PERE GIMPFERRER
- No culpes a nadie del derrumbamiento del hombre
- Mucho necesita el hombre para abarcar la extensión de su
deseo y su deseo es la nada
- El brillo que queda en la mirada después del amor
- La verde oscuridad del mar en sueños
- Crecer en mi corazón y sus lúgubres jardines
- Estos bultos de sombra que pronuncian el nombre de
jardines secretos
- Ajena en ese país tan tuyo de metal y sombra donde no
puedo entrar
- Tu cabello suave que ahuyenta a las brujas tu mirada
vertida en algo más allá de ti
- Cascabel suspendido en la nupcial farándula del sueño
- Imagen consagrada a la novia del futuro
- Los tilos donde el amor izaba los corceles
- La luz escupe en los azulejos el arpa rota del instinto
- En la vibración del aire la capilla del viento
- Qué ojo de dragón de fuego esférico qué tela roja tafetán
de brujas vela mis ojos
- Abrir un templo para este misterio
- Todo su cuerpo en llamas un puñal un escudo
- Y la muerte de blanco soltar sus jaurías
- ¿Qué me han dado que todo resplandece y se esfuma, que
diluye los rostros en su luz misteriosa?
- El viento que recorre los pasillos y no se cansa de
pronunciar tu nombre
- Una espada en la helada tiniebla, un jazmín detenido en el
tiempo
- Un dragón azul de fuego viene en el viento de abril
- Para esta helada pupila, la cometa del amor
- La niebla hiere con guantes de raso nuestra memoria
- Esta luz que detiene los transeúntes y les habla suavemente
de su infancia
- Cierra los ojos y escucha el canto de las sirenas en la
noche
- En el oscuro cielo combatían los astros cuando murió el
amor
- En las cabinas telefónicas hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de labios son las últimas palabras de las muchachas rubias que con el escote ensangrentado se refugia nací para morir
- Llevan una rosa en el pecho los enamorados
- Hay pétalos de rosas abandonados por el viento las
pastillas de las clínicas
- El grito de los ánades llamando al país de los muertos
- Porque la rosa tiene el poder de la seda
- La sangre es mi idioma ciego en la luz del planeta
- El otoño como un órgano profundo en las catedrales del
agua
- Las teas de orión ven los cuerpos enlazados
- Astral sonido de profundos linajes sobre un resplandor
sonoro
- Tiemblan esperando recibir un nombre las criaturas de la
oscuridad es
- Dice sólo una palabra la palabra del tacto el sol que
ahora tomó entre mis manos el sol hecho palabra tacto de la palabra
- El reverso oculta el trueno oscuro del monte de venus
- Curvados se despeñan los amantes como las formas minerales
y rechazados por la noche que calcina el mundo
- La música con tanta claridad nos dejará ciegos pero
dementes
- Los primeros compases dicen lo inestable los secretos
aquello que espera secreto como una hoja de otoño, pero secreto mortal
- La música como un cuerpo con luz de plenilunio el último
abismo del fondo del fondo las aguas musgosas se cierran cuando un cuerpo
diamantino como el agua se convierte en silencio
- Agua y frío rubí transparencia diabólica
- Violín que parte en dos aires de una noche de estío cuando
el mundo no puede soportar su ansiedad de ser bello
- Helada noche ardiente noche, noche mía
- Rosas equilibristas sobre el arco voltaico de la noche en Venecia
- Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos
- Las piedras vivas hablando un recuerdo presente
- No el lugar de la revelación sino el lugar del reencuentro
- El viento lleva rosas heridas por las calles
- Quisiera tener un revólver para escuchar solamente el
sonido de la sangre y saber que no moriré
- Si sientes que te llama el abismo del cielo si te aspira a
lo alto a lo hondo donde más se oscurece la melena de nieve de los astros
- Si te llamas al centro de ti mismo si sientes que todo
aquel llamarte es encontrar un centro y tú mismo apareces en tu nudo de
luz si te llaman desde dentro de ti, cuando te mires, ¿verás el sueño que
yo soñé anoche?
- El animal muere en los límites de un país desconocido
- Bésame entre la niebla mi amor
- A veces en las tardes de tormenta se posa una araña roja en los cristales y por sus ojos miran fijamente los bosques embrujados
- El pecho aliento como un arpa deshojada en invierno
- En su vaina de oscuro terciopelo duerme el príncipe
- Como una fina lámina de acero cae la noche
- A llegado la hora del heraldo del que difunde nuevas en el
viento
- Os anuncio el adviento de la noche
- A lo lejos el ángel del incendio estremece sus alas
cristalinas
- No salgáis al jardín
- Tormento que una palabra designa sin decirlo todo como el
reflejo de una perla en las tinieblas
- Versos fosforescentes en la noche emitiendo señales de
radio bajo las aguas como un submarino perdido
No hay comentarios:
Publicar un comentario