
A la columna de silencio de esa muchacha que, rosada por el tacto de la
obediencia, guarda en su pensamiento la perfección de la muerte, una copa de
viento y de raíces
·
Al río de mi infancia donde vivió Demócrito de Siracusa, la niebla del
espíritu la claridad que ya no tendrán mis ojos
·
Al muchacho judío que ante un espejo empañado contempla el Rubí de su
alma atravesado por la espina de la crucifixión, una caja de música
·
A la sombra de mi padre contemplando la luna, una cabaña en el bosque
·
A la mujer que me amó con la fidelidad del astrónomo, dejo el resplandor,
el halo de una estrella cuyo astro no existe
·
Para el que estrechamente vigilado por la locura hizo vibrar el ángulo
recto de las constelaciones
·
Para ti amor mío, el eterno río de los dioses y sus gatos sagrados
·
A la muerte, una palabra abierta.
·
Al que con su linterna de fósforo ayudó a resistir y dio la navegación
de los torturados el faro de la utopía
·
A la Dulce mujer que se acercó a mi sombra como madre
·
A la tristeza que iba cruzando el puente aquella tarde de invierno, un
revólver cerrado por un nudo
·
A los amantes que descifran su desnudez en la oscuridad un hilo de
saliva
·
Los ágiles antílopes que cruzan el agua encarnada de los sueños
·
Y de entre todos los dones y de entre todos los sueños dadle a mi
corazón una casa en el aire
·
Cuando haya amanecido también este dolor te pertenecerá y los frutos
aborrecidos por el frío de las lejanas promesas entrarán indiferentes en la ausencia
del mundo
·
Te echaré de menos entre los muertos que no dejan de llorar y con ajena
belleza participan en la destrucción de la verdad
·
Algo ha de permanecer, no los futuros oros del olvido, sino la presencia
de los amorosos fantasmas
·
Algo inferior y a él conocido lo arroja de los espacios solares
·
Va oscureciendo sin poder nombrar la razón de esa angustia
·
Se entierra a sí mismo en lugares silenciosos en suburbios por donde
vagan atormentados los perros
·
Amó, pudo haber nombrado la edificación secreta de su deseo, pero la
asfixia del canto, la estética de la muerte, los grandes huecos civiles de la
consolación sólo le ofrecen el pan de los rechazos.
·
Pretendía su perfecto instante de unidad nostálgica bajo el rumor de las
estrellas que aún no han visto el mundo
·
Si desear no fuese distinto a existir en el pánico
·
Las proporciones de la embriaguez decapitadas por la ira del Ángel
·
No puede contener el muro sobrecargado de enredaderas nocturnas
·
El calvario de arpas embriagadas en los mataderos ha sido expulsado del
oscuro y echado de los resplandeciente
·
Aguarda la mañana martirizada por las tenacillas del encantamiento
·
Ha dejado de tener esperanza y las armonías que sostenían la tierra
carecen de eco en los silenciosos eclipses de su soledad
· Si tuviera la doble llave que sigue oculta a los hombres
·
Pero estará el amor el sabor imposible de todas las hierbas con que la
fidelidad adorna los años que dura la luciente catástrofe de su locura
·
Acuérdate del amor al hacer el signo de su protección
·
Bajo los giratorios y los sonámbulos y los gozosos astros del mal
·
Bajo Los relámpagos del gozo y los sonámbulos en las flotantes
transparencias del abismo
·
La culpa en la que silba el origen de todo lo bello
·
Atravesado como estás por la profunda división de los ríos enfermos, por
las aguas que socavan el abandono y desmoronan al que nadie ve
·
En qué hora me negáis el arca del agua luminosa
·
Se enciende cuando cierro los ojos como cólera en la ceniza
·
Y es fascinación en descenso mi soledad y la tumba del miedo
·
Mi éxtasis en las ruinas
·
El amor transformado en pánico, el pánico que deviene en misericordia,
en derrota, en nada
·
Ha anochecido en la última lámpara y las oscuras raíces entran en la
tumba agrietada del hombre
·
No hay pasos que te sigan por las verdes alfombras de mármol
·
Sólo el que arrastra su gran ruido por el mundo puede oírte ahora
·
Sólo el herido por lo sagrado, sólo el abismal inocente huésped tuyo
conoce palmo a palmo la celda furiosa, la desnudez de espectro
·
¿Qué canto de náufrago te ha traído a la trampa doliente?
·
¿Qué otro color te ha separado de las ardientes profecías de la tierra?
·
Nada busca el hombre que ama en la personificación de lo amado. Nada
encuentra sino el vendaval que destroza las velas del conocimiento, camina por
la ciudadelas arrasado por el incendio de lo presentido.
·
Cuánto ha dicho, cuánto feroz y delicadamente ha susurrado, lo esparce
por las galerías del corazón y en ellas clama
·
Ha descendido al lugar donde los coros permanecen callados y son
estruendos de los silencioso bajo lamparones de otoño.
·
Las toneladas de nombres comprobados en la ventanilla de los inmóviles
·
Es la docilidad de los enfermos unificados por el sonido de la
medianoche
·
Eres tú amor mío inclinada ante la huella de las herraduras lunares
·
Tú la poseída por el poseído, los céntimos del jaguar y la cucharilla de
arena
·
Y el mar, las coronas asirias, los caballos que arrastran sobre el agua
la berlina del hijo complaciente en su abismo
·
Paciente enamorado signo aún vivo del ruiseñor atrapado en las resinas
del árbol del paraíso
·
No cantas para resistir la intemperie del que camina hacia su estrella
·
El indetenible mensajero que por la prolongación del aire ya traspasa la
puerta donde la granada y el perro conversan con mi corazón
·
Si pudiera robarle a la existencia otro instante y en él permanecer y
esperarte y allí despacioso creer para siempre
·
Te amo, mas no es el amor la causa de aquello que amo,
es la venganza de la vida que regresa contigo y es alianza en lo alto, es la
mísera voz de los hombres la que dice: “ven”
·
Pasa tu estrella con un pañuelo en la cabeza, trae una corona para los
corderos
·
Yo, el que te amo como una nave abrazada en la tempestad por un faro
·
Yo, el que te busco como a sus crías robadas busca una temerosa alimaña
·
Yo en la simplicidad con que enferman los enfermos y desaparecen
·
¿Y eso es amar? ¿Esperarte en los acantilados de la destrucción es una
forma de amor?
·
Ha regresado el amor y no hay nadie dentro de mí esperando la llamada
nueva del amor
·
Has amado en la realidad la irrealidad de los ausentes
·
Irás de un mundo a otro sin que te redima ninguno, levantarás las losas
preguntando dónde está el que estuvo y te responderán las piedras, todas las
piedras que retrocederán hasta su remoto aullido de estrella, todas las rocas
que varan en medio de la tiniebla la barca rota del mundo
·
Ciega en el resplandor cómo oigo subir la marea del cielo a tus ojos
·
Eres la huella del aroma impreso en las sustancias desaparecidas eres la
navegación detrás de la estela donde se inmolan los pájaros, eres la aurora que
abre su casa, eres la casa que ofrece su médula
·
Apenas voz sin rostro amante ausente
·
En la médula del silencio por las escalinatas que conducen al lugar que
no existe te oigo toda la noche respirar te alimentó con inutilidad en cada
cosa que miro
· Manzana de la amarga sabiduría encerrada en el sabor de la pura manzana en ti y junto a ti en la posesión de la ausencia sosteniendo la estructura sagrada del equilibrio
. Espíritu de la locura soledad que deslumbra
·
Ahoga tu queja en la benevolencia nocturna
·
En las tintas espesas que el océano suscita a orillas del llanto
·
No podría encontrarte aunque de una en una por todas las arenas de la
tierra te buscase impaciente como infeliz condenado al resto de su vida
·
No es esta vida, existe otra vida en la imaginación, cinco conductas de
los cuerpos que entregan sus cuerpos a la obsesión del instante, los que fueron
amor, los que son el amor
·
Hablo contigo ignoro dónde estás, hacia qué luz busca mi ser el eco en
que te escucho
·
Yo sé que algo redentor, alguna claridad que arrastra el río lleva el pensamiento
tuyo
·
Hablo contigo alrededor de un hueco alrededor de mí, como aquel que
dentro de nosotros es próximo y se acerca con su haz luminoso de pureza
·
Es de noche en los dos como metal oscuro y vemos como largamente la
verdad extiende su único hilo de saliva, único alfabeto en el rumor de todos,
el que lámina a lámina va enhebrando en el eco una voz que responde, esa voz en
mí mismo la que nos alumbra y persuade desde más allá de la muerte
·
Cada gota de tristeza arrancada a la nada es una medalla de diamante
perfecto
·
El vértigo que entregas de tus pasos a otro al acercarte al vacío
·
Caballos oscuros que tortura el deseo
·
Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja.
Mi corazón es una casa roja con escamas de vidrio cuya eternidad es breve como
columna de lágrimas
·
El minotauro hace rodar sus ojos por el acantilado de las estrellas
entre la herida del anochecer hace su nido en la arena
·
Yo hablo con alas, yo hablo con humo de lo ardido y lava de diamante
·
En el canto de los pájaros suena la armonía del baile de los muertos
·
Yo vivo extraviado entre dos rosas de sangre, la que tiñe la calamidad
de impaciente belleza, la que tiñe la aurora con su astro eucarístico
·
Mi voluntad tiene la colonia del orfebre mi capricho tiene el óxido de
tu frente de hierro
·
Nadie cruza los bosques malignos
·
Yo veo el arcoíris yo veo la patria de los músicos y el olivo de los evangelios
·
Mi casa es una casa roja bajo la fibra de un rayo
·
Esta casa mira al sudeste azotada por el aliento de los que piden
limosna
·
La modalidad del sufrimiento rehuye las formas de lo visible
·
Es el azar de las huellas en el túnel
·
El olvido utiliza los ojos del diablo para observar la organización de
la monotonía
·
Dentro de la noche hay otra noche
·
La noche está desnuda como Dios en su infancia
·
Hay otra noche con las fosas nasales de la noche, con las lenguas de
agua de la noche, con los esquizofrénicos versos sin agallas de la noche
·
A nadie le corresponde el encargo de embellecer la tierra
·
El viento que toca con dedos de baquelita las cosas que dejaron de ser
santas que dejan de preguntarse para qué sirven.
·
Es el viento el que vuelve histéricos a los ángeles
·
Voy a nombrarte como sol que duda entre el Jazmín o la libélula
·
Ya están los evangelios anunciando fresas en tus labios
·
Ningún espejo es un mecanismo puro destinado a la imitación
·
Mi corazón largamente ha escuchado el silbo de dos astros
·
Decid de qué perlada víspera de nieve llegáis a mi boca
·
Tierra Que cantas debajo de la tierra
·
El pastor del relámpago
·
Te amo por algo venidero que no tiene que ver con la felicidad
·
El azar es un ataúd con teclas de piano que flota en el río
·
Ángeles en caída libre pudriéndose en las cajas de música
·
Hijo, la poesía comulga con ruedas de molino
·
Los amantes tienen en la garganta un gato mágico y campanas de Praga
·
Te despeinaré los cabellos hasta que te parezcas a un árbol que regresa
de hacer el amor
·
Abandonaremos este barrio sin luz y me entregarás otro experto
coleccionista de lágrimas
·
La eternidad sólo queda a tres cuartos de hora
·
Un bosque no es una hilera de pinos
·
En el music hall de mi corazón no hay lugar para los cementerios
·
Soy partidario de tomar prestado el talento de los demás algún día lo
devolveré con una nota de agradecimiento
·
La crema de los ángeles sabía a Pierre Reverdy
·
Donde quiero ir, se llega antes en metro
·
Y violetas africanas en el botiquín de primeros auxilios
·
En todos los racimos de viento baila un adiós de abanico
·
Lloro, ángel mío, como un caballo joven que huye de su sombra
·
Y obedecerte, fiebre mía, luz poderosa de un río vocal, donde acude mi
corazón como balando
· Lloro por el resplandor y por los astros que caen en mis ojos como semillas
. La nostalgia es un pájaro que enciende su rumor en la noche
·
El celeste va porque los labios se exhalan entre palabras secretas
· Lo que recuerdo es hermoso como el aceite que resbala de una tea encendida y fulgente se esparce sobre los cuerpos desnudos sobre el súbito mármol de los amantes dormidos.
. Lo que lentamente abolido aún palpita como un
rubí el melodioso pico de los pájaros
·
Viví cansado por la luz radiante estremecido hijo de la tristeza y los
relámpagos
·
En una oscuridad amenazada por el muro cinerario de la aurora
·
La noche ha puesto lámparas apagadas en los nidos vacíos
·
Llama flor del frío a la tumba de los náufragos
·
Tiene aquí mi corazón la edad del mundo
·
Llamo inalcanzable a la distancia que hay entre dos cuerpos
·
Me ocupo con horror de los esfuerzos que hace cada día el sol por
elogiar la tierra
·
Mi alma crece silenciosa hacia un lugar incierto
·
Yo cruzaré los médanos con lumbre yo abrazaré los molinos remolinos
ciegos
·
Hay un rumor lejano del infierno
·
La imaginación es una vivienda donde los herejes hacen ruido con el
Apocalípsis
·
Ninguna ciencia de rabinos descubrirá la amistad entre la poesía y el
cielo
·
Lo imposible es indulgente con la maravilla
·
El Crepúsculo tiene las manos atadas
·
Yo he entrado en una tumba blanca y he comido en ella carne brillante de
pez
·
Y a esa tumba la he llamado casa y he cerrado la puerta y me he quedado
a vivir en ella
·
Cuando llamó el lúcido le pregunté a qué venía: “vengo para saber”- me
dijo
·
Cuando llegó el cobarde entró también el desconocido. Ttraían aceite
para las lámparas.
·
Nadie me ha ayudado a equivocarme. Yo mismo he abolido mis derechos
·
Hay calor entre un semejante y otro y hay destrucción porque existe en
ellos la proximidad y el imán que los ahuyenta.
·
Hay profusas noches que luego nos darán temor
·
La voz que nos conoce y se queda ahí mirándonos como una res moribunda
en el estanque helado
·
El que escribió su nombre en el agua como un culpable en la piedra
·
Que lo abrigue el trueno
·
Que lo abrigue el resplandor de las rosas
·
Aquí junto al molino donde la mujer y el sátiro intuyen su materia
armónica y maligna
·
Tú sabes que no te pertenece la brevedad de esa visión
·
Los descendientes de un animal sagrado
·
Entra en el olvido como una antorcha que se apaga
·
Órgano de paja donde concluye el viento
·
Cantas entonces tristemente cantas dices tu oración a un mundo que se
acaba mientras los astros con desgana giran como un lento eclipse sobre las
cosas muertas
·
Y el mar es un estanque de agua errante y detenida
·
Esa partícula de Dios que hace creer a un hombre en otro hombre
·
Eres en mí la nada sucesiva eres el pacto entre la liturgia del templo y
la cabaña
·
Aquí el hombre elevado como una nación bajo amenaza
·
Llamas vivir al terrible corazón que rueda sin otro oficio que la
necesidad
·
La mujer que se prostituye junto a la hoguera de la imperfección del
destino sumerge sus manos en el agua donde hacen ruido los deseos herméticos
·
Funda con lo prohibido una nueva persona
·
Piedad al ciervo por la compasión al amo, piedad al amo por su perro,
piedad al perro por su gratitud secreta
·
El terror del que se alimenta el hierro, el oráculo de la temible
eternidad y la incurable peste
·
Una misma alianza entre acusados, una misma venganza entre parientes
·
En todas las cadenas hay un preso, ante todas las conciencias un cautivo
·
Con qué feos orgullo enciendes este fuego, con qué flautas de cera
entras en los túneles
·
Ardiente promesa del que está bajo la tierra aguardando a su amor
·
La mujer que ha puesto en mi mano una llave púrpura
·
No tiene otra cosa para dar el día sino la consternada realidad que
burla la plenitud del mármol y la niebla
·
La quimera con cabeza de gata
· Mi vida brilla en la oscuridad como chatarra en los descampados en el espejismo con el que se reviste la fe para sobrevivir
. La sustancia
insomne de un cuerpo que se repone de la fatiga
·
La extraña materia del sufrimiento hecha presagio entre la venda helada
que une al místico con el romántico
·
Me he perdido en la noche de un laberinto eléctrico
·
Roma como una piedra hambrienta en el cortejo diabólico
·
En su cabeza como un bosque dormido los venenos de la posesión hacen
sufrir al enamorado
· Y salió el basilisco con su áspera lengua de arena
. El oficio de
andar por ahí con una hoz en la mano
·
El que abre la botella del náufrago
·
El errante que bajo el cielo de agosto llama a este sitio lugar donde él
quisiera vivir
· El que dice toda noche es pequeña para mí en el que tiene una herramienta negra, el que la oculta para no defenderse de nada
. Quién alza
la mano y dice y el que no alza la mano y murmura y pone su silencio entre las
palabras que tienen valor
· Tomó la lámpara y la apagó
·
Nadie que se conozca olvidará las portentosas inocentes primeras
palabras de su infancia
·
La bella Oriental entra en su hotel el poeta la sigue con ojos de gata
·
Mi mano sostiene la espina que desangra esa rosa de carne
·
El iracundo fantasma de los profetas
·
Vivo alrededor de una fama oscura a la que llaman presagio
·
Mi voz teme la voluntad de las galerías que excava el minero mientras
piensa con impaciencia en el sábado
·
He enterrado la llave que abre a un hombre al vacío y la llave que
cierra la urna y la que no abre ni cierra nada. A esa también la he enterrado
·
Ahora custodio la propiedad del olvido
·
Con "la" violentos el mar respira la escama fría de los peces muertos
· Decirle a un Dios oye Dios dile a la muerte que no estoy
. El azar nunca conspira contra la razón
·
Mi pensamiento tiene una alianza con la tempestad
·
Donde estás, ya siempre será demasiado tarde para seguir buscando
·
El que restablece el silencio da origen al murmullo, el murmullo imanta
los pabellones blancos, fosforece y obliga a despedirse
·
Pronto llegará el día en que tendré que marcharme
·
Ahora resistir es ser mortales
·
He ido a una iglesia ocupada por terribles hijos, he abandonado a mi
madre, he apostado mi vida y las tres veces la he perdido
· He dado la mano a cada palabra y cada palabra me ha dado la suya
. La criatura
hermosa la electricidad y el granizo
·
La verdad del teatro de sombras
·
Si al menos yo pudiera acostarme a tu lado y no soñar que estoy contigo
·
Oigo el dialecto de tus pasos en las habitaciones
·
Si al menos cada huella fuese un signo, una claridad de algo allí donde
pisaste, un hueco de mar al que arrojarme
·
Si al menos mi corazón rodase como una moneda hasta llegar a tu mano
hasta llegar junto a ti como el agua que lava tu ropa, el aire que respiras
como luz que no tengo
·
Si al menos yo fuese El desconocido que volviera a encontrarte y no que
se despide y atraviesa sin mirar las calles y en ningún lugar fuera de ti
encuentra ya refugio
·
Si al menos nadie fuera ya a ninguna parte y todo se negara a existir
hasta que tú volvieras hasta que tu amor del mundo derribara los muros,
entraras como un vendaval en los palacios, arrasaras con ternura las piedras y
yo te mirara hasta confundirme contigo como aire en el aire, como agua
indefensa
·
Si al menos mis pasos ahora que vago perdido por los suburbios, no
ejercieran la mendicidad de explicarte, de exponerte el recuerdo como quien te
entregara al crimen
·
Y lo anotado aquí fuese en mi conciencia voz de lo inexpresable luz del
candelabro judío que me he colgado al cuello como un conjuro contra la
oscuridad
·
Si el que camina sobre el agua de una isla a otra se acercara un día bebiera mi sangre usada y me llevara contigo
· Si este nido de alacranes blancos que tengo por almohada, esta precipitación
de rocas en medio de la noche, este insomnio de feroces animales desangrados
·
Si tú volvieras, conformidad de mi única riqueza, si tú aparecieras en
la mano que excava en la penuria, aparecieras como gota de sangre a la que se
ofrece un pañuelo
·
No he descendido a ningún otro infierno que no fuese mi vida
·
El día que las bestias vomiten en los circos la rosa de hueso de los
mártires
·
El día que, reconocidas su condición de vírgenes impuras, sean madres de
un Dios todas las madres
·
El que tenga una moneda no se le ofrezca a la compasión. El que sienta
compasión no le invierta en la ranura de la pobreza
·
La violenta voz de los oscuros a quien la tempestad ha esquivado
·
He venido a ver a la mujer que se ha puesto el vestido de humo nuevo del
amor como agua que se precipita, como manada que se despierta
·
Porque el conjurado se ha puesto de pie y el vendaval ha abierto la
puerta
·
No es con el lenguaje, no es con la materia con que un hombre comparte
la cavidad de su espíritu lo que a ti me une
·
Puede mi vida entregarse a la ternura o al rencor como se abandona en un
hospicio al huérfano
· Adiós fúnebres coronas que dormís en los eclipses adiós aposento del amor hecha de la risa al fuego
. Cerrad la luz desnuda con candado
·
¿Quién cortara la flor enferma de las calles qué lobos viejos, qué ojos
curvos bajo la ulcerada carne de los vivos?
·
¿Hacia qué tesoro de los así ceniza irán los desunidos pasos del
impostor?
·
Todo se traiciona todo lo que se llama alguna vez se pierde
·
Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua
·
Cual el lugar de su propio deseo, opta la mujer por otro, por un solo
ojo opta el cíclope, eligen su color los caracoles negros como los cuatro
elementos, mas la nieve y el rayo como las manos de mi padre encendieron el
fuego
·
Los esqueletos de paloma en el museo de lo que vendrá
·
Esta palabra no ha sido pronunciada contra los dioses, esta palabra y la
sombra de esta palabra han sido pronunciadas ante el vacío para una multitud
que no existe
·
Lo que fue amado como cuerpo lo escrito en la docilidad del árbol único
será consolación en un paisaje lejano en tal caso la noche como una pelota de
goma en el patio de al lado
·
Era como un santo enfermo estorbando en medio del altar
·
Con las uñas sucias y oliendo como una lata de petróleo espantando a las
moscas de la rosa podrida
·
Un río que madruga para ir a fabricar el agua de las lágrimas
·
Es una luciérnaga que busca una moneda perdida. Cada moneda perdida es
una golondrina de espaldas posada sobre la luz de un pararrayos
·
Los locos tienen alas de mosca y vuelven a guardar en su caja las
cerillas quemadas como si fuesen palabras rosadas por el resplandor de otro
mundo entero en cavalo morto cuando muere un caballo se llama a Ledo Ivo para que
lo resucite cuando muere un evangelista se llama a le doy para que lo resucite
cuando muere Ledo Ivo llaman al sastre de las mariposas para que lo resucite
·
Los recuerdos hermosos son fugaces como las ardillas
·
Yo tenía una libélula en el corazón
·
Recogía las maderas auditivas de un mar inexistente y con ellas
construye algo parecido a una casa
·
Toda oscuridad era para mí un obsequio un rumor de la eternidad que se
prestaba como cuerpo desnudo a mi mano
·
No era la boca del amor la que respiraba sino la imaginación del amor
·
La ilusión del hombre es una luz que llega desde lo desconocido
·
En mi pensamiento a la crueldad tiene nombre
·
Para qué exista el dueño de la ciénaga, primero ha de existir la ciénaga
·
El poeta que baila con el agua de las pecadoras
·
El poeta el que vive en la patria de una mujer desnuda, el hijo de la
locura
·
Las estrellas son para quien las trabaja.
· He amado la oscuridad y me he acostado con ella
·
He tallado las piedras de la oscuridad hasta herirme las manos
·
He repetido tu nombre en la oscuridad
·
Y desnudado a la oscuridad y gozado con ella
·
Y acariciado con dedos de pastor el sexo de la oscuridad
·
La oscuridad es la oración de los acordeones nublados
·
La oscuridad vive en las palabras que descifran la muerte
·
La oscuridad habita los suburbios de la belleza
·
Dad de ladrar al perro de la oscuridad
·
Oíd la lepra sagrada de la oscuridad
·
La verdad es una diosa que enseña el camino a los errantes
·
Por eso, padre, mi alma está llena de fuego
·
Como aquel que al entrar en su casa se encuentra con la mar y goza y es
feliz y se queda con ella para siempre
·
Yo he nacido aquí antes de que mi corazón se diera cuenta
·
Desde entonces ha sido melancólico y triste porque he contado los astros
y la lluvia y la arena
·
De lo ajeno he tenido la bondad de la tierra y de lo mío la nada en su infinita
certeza
·
He visto a los hombres mirar hacia el cielo como buscando la vida que
junto a ti se les niega
·
Mi memoria se ha cansado de llover y esperarte
·
Nada pudo hacer abundante espiga del dolor contra nosotros cuanto más me
iba más tu amor me aprisionaba
·
He sido fuente donde vienen a beber desde el fondo del mundo las
estatuas
·
Yo no espero otra luz que la tristeza
·
El verano ha dejado solos en la ciudad a los muertos
·
Hablo contigo, ignoro dónde estás, hacia qué Luz busca mi ser el eco en
que te escucho, yo sé que un aire limpio te respira, que algo redentor, alguna
claridad que arrastra el río, lleva el pensamiento tuyo y hablo, hablo contigo
alrededor de un hueco
·
Lámina a lámina va enhebrando en el eco una voz que responde, esa voz en
mí mismo la que nos alumbra y persuade desde más allá de la muerte
·
Cuán sigilosos son los pasos del que huye
·
La tallada pasión de lo que crece como un ala de dolor sobre los campos
se ha dormido
·
Toda la noche llamó la noche a los caballos, toda la noche por un mar de
estrellas apagadas cruzaron mi corazón sus ojos puros cómo astros sin luz bajo
las piedras pasaron con su corazón tronchando ramas cruzaron lento relinchando
la espesura por los calveros súbitos del bosque
·
En las altas tumbas de la nieve posado está mi corazón junto a los
pájaros
·
Su corazón es triste
·
Su secreto es perfecto como la muerte de un niño
·
Yo la he escuchado gritar desde el brocal de un pozo como el astro que
mojado suspira bajo el agua pero es aún luminoso y goza en el poder de la
belleza
·
Yo me he detenido ante esa voz de mi origen, pero ella no me llamaba
·
No la ha tallado al mar ni la dura gema del rocío su sombra como la cal
o la espuma es nieve
·
Su vida es un valle solitario y cuando llueve cae sobre ella el agua del
arrepentimiento
·
Busca entre las rocas la vena de un milagro y se baña en su luz y funda
un río con sus manos entre un pez encenderá la lámpara del Sol en yo he visto
transcurrir el desamparo
·
Y mi noble amor habla con lo que empieza a dormirse
·
Intervendrá el silencio con su mitra de plumas a llorar en la hierba
·
Voz y compás de la voz en la construcción de las bóvedas vos cuya
invocación es el aire
·
El horizonte es un caballo rojo que relincha entero
·
Es la hora en que todo va a ser perdonado
·
Las mujeres van a servir a la casa de la anticipación y los poetas que se
desprenden del mundo van hacia su última hoja en el árbol de paraíso
·
Y creencias que más vale quemar antes de que se volvieran a repetir
·
Es la hora en que todo va a ser perdonado
· Es la hora en la que todo va a ser bendecido
. La oscuridad de la
noche queda sin resolver
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Pasan los ríos desbordados de gracia
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Es la hora en que todo va a ser perdonado cuando regresan las dormidas
lluvias y de la casa de la anticipación ya no queda en este mundo ningún
testimonio
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Bajo una piedra rosada por un ramo de lilas los adolescentes entierran
su deseo en el bosque
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Yo he visto las mujeres que lloran en los parques, las que danzan en la
noche y se evaporan de pronto ante la mirada de un hombre, las florecidas en el
amor, las muchachas que vuelan a los nidos más altos, tocan el arpa las tardes
con niebla, las que sufren en mi corazón, las aromadas en música y las que
sueñan con pájaros
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Yo he visto una mujer que tenía un relámpago y un frasco de palabras
amarillas escondido en su cómoda
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La paloma de seda que ha bordado el olvido y es perenne en su torre y se
parece la idea de pensar en la lluvia entrevistó a las mujeres ahogarse con un
hilo de saliva y silencio, muchachas con la llama de un astro entre las piernas,
tumbadas en la hierba con el pubis mojado por la espuma marina por los labios
del cielo que vigilan el alma
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En las altas tumbas de la nieve posado está mi corazón junto a los
pájaros
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Vosotros cuyo silencio no conoce la duración del olvido
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El pastor de relámpagos
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Resplandor de los dioses sobre las colinas de hierba
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Su soledad es dulce en el sonido de mi corazón
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Devolvedle a la locura su talismán de oro
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Permítase al perdido vagar hasta encontrarse
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El pensamiento de esa mujer que fue joven y soñó con el mar y ha
envejecido
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Los pájaros morados del olvido
· Era toda la ciudad como una lámpara que lentamente un pájaro encendida sobre el blanco silencio de los muros
. La palabra era el mar
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Esta noche y no en otra noche más cercana o desnuda voy a empezar a
vivir. Esta noche y no en otra noche más doliente y profunda voy a empezar a
nacer. Esta noche y no en otra noche más triste y oscura voy a empezar a creer.
Esta noche y no en otra noche más cruel o suicida voy a empezar a morir. Esta
noche y no en otra noche más deseada y querida voy a empezar a cantar. Y es
que el silencio recorre mis cosas y no soy yo. Es que ha pasado la muerte toda
encendida de trigo, y no soy yo. Es que han encendido una hoguera y soy también la llama cuando arde el deseo prohibido. Esta noche y no en otra noche más
fría o ajena, voy a marcharme para siempre. Es que nunca termina la muerte y no
soy yo cuando maltratan el beso con ira.
Esta noche y no en otra noche más escondida y lejana voy a quedarme contigo. Es
que ocurre un monstruo en las selvas del alma y no soy yo. Es que está pasando la
vida y yo no soy
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