· Venías de más lejos que un hombre de un olvido
· Te adivino tendido bajo la leve túnica de aroma que te cubre mientras el sueño mide el espacio profundo que hay del párpado al alma
· Te palpo y eres mía
· Estoy desde hace siglos despierto sobre el mundo mirándote
· Tus ojos se escaparon al mandato divino que puso en el azul señales de la noche estás sobre la tierra entre dios y el rocío
· El espacio rutila donde tu piel empieza a derrotar las sombras con un temblor dorado
· Yo que nombré las cosas que sobre el mundo caben, me quedo sin palabras delante de tus ojos y si te vas, no acierto con qué nombre llamarte
· Mujer que te apareces ondulante y erguida igual que una serpiente cubierta de manzanas pago en pequeñas muertes tu galope nocturno
· El alma como un ángel invisible aletea
· Oscura ciegamente voy llegando a tu boca donde la lengua emerge como un maligno estambre sÍtiame con tus dientes tómame gota a gota caigan por fin los ángeles malditos de mi sangre
· Un silencio igual a la distancia que hay entre dios y el hombre agrandaste tremenda soledad en que muero
· Cada rosa escucha un llamado profundo
· Devuélveme la estrella donde nos encontrábamos
· Canta hasta que sientas que te duelen los párpados piénsame hasta que el sueño te vaya llenando de golondrinas suéñame hasta que la noche tenga que refugiarse en las campanas quiéreme hasta que los ojos se llenan de lágrimas. Llora hasta que las lágrimas hagan oír los pájaros espérame hasta que los peces se hayan bebido todos los ríos y canten porque un día ha de ser
No hay comentarios:
Publicar un comentario