- Recostado en la ceniza de los astros
después de beber la gota de la nada que falta en el mar
- nada de lo que ya existe retendrá al
corazón que se hunde en el mar
- la muerte inundaba su extraña voz de
abismo
- en el la antigua lengua nació purificada
- creyendo que él bebía esa magia encantada
en la onda vergonzosa de un oscuro exorcismo
- tú qué más que los muertos sabes lo que
es la nada
- yo creí ver el hada de brillante sombrero
- 100 blanco ramilletes de estrellas
perfumadas
- todo pensamiento lanza un golpe de dados
- una hermosa ebriedad me incita
- como estandarte llevaban un negro viento
- mordiendo el limón dorado de la amarga
ilusión viajaban siempre con la esperanza de encontrar el mar
- su derrota es la obra de un ángel
poderoso
- ellos maman del dolor como el sueño
- y ese esqueleto enano con sombrero
emplumado es para ellos lo inmenso de la vasta amargura
- el odio es lo que ansían en lugar del
rencor
- nosotros embriagamos de incienso al que
vence más vosotros bufones mejor que os pongais el harapo escarlata y
aullad para pedir que al fin cesemos
- agitada por los demonios una mujer negra
quiere saborear nuevos frutos criminales
- ebrio vive olvidando el horror de los
santos óleos
- huyo me aferro a todas las ventanas
contra las que uno queda de espaldas a la vida en sus cristales dora la
mañana el infinito sus cristales que lavan eternales rocíos
- me miro ángel me veo y muero y quiero
renacer llevando mi sueño como una diadema al cielo anterior donde florece
la belleza
- que se pierde el eco en noches
celestiales
- grandes flores con la muerte balsámica
para el cansado poeta marchito por la vida
- presidido por esta infausta sangre
- como una vieja tumba triste cerro tras un
vago bello sueño por eso campos donde la sabe hacen van ese
- mordiendo la calidad tierra donde crecen
las lilas espero ensimismado que se aleje mi hastío
- tú que sobre la nada sabes más que los
muertos
- yo uso pálido exhausto viendo en todo un
sudario y temiendo morir
- y al quemar el incienso de tu cara
enemiga a las lágrimas mezcla un brebaje de amor
- este martes que viene a compartir el
lecho donde el feliz rebaño humano está acostado
- bostezar hacia una muerte oscura
- nada ni los viejos jardines que los ojos
reflejarán retendrá a este corazón que se templa en el mar
- la claridad desierta de mi lámpara
- oye corazón el canto de los marineros
- aquí te traigo el fruto de una noche negra
de a la sangrante y pálida sin plumas por el vidrio encendido de aromas y
de oro
- la cabeza desolada por el diamante puro
de alguna antigua estrella que ya no brillará
- parece irse volando fantasmal disfrazada
- un aroma exaltante lejos del lecho vacío
un aroma de oros finos una mata de flores infieles a la luna
- todo vuelve igualmente al antiguo pasado
- arrastrándose antigua en los amarillos
pliegues del pensamiento es acaso mi voz lista para el hechizo?
- los diamantes elegidos de una estrella
moribunda
- los pálidos lindos que hay en mí que en
silencio de 100
- deja en paz los perfumes
- quiero mis cabellos para esparcir olvido
sobre el dolor humano
- en ti me aparece como sombra lejana
- quisiera ser esa para quien el destino
guarda nuestros secretos
- para quién reserváis devorada por
angustias eseignoto esplendor y el misterio vano de vuestro ser? Para mí
- vete guárdate tu piel y tu ironía
- me gusta el horror de ser virgen y quiero
vivir en el espanto
- tú que te mueres tú que ardes de castidad
o
- voy a ver la sombra en qué te has
convertido
- ofrezco mi copa vacía en la que sufre un
monstruo de oro
- tu aparición no me bastará
- el rito de las manos es apagar la
antorcha en el espeso metal de las puertas de la tumba
- el genio eterno y espléndido no tiene
sombra
- el maestro con una mirada calmó a su pasó
la inquieta maravilla del edén
- el duro sepulcro donde ya sé lo qué daña
el avaro silencio y la maciza noche
- yo pongo científicamente el himno de
corazones espirituales en la obra de mi paciencia
- a ciertas horas sin que un soplo la
insiste siento que la piedra se desviste
- la rosa desgarrada desata el blanco vestido
de púrpura para oír llorar en su carne el diamante
- mi corazón que intenta en la noche
llamarte
- si quieres nos amaremos con tus labios
sin decirlo
- un cisne del pasado sacudir a su cuello
- ella muerta desnuda en el espejo
- para revivir me bastan tus labios tomar
el hálito de mi nombre dicho toda una noche
- ellos proclamaron fuerte el hechizo de
vida en el mar
- bajo un pesado mármol que ella aísla
ningún otro fuego arde
- creo que dos bocas nunca han bebido en
idéntica quimera
- anuncia una rosa en las tinieblas
- yo tengo tu desnuda cabellera para hundir
en ella mis ojos felices
- el pie sobre la sierpe donde se atiza
nuestro amor
- una insinuación al silencio
- alrededor del abismo sin esparcirlo
nihuil
- en la altura quizás tan lejos como un lugar
- el azar deja caer la pluma rítmica
suspendida de lo siniestro
- una cima marchitada por la neutralidad
idéntica del abismo
La página contiene las frases y los poemas de mis autores más admirados, que hasta hoy me acompañan en el camino de la creación poética
domingo, 24 de mayo de 2020
STEPHANE MALLARMÉ - FRASES
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