jueves, 21 de mayo de 2020

CÉSAR DÁVILA ANDRADE - FRASES



  • Entre manzanas blancas en una esfera azul 
  • Como escucho el silencio de tu paso en la niebla bajando la escalera en notas del laúd
  • Y llorar en la isla de una desierta estrella a jóvenes arcángeles enfermos como tú
  • La tristeza había doblado en dos la antigua rueda
  • ¿Quién te ungió las manos para que no pudieras jamás herir las cosas?
  • Novia que viajas sola en un velero de hostias
  • Tus ojos que conocen eso duendes de cera que andan con las abejas al pie de los altares
  • Por tu amor en el éter se conservan los trinos las plegarias se tornan cascabeles azules
  • Te conocí con toda mi alma ausente
  • Tu mirada es la infancia del color de la tierra
  • Como un ángel desnudo en el claro del bosque
  • Un carro lento dividido en siglos
  • La catarata inmóvil del silencio
  • Vaporosa nodriza de una cuna de tréboles ala de margarita que retoña las hadas
  • Aquella música que tiende sobre el río siete puentes de rosas
  • Una hebra distante y tan delgada que moría en el cielo
  • ¿Quién mirará en silencio cruzar por los cristales detenidos las cosas que terminen con la lluvia?
  • Cuando la primavera alce sus hojas que luminosas potras de topacio se enteran de amor sobre nuestros sepulcros apagados
  • Esta acaso en ese sitio bajo las tinieblas bajo las camas en donde se reúnen todos los zapatos de este mundo
  • Nuestros encuentros no tienen mundo
  • Yo le ves en la piel los labios más profundos de su cuerpo y desperté en el fondo de su vientre
  • Me abres el vago cofre de los astros perdidos
  • Y el olvido en tu abismo que unifica las cosas
  • Adiós canción antigua
  • Con los ojos cerrados viajaban silenciosos hacia un país de incienso
  • Os dejo: la distancia entreabre sus cristales
  • Desde el fondo de mi alma me llama ese carro que silencioso que baja hasta la sombra de mi memoria así quedará ella con sus frutos extraños para que un niño ciego pueda encontrar mis pasos
  • Pecho despedazado por las anclas de fuego de la música eterna
  • El patio lloraba una estatua hacía
  • Un hoyo remoto pasaba a la nada
  • Una niña muerta soñaba en un cuento dicho desde una alta ventana de niebla
  • Arriba en la tarde flotaban los obispos con lámparas chinas de azufre y trigo
  • Un viento blanquísimo dormida plegado en un seco lienzo de aves olvidados
  • Un reloj recién nacido profundos
  • El peso de un pájaro recorrí el muro
  • Dejó en el fondo de mis bellos días misiones con sus rosas de delirio, dejo mi lengua de escorpiones sumergidos, mis ojos de dios para verla nada
  • Llevó mi origen de profunda altura

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