domingo, 24 de mayo de 2020

STEPHANE MALLARMÉ - FRASES

  • Recostado en la ceniza de los astros después de beber la gota de la nada que falta en el mar
  • nada de lo que ya existe retendrá al corazón que se hunde en el mar
  • la muerte inundaba su extraña voz de abismo
  • en el la antigua lengua nació purificada
  • creyendo que él bebía esa magia encantada en la onda vergonzosa de un oscuro exorcismo
  • tú qué más que los muertos sabes lo que es la nada
  • yo creí ver el hada de brillante sombrero
  • 100 blanco ramilletes de estrellas perfumadas
  • todo pensamiento lanza un golpe de dados
  • una hermosa ebriedad me incita
  • como estandarte llevaban un negro viento
  • mordiendo el limón dorado de la amarga ilusión viajaban siempre con la esperanza de encontrar el mar
  • su derrota es la obra de un ángel poderoso
  • ellos maman del dolor como el sueño
  • y ese esqueleto enano con sombrero emplumado es para ellos lo inmenso de la vasta amargura
  • el odio es lo que ansían en lugar del rencor
  • nosotros embriagamos de incienso al que vence más vosotros bufones mejor que os pongais el harapo escarlata y aullad para pedir que al fin cesemos
  • agitada por los demonios una mujer negra quiere saborear nuevos frutos criminales
  • ebrio vive olvidando el horror de los santos óleos
  • huyo me aferro a todas las ventanas contra las que uno queda de espaldas a la vida en sus cristales dora la mañana el infinito sus cristales que lavan eternales rocíos
  • me miro ángel me veo y muero y quiero renacer llevando mi sueño como una diadema al cielo anterior donde florece la belleza
  • que se pierde el eco en noches celestiales
  • grandes flores con la muerte balsámica para el cansado poeta marchito por la vida
  • presidido por esta infausta sangre
  • como una vieja tumba triste cerro tras un vago bello sueño por eso campos donde la sabe hacen van ese
  • mordiendo la calidad tierra donde crecen las lilas espero ensimismado que se aleje mi hastío
  • tú que sobre la nada sabes más que los muertos
  • yo uso pálido exhausto viendo en todo un sudario y temiendo morir
  • y al quemar el incienso de tu cara enemiga a las lágrimas mezcla un brebaje de amor
  • este martes que viene a compartir el lecho donde el feliz rebaño humano está acostado
  • bostezar hacia una  muerte oscura
  • nada ni los viejos jardines que los ojos reflejarán retendrá a este corazón que se templa en el mar
  • la claridad desierta de mi lámpara
  • oye corazón el canto de los marineros
  • aquí te traigo el fruto de una noche negra de a la sangrante y pálida sin plumas por el vidrio encendido de aromas y de oro
  • la cabeza desolada por el diamante puro de alguna antigua estrella que ya no brillará
  • parece irse volando fantasmal disfrazada
  • un aroma exaltante lejos del lecho vacío un aroma de oros finos una mata de flores infieles a la luna
  • todo vuelve igualmente al antiguo pasado
  • arrastrándose antigua en los amarillos pliegues del pensamiento es acaso mi voz lista para el hechizo?
  • los diamantes elegidos de una estrella moribunda
  • los pálidos lindos que hay en mí que en silencio de 100
  • deja en paz los perfumes
  • quiero mis cabellos para esparcir olvido sobre el dolor humano
  • en ti me aparece como sombra lejana
  • quisiera ser esa para quien el destino guarda nuestros secretos
  • para quién reserváis devorada por angustias eseignoto esplendor y el misterio vano de vuestro ser? Para mí
  • vete guárdate tu piel y tu ironía
  • me gusta el horror de ser virgen y quiero vivir en el espanto
  • tú que te mueres tú que ardes de castidad o
  • voy a ver la sombra en qué te has convertido
  • ofrezco mi copa vacía en la que sufre un monstruo de oro
  • tu aparición no me bastará
  • el rito de las manos es apagar la antorcha en el espeso metal de las puertas de la tumba
  • el genio eterno y espléndido no tiene sombra
  • el maestro con una mirada calmó a su pasó la inquieta maravilla del edén
  • el duro sepulcro donde ya sé lo qué daña el avaro silencio y la maciza noche
  • yo pongo científicamente el himno de corazones espirituales en la obra de mi paciencia
  • a ciertas horas sin que un soplo la insiste siento que la piedra se desviste
  • la rosa desgarrada desata el blanco vestido de púrpura para oír llorar en su carne el diamante
  • mi corazón que intenta en la noche llamarte
  • si quieres nos amaremos con tus labios sin decirlo
  • un cisne del pasado sacudir a su cuello
  • ella muerta desnuda en el espejo
  • para revivir me bastan tus labios tomar el hálito de mi nombre dicho toda una noche
  • ellos proclamaron fuerte el hechizo de vida en el mar
  • bajo un pesado mármol que ella aísla ningún otro fuego arde
  • creo que dos bocas nunca han bebido en idéntica quimera
  • anuncia una rosa en las tinieblas
  • yo tengo tu desnuda cabellera para hundir en ella mis ojos felices
  • el pie sobre la sierpe donde se atiza nuestro amor
  • una insinuación al silencio
  • alrededor del abismo sin esparcirlo nihuil
  • en la altura quizás tan lejos como un lugar
  • el azar deja caer la pluma rítmica suspendida de lo siniestro
  • una cima marchitada por la neutralidad idéntica del abismo

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