lunes, 6 de julio de 2015

CON UNA BOLA DE BILLAR EN LA MANO - Alfonso Sola González



Es tal vez conocido y en ciertos días suave
el tapiz donde rueda
tu marfil abierto,
cuando te muerdo el cuello
se cierra
la navaja,
la oreja atenta
al ruido de la muerte.
El crisantemo doble en la cocina
dice:
Señora;
hay que apagar las luces.

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