lunes, 6 de julio de 2015

SEÑORA DE UN JARDÍN - Alfonso Sola González


Te vi vestida como si vinieras desde la oscura sombra.
En la errante ventana
mis ojos retenían el aire, las plumas que caían.
Miraba las dos caras del mar y de la tierra y la de aquella sombra que llamamos
luna.
Te vi vestida como si llegaras
con un ramo de agua y sin olvido, como si desnudaras con tu paso
la fría piel del sol cuando es de noche.
Y la memoria me pregunta siempre. Y yo repito a la brillante arena;
La vi vestida como si viniera desde otra oscura sombra, sí,
vestida por dentro. (Inédito)


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