domingo, 24 de mayo de 2020

JOSE CARLOS BECERRA

  • ¿Has oído a los muertos reírse en sus agujeros?
  • ¿Pero qué clase de espuma vela sobre mi rostro?
  • ¿Qué cosa es tu lámpara?
  • ¿Qué otra palabra? ¿Qué otra caricia donde el coro de las antiguas sirenas saqué a relucir los gestos de nuestra infancia caída de nuestra infancia a la siembra implacable del mar?
  • A la hora de la lágrima plantada en el jardín prohibido 
  • A la hora del enlace de cuerpos
  • A solas como el mar que rodea al naufragio
  • A veces la noche crece como la barba de un dios desconocido
  • Abierto está el silencio como una mano entre las hojas de los árboles como una realidad perdida por el viento
  • Abre tu corazón sus alas negras
  • Abrimos la caja de cristal y tomamos nuestra antigua cabeza acariciamos temblando los labios de esa boca que parece atrapada por aquel irresistible deseo de morder el infinito
  • Acarició mi hierro lo siento en mi estatua lo mezcló a mi sombra lo llevo a mi mesa y lo colocó en mi hambre para que desde allí me devore con esas mandíbulas donde visto crujir la belleza
  • Adivina el retrato desvanécete bajo los arcos triunfales
  • Agujeros de lo monstruoso donde el bien mueve la cola
  • Ah, al fin los veo cada uno en su celda en su ciudad en su pasadizo secreto en su manía de dios
  • Ah, la sangre y su rapto de sirenas su canto de sirenas ángeles ocultos por el polvo que levantan con el batir de sus propias alas
  • Ahora eres tu propio fantasma en tu alma han entrado la carne del mundo y la tuya confundidas apiñadas por el mismo placer revueltas por el mismo dolor
  • Ahora esta palabra con su resorte de niebla
  • Ahora esta palabra esta cicatriz en la forma de la
  • Ahora observemos sin muchos aspavientos a nuestra victoria tenemos le su plato de leche y de carne y si tiene ganas de desalojar el vientre saquémosla prudentemente al jardín después con un moño azul alrededor de su cuello la dejaremos echada sobre un cojín del sofá para diversión de las visitas que vendrán esta tarde
  • Ahora véanme sonreír con mi boca desdentada con mi sangrantes y dulces encías que ya no quiero ocultar, pero no olviden esto vendrán otros colmillos y de la metafísica de esas mandíbulas del opio de esa razón de la lucidez de esa mordida no podrán escaparse
  • Ahora veo lo que tarda en llegar y escuchó el sonido de los cuernos anunciando la partida de caza 
  • Al mismo ritmo con que los hombres antiguos levantaban sus templos
  • Algo se ha roto en alguna parte
  • Alguien camina a tu lado se vuelve para el entrelazamiento de lo oscuro avanzando paso a paso
  • Algunas plumas caen muy lejos de mis labios muy lejos de esta luz muy lejos de este silencio de esta posible música en otra historia más remota, aunque la mía
  • Allá a lo lejos el mar merodea en su destierro esperando la hora de su invencible tarea
  • Allá donde el cielo parece dormitar entre sus mandíbulas de abismo
  • Allá donde las hojas secas son reunidas por la mano de un otoño invisible
  • Allí está la selva donde la bestia llora
  • Alza tu lámpara y lo que fuiste parpadea en aquello que estás siendo
  • Andando por la ciudad que, de tanto desearla, acabé por inventar y, de tanto inventarla, por huir de ella como quien huye de una inundación
  • Aparecen los momentos del río que demuestran el vértigo
  • Aquel niño que no tenía donde esconderse porque la casa era demasiado grande porque ya era demasiado tarde y el cadáver de su infancia se pudría entre sus manos, te hablo de aquel niño devorando lentamente con sus nuevos colmillos su antiguo corazón
  • Aquello que deseamos con apasionada destrucción con oscura grandeza
  • Aquellos que trabajan de noche establecen los curas conexiones con la antigua destrucción de los dioses
  • Aquí a la orilla del océano baldío me has dado una cita, pero tú lo has venido y me has mandado a decir por alguien que no conozco que te disculpe que no puedes verme ya
  • Aquí está la tarde para designar una ausencia
  • Aquí está la tarde puede enrolarse en ella quién está enamorado
  • Arderá la profanación Y tú bastión de huesos
  • Así suenan las historias acompañadas por el movimiento del mar
  • Aspirar ese olor a quemado que suelta la sombra
  • Aún este tiempo nos deja oír el mar el antiguo quejido de las playas como una humanidad tolerada por el sueño de los dioses
  • Bajamos la voz por un pozo vacío
  • Bajamos los escalones del deseo escuchando el viento en todos los sitios donde la noche enciende los cuerpos enlazados como antiguos y eternos sistemas de navegación
  • Bajo el árbol del cielo detiene a sus dioses ausentes
  • Blasfemen bajo la lluvia los arcos de las alabanzas en los puentes de la mujer desnuda en el coro negro del insomnio
  • Blasfemen hasta que nuestra palabra tropecé con aquello que dice
  • Buscándote en las palabras que tomaron la forma de tu boca
  • Buscándote en tu rostro que la niebla en venta paciencia en tu rostro que la multitud dispersa en las calles
  • Cada palabra es un sitio para mirarte cada palabra es una boca para acercarme a ti
  • Cada palabra es una lámpara encendida para verte cuando tú no estás 
  • Cada palabra que llega a mis labios me trae un oscuro mensaje de aquella la palabra desconocida y presentida que yo sigo esperando
  • Canta la Ciudad de Cal, la ciudad incendiada por la noche
  • Canta la noche a ritmo de fantasma
  • Cenicientas y príncipes retornan a sus casas cubiertas por el polvo de las falsas adivinaciones
  • Ciertas cavidades donde el deseo y el recuerdo comparten sus talleres
  • Combatía con ese ademán estricto del vacío
  • Como alguien que pone en orden sus recuerdos y luego se marcha
  • Como un cuerpo que entra y sale de su nombre
  • Creí mirar tus ojos como razones de actos nocturnos
  • Creo en lo oscuro de la materia, pero su renombre no es oscuro
  • Criaturas durmiendo en la encarnación de la noche en la base confusa del sueño
  • Cuando a los cuerpos llega la posición del amor y se entrelazan
  • Cuando la lluvia se enreda en nuestro corazón como los cabellos húmedos y largos de una mujer desconocida
  • Cuando la mujer se sienta en sus lágrimas como en un medio del transporte cuando alguien se detiene ante un antiguo dolor y lo oprime contra su pecho como si se tratara de un retrato de infancia de una antigua camisa que ya no le va cuando decimos cuando y nos ponemos a buscar por el suelo de lo que sentimos bajo la mesa de lo que adivinamos y tropezamos con nuestro propio animal nuestra propia sombra al borde de una criatura de infatigable tristeza de riesgo amoroso
  • Cuando sientes el temporal que hay en la mano oscura con que te desvisto
  • Cuerpo donde los marineros en tierra señalan el mar
  • Cuerpo que se desata de sus astros como una batalla naval
  • Cuerpo que se desata en la noche
  • Cuerpos enlazados donde la noche atraviesa las Islas
  • Dame ahora otras palabras para reconocerte dame ahora otros signos para destruirte
  • Dame ahora otros instrumentos para llamarte
  • Dame mis huesos y los huesos de mis muertos y los pondré a florecer en la noche
  • De la lluvia canta en la ventana como una extranjera que piensa con tristeza en su país lejano
  • De la oscuridad enfría mis mejillas de hierro entrando con delicadeza en mi antigua sonrisa
  • De la paloma debe salir a investigar si la lluvia ha cesado el reloj debe quedarse para marcar el tiempo que la paloma empleará en no regresar nunca
  • De la voz de aquellos donde la madrugada se desprende como una piel hechizada
  • De pronto me miraste ¿desde dónde? ¿Desde tus ojos que me veían? ¿O desde tus ojos que no me veían?
  • Del esqueleto de tu ángel de la guarda brilla en tus ojos
  • Depositen mi algunas de esas flores que te han dado alguna de esas lágrimas que cierta noche y aron mis ojos al amanecer
  • Dios ha entrado en su tumba tranquilamente porque cree en el poder de los hombres para despertarlo
  • Doloroso camino del deseo a los labios
  • Donde el amor moro y tuvo reino queda una hoja de papel no en blanco dónde está anocheciendo 
  • Dónde la noche se detiene, un ángel se arroja al vacío
  • Dónde la resurrección desconfía es preciso empezar de nuevo
  • El abismo deshace su rostro
  • El aire es una mano que está haciendo mi frente a frente donde la luna es una inscripción una voz esculpiendo el olvido
  • El aire hace que la transparencia salga a flote sin que la estatua pierde el equilibrio
  • El aleteo del crucificado y la otra cara del designio
  • El amor que cruzó tu rostro como una tarde en altamar
  • El Ángel se detiene y la noche Se arroja al vacío
  • El beso monstruoso y bello de aquello que todavía llamamos el alma
  • El calor es una lengua o cena que lame por igual los cuerpos de los vivos y los muertos
  • El camino de los ríos es esta manera de mirarnos
  • El corazón ha dejado en la plaza otra carta sin firma
  • El cuerpo del muerto caer rugiendo en la eternidad cae en la jaula de la eternidad
  • El delicioso escondite al que no hemos podido regresar porque la imaginación lo ha cubierto de arena
  • El deseo escogerá la tela que la araña combina con el movimiento propio del propio deseo para armar laberintos
  • El deseo realiza los preparativos para pasar la noche en un espejo en cuyas aguas arriba el vacío tendrá en su poder
  • El deshielo que en la noche deshace tu máscara y la pierde
  • El día repasa las piedras que una vez alzaron la noche
  • El día sueña en el lecho del mar
  • El diálogo de persecuciones y prosecuciones impuras en las bandejas de las invitaciones al jardín abandonado
  • El espejo no siempre es la imaginación, pero es buen camino para salir al encuentro de lo desconocido
  • El gran velo del trópico como un cuerpo a la deriva cae sobre nosotros
  • El jabalí presiente sus orígenes
  • El mar abre sus ventanas para que los abogados se asomen a vernos
  • El mar cierra otra vez su estuche con las fotos de todos sus ahogados
  • El mar llega besando a su vez hicimos monstruos
  • El mar narra la infancia del terror los primeros Palacios de la noche
  • El mar que sin golpear existe, que sin mojar abarca, el mar que aparece en los ojos que no ven el cuerpo que desesperadamente necesitan revelar
  • El mármol del lenguaje veteado por un estremecimiento de lo divino
  • El miedo lustrado por unas manos silenciosas
  • El mundo cabe en una palabra porque el mundo no es una palabra
  • El pantano como una bestia dormida en los alrededores del sol
  • El pasado tardes en silencio contemplando mi fraudulenta resurrección
  • El rey muerto que llevamos dentro se ríe en el fondo de su ataúd
  • El silencio levanta la cabeza y me mira
  • El silencio transparente de los amantes el silencio que se parece al calor de mi mano posada en tu cuerpo el silencio donde mis besos sacuden la estatua que vacila dentro de tu alma
  • El sol retiraba sus urnas abiertas
  • El sueño eso que ya no puede ser sagrado porque no hay nada sagrado en la noche
  • El tiempo introducía en nosotros aquello que éramos mientras el atardecer se iba volviendo luminoso y antiguo como la nave mayor de un gran templo
  • El tiempo introducían nosotros aquello que éramos mientras el atardecer se iba volviendo luminoso y antiguo como la nave mayor de un gran templo
  • El tiempo reunido en una mano en un guante que cae haciendo señas por una ladera de palabras dormidas
  • El tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche
  • El viejo sueño del instinto repite su inscripción en el polvo
  • El viento transparenta todo aquello que la luz ha embrujado
  • Ella se ha quedado como una ventana que nadie se acordó de cerrar esta tarde, una ventana por donde la noche el viento y la lluvia entran apagando sus luces y golpeándolo todo
  • En el espacio donde el mar y la niebla nos ofrecen sus oscuras referencias sus buques fantasmas
  • En el mismo espacio en que se habría tu nombre como una flor inmensa
  • En el quejido de tus labios cuando sostienes la noche antigua con su penumbra de dioses vengativos
  • En el reflejo de una tarde abandonada en el túnel de lo que no pude decir
  • En la impiedad de las estatuas en las hordas lecturas del azufre en la verdad de la sangre
  • En la luz de la luna no quedan sino estatuas
  • En la oscuridad se está pagando en la oscuridad engorda y tiembla
  • En la tarde plomiza el mar golpea con todo su cuerpo como si quisiera despertar a la tierra hacia una luz más honda
  • En mi hay algo tuyo a lo que deberían llevarle flores ese algo es el niño que fui
  • En mi hay algo tuyo que no puede ver nadie
  • En mi voluntad arden pájaro oscuro
  • En ti están todos los sitios del recuerdo
  • En tu alma han entrado la carne del mundo y la tuya confundidas apiñadas por el mismo placer revueltas por el mismo dolor
  • En tu corazón un pájaro vuela hacia la noche
  • En tu cuerpo hay cal viva hay seda que no quiere dormirse Hay cosas valuadas por el mar
  • En un acantilado el mar daña la roca con la lechosa luz de un movimiento crepuscular y vacío
  • En un país inventado por la caída de la nieve
  • Entrando en mi muerte como en una habitación desconocida y vacía 
  • Entraste en ese rumor esa sombra que me envolvía lejos de aquellas costas donde el olvido y el mar alzan la noche y la palidez de las manos dalo acariciado un atavío remoto que no alcanzamos nunca
  • Entre la hierba las bestias cabecean embriagada por la humedad desconocida
  • Entre susurros y gemidos que sostienen la sedería de la carne
  • Era de noche cuando el mar se borró del rostro de los náufragos
  • Era de noche cuando la espuma se alejó de la tierra
  • Era tu saliva la que brillaba en los dientes de tu deseo
  • Era tuya la mano con que te decían adiós y era tuyo el pañuelo
  • Eres el ademán de una selva con Luna
  • Eres el corazón que los puertos devoran
  • Eres el rumor de hojas que el viento dice al oído del bosque   
  • Eres la playa donde el mar se hiere las manos por asirse a la tierra
  • Eres la que empuña los remos del poniente
  • Eres la que se entiende en el mediodía silbante del bosque
  • Eres tú la que cruzas el tiempo la que apartas a la muerte como si se tratara de una cortina
  • Es a ti a quien recuerdo en esta hora en que el invierno nos hace más oscuros
  • Es imposible el mar
  • Es imposible el mar y es imposible acariciar a una mujer en cuya desnudez resucitan los muertos
  • Es la hora de encender ciertas luces y caminar por la casa 
  • Es mi cuarto que gira como un animal herido
  • Es selva o de la piedad la gran religión desacuerdo con el amor lo que enciende sus lámparas veladas sus frases veladas sus caricias veladas
  • Es tu piel donde la noche viene a extender sus mapas
  • Es un país inventado por la caída de la nieve
  • Esa humedad de los muertos que a veces no comprendemos
  • Esa luna dónde han dejado de temblar las doncellas
  • Esa mano que va como sonrisa como boca por la tierra anhelante de la sangre
  • Esa mirada propagando la noche
  • Esa niñez del mundo que recobran los que cierran los ojos
  • Esa pausa levanta polvo en tu corazón
  • Esa primera tibieza destinada sólo para los cuerpos enlazados
  • Esa ventana que sin darnos cuenta hemos dejado encendida esta noche
  • Esas palabras con su aire de carne con su bosque de sangre enumeradas al borde del mundo por aquellos que deciden partir
  • Escribir sobre ti es una mala tarea
  • Escribiré tu nombre en las plazas vacías en los púlpitos de las mujeres desnudas
  • Escucha en el viaje de los durmientes por sus aguas perdidas  
  • Escuchen a lázaro conversando con sus sepultureros mostrándoles su anillo de compromiso con la divinidad
  • Ese ademán antiguo que busca los dones nocturnos
  • Ese instante donde el infinito es obra de los que se aman
  • Ese momento donde la invención de la noche se arranca la máscara
  • Ese rumor de tela que va enlazando al océano cuando amanece
  • Espero una carta todavía no escrita donde el olvido me nombre su heredero
  • Esta ha sido la historia de nuestro regreso
  • Esta lámpara tiene fija la mirada en la noche
  • Está mirada que vamos entregando y que sin embargo no ha estado con nosotros
  • Esta mujer donde la noche de cifra sus juegos ocultos
  • Esta navegación entre la bruma
  • Esta noche las olas frotan suavemente su lomo contra la playa igual que una manada de bestias todavía puras los hombres vivos sueñan apoyando las sienes en los hombres muertos y el sueño contamina la piedra de sus imágenes
  • Esta noche yo te siento apoyada en la luz de mi lámpara yo te siento acodada en mi corazón
  • Están aquí los rostros que ya despertaron
  • Estar tendida en la cama los muslos separados en tu vientre la oscuridad diálogo en secreto con la selva me dices que ya vas a vestirte que esta noche no vas a quedarte eso me dices mientras estás tendida mientras comienzas a moverte como una barca atada a la orilla cuando la marea vuelve a subir en medio de la noche mientras comienzas a tender un puente entre la exactitud del infierno y las plumas del Ángel que aplasta al invierno
  • Estas calles que de recorrido mirando en silencio lo que me devora
  • Estas palabras con su resorte de niebla
  • Este cuerpo que yo acarició lentamente extendiendo la noche
  • Este sol negro que sale de mis manos
  • Estos ojos de amor que me llevan se han abierto
  • Estoy cansado de que no me quieran comprender
  • Estoy cansado de que piensen que todo debe ser explicado
  • Estoy trastabillando en imagen sagrada midiéndome el traje de una resurrección
  • Gota a gota el cuerpo caía en el charco de dios
  • Ha sido de todo es mentira dejas tus ojos para mirarme
  • Hablas un deseo y también de un olvido
  • Hacia las cuevas que la demente visita
  • Hacia las mujeres cuya humedad sólo conoce el alba va la frase de amor
  • Hasta tocar el fondo de sus aguas ocultas
  • Hay algo que sobrepasa el recuerdo y llega frente a nosotros
  • Hay espejos rotos semienterrados en la arena de la playa
  • Hay mundo no sé dónde
  • Hay rasgos de piedra que el viento abrillanta y apaga
  • Hay vasos precipitados escaleras por donde extraños seres extraviados suben y bajan deprisa
  • He aquí el aleteo que no halla dónde posarse reducido a su vocación de aleteo
  • He aquí el pantano del suicida
  • He aquí la ciudad del humo secreto
  • He aquí la historia he aquí este delirio que la luna ha tenido en sus brazos
  • He aquí mi parte en este festín de polvo
  • He pasado tardes en silencio contemplando mi fraudulenta resurrección
  • He querido escuchar aquella canción aquella que no pude escuchar dentro de mí aquella que no supe extraerle el mundo
  • He respirado la indiferencia que me atañe el olvido que alguna vez tenemos en las manos como una bella flor de papel 
  • He temblado al pensar en lo que me decía
  • He tocado esta carne y no he hallado otra resurrección que el olvido
  • He venido cuando el otoño le da a la ciudad una carta del mar. He venido a decirlo
  • He visto el latigazo de la ceniza en los cuerpos dormidos
  • He visto el miedo lustrado por una mano silenciosas el oro con su infancia en la primera gota de sangre
  • He visto las madrigueras donde la luna se limpia la sangre como un amor proscrito
  • Herida por el beso que te reconoce te alza y te desordena
  • Herida por el beso que te reconoce te alza y te desordena entraste en ese rumor esa sombra que me envolvía lejos de aquellas costas donde el olvido y el mar alzan la noche y la palidez de las manos da a lo acariciado un atavío remoto que no alcanzamos nunca
  • Humedad de universo palabra final encontrada desnudo de mujer
  • Igual que una hoguera que el invierno luce en el pecho como un coral abandonado
  • Igual que una hoguera que el invierno luce en el pecho como un coral amargo
  • Implacable ley aquella que ha sido plantada en el árbol de la medianoche
  • Jugarás a que eres el océano y dejarás que la brújula se mueva en tus palabras como un pequeño y torpe insecto
  • Jugó la selva con el mar como un cachorro con su madre 
  • Junta en la exuberancia que protege a los muertos
  • La aparición del mar en la mano que lleva la caricia como una lámpara
  • La belleza ha sido cortada de las ramas de mi amor y la mentira vuela sobre todas las cabezas aromando el amor que vendrán
  • La blancura de tu cuerpo parecía un hermoso de cielo un río atormentado por sus inclinaciones al mar
  • La boca que intenta reverdecer en una palabra sagrada
  • La canción la canción que no volverá a nosotros
  • La ceniza del pantano es oro puro
  • La ciudad fue botada la noche como un gran transatlántico
  • La clave morse de los ahogados
  • La costumbre de acariciarnos desde lejos las señales del espejo aprovechando cierto rayo del sol
  • La esperanza levantaba sus cabezas todavía sin cortar todavía sin que fueran cabezas y se quejaba dulcemente
  • La forma de esa primera mano que alargamos hacia la vida y que luego retiramos mojada y oscura
  • La forma más común de la nostalgia trabaja en esa nieve que no vemos
  • La fosforescencia que se mueve sobre la superficie del deseo que ha concluido
  • La frente a perdido su temor nocturno
  • La furia de la muerte ya no está junto a las rocas
  • La imaginación no es siempre el más aconsejable espejo donde mirarse
  • La invención de la noche ya no está en manos de los dioses sino en las manos unidas de los vivos y los muertos
  • La invención de los mares donde el viaje detiene los antiguos caminos de los hombres
  • La lejana campana del océano
  • La lluvia cierra puertas antiguas
  • La lluvia es la boca silenciosa de la noche la caricia intentada por los muertos
  • La lluvia es una forma de haber amado
  • La lluvia se acerca mi pecho como si no conociera otro camino para entrar en la noche
  • La luz del mar entregada a su propia creación absorta en el eco de su belleza
  • La luz hacía en tus ojos su tarea oscura
  • La luz sobre la hierba como una obsesión sagrada
  • La madrugada se desprende como una piel hechizada
  • La mano que no debe tocar sino aquello que toma
  • La mentira vuela sobre todas las cabezas armando el amor que vendrá
  • La mirada no yerra como no yerra el amor
  • La mujer de vientre visitado por el Relámpago, la que acomoda sus cosas en la luna
  • La noche colinda con todo lo que tiene fuego
  • La noche colinda con todo lo que tiene fuego con aquello que besamos con apasionada destrucción con oscura grandeza
  • La noche corta espigas en los cabellos de la joven difunta
  • La noche despierta en el muladar que los locos heredan
  • La noche dispersa el coral como heridas que se ha hecho el mar al buscar por las rocas sus alas
  • La noche está moviendo sus ruedas oscuras
  • La noche ha pasado hacia el mar ha pasado llevándose mis antiguas estatuas
  • La noche puso en las sienes de la ciudad la antigua corona
  • La noche que velan tus fantasmas
  • La noche se desliza entre barcos anclados
  • La noche va arrojando sus coronas al mar
  • La oscura verdad de las últimas aguas
  • La otra historia de tus ojos donde el abismo vuelve a ser la florecilla silvestre de los días de la infancia
  • La palabra el movimiento de carne sobre el pecho de la tierra el idioma que la noche deja caer en los ojos como un puñado de palabras preciosas piedras que se convierten en guantes que caen
  • La piel que estira su color de mundo
  • La risa de la hiena detrás de los espejos
  • La sangre también recuerda sus hechos de tierra donde está lo que resplandece cuando el fuego retrocede
  • La serpiente rodeando su ración de muerte nocturna
  • La soledad era un perrito faldero que lamía las manos de sus dueños
  • La tarde es una mano posada en mi hombro
  • La tempestad pesa como un dios qué va haciéndose invisible
  • La verdad oblicua del alma y la jactancia y la vacilación
  • La voz de aquellos donde el mar narra la infancia del terror
  • La voz de aquellos que asumen la noche marinería de labios oscuros
  • La voz de aquellos que llegan a la oscura verdad de las últimas aguas
  • Las aguas arriba no bastan para poder tocar el mar y perderse
  • Las aguas donde estuvo escrito mi nombre se apartan lentamente
  • Las apariciones atraviesan el patio en silencio
  • Las bestezuelas de mis mejores días han roto sus jaulas y se han escapado
  • Las bestias de la niebla ponen su vaho en los nuevos espejos
  • Las espumas parecían orillas a un corazón desgarrado por los hábitos de la noche
  • Las frases trazadas al ritmo con que los hombres antiguos levantaban sus templos
  • Las palabras se cansan de volar y se posan jadeantes en aquello que solamente nombran
  • Las puertas de los ríos siguen cerradas tal vez durante la noche
  • Le di a mi corazón el movimiento que podía reconstruirte
  • Le he dado un nombre amoroso a mis culpas
  • Llámame a cualquier número cuya cifra sumen un corazón
  • Llámame como si pudieras llamarme y yo pudiera contestarte desde un teléfono cualquiera
  • Llamo aquí amor a una recíproca tortura
  • Lo que ha sido cantado aún pretende darle materia al viento
  • Lo que ha sido cantado ya se ha puesto de acuerdo con la noche
  • Los Ángeles malditos arrojados de los labios de Dios
  • Los cabellos de la mujer nocturna arderán como una mano hechizada
  • Los hombres muertos caminan esparcidos sobre los hombres vivos
  • Los lechos de los amantes dormidos sobre quienes el alba se desliza como un fantasma cuya blancura les cede a los cuerpos la luz del amanecer
  • Los moradores sentados inmóviles alrededor de la mesa se inclinan ahora hacia sus estatuas y beben mansamente
  • Los muertos no han podido siquiera ofrecernos una disculpa por su ausencia
  • Los ojos que imitan en la mirada la posesión del mundo
  • Los pájaros caminan otra vez por el cielo como vigías olvidados
  • Los pájaros me tienen pico en el infinito
  • Los paseos de aquellos fantasmas cuando la luna entrega al amanecer los restos de la noche
  • Los pequeños puntos blancos donde la paz y el movimiento entrelazan las redes a la usanza del mar
  • Los primeros palacios de la noche
  • Los que manejan el hacha con la misma belleza del amor
  • Los que se hayan tendidos en un claro de la selva más profunda
  • Los sepultureros de lo divino
  • Los sitios donde la sal es una vieja sentada en el alma
  • Mañana dile la palabra que amanece al día siguiente flotando en los estanques
  • Mañana viene la palabra que lucha en el festín de los animales de invierno
  • Me agobia ese resplandor de la luna en los cabellos de los muertos
  • Me duele esta mirada que cruzó con mi madre muerta
  • Meditaba tu sangre en todos los espejos penetrados por el animal de la niebla
  • Mi amor no era una catedral arrojada al pasado
  • Mi mano tiembla al levantar la lámpara
  • Mi voz te rodea te espera te toma de los paisajes crepusculares te levanta de las cosas que un día poblaste
  • Mientras la luz de los astros construyen nuestra ausencia
  • Mira las excavaciones de la noche
  • Miro a los muertos en brazos de sus retratos miro a los vivos en brazos de sus desiertos
  • Muchas veces pensé en ti en labios extraños que de pronto nos acorralan en el espacio de otros sentimientos de otros cuerpos donde el mar y la niebla nos ofrecen sus oscuras referencias sus oscuros buques fantasmas
  • Nace la luna sobre el mar como una antigua mirada del hombre
  • Nada descansa, pero todo duerme
  • Nada nos une sólo este silencio único cordón umbilical tendido sobre la noche como un alimento imposible
  • Nada puede moverse en este sitio donde yo te respondo como si tú me estuvieras llamando
  • Nadie escucha en la piedra los sonidos humanos
  • Ni respiración dará menos vueltas para encontrarse con mi alma o con aquello que pregunta por mí si es que hay algo que pregunta por mí
  • Ningún recuerdo es mío ningún recuerdo es cierto soy un hombre mirando alzando la noche como un viejo hábito como otra manera de hablar de soltar en los signos cuerpos sin vida
  • No encuentro otra respuesta que la risa de la hiena detrás de los espejos
  • No es necesario el traje de los condenados ni las cenizas de los aturdidos
  • No es tu boca que sube de deseo en deseo hasta tu sitio nocturno
  • No estaba preparado para creer en mí para herrarme con el sello candente de la libertad
  • No estaban en mí aquellos signos que el hechicero maya conjuraba en su elevación nocturna
  • No estaban en mi los paseos de aquellos fantasmas cuando la luna le entrega al amanecer los restos de la noche
  • No he sabido llorar al ritmo de mi vida ni el ritmo de mi muerte
  • No quiero ser cómplice de los muertos 
  • No tengo de qué arrepentirme, pero tampoco tengo por qué decirles la otra versión de mi verdad
  • No vuelan los pájaros que necesita la noche
  • Nos estaremos apresurando misericordiosamente para el debate de los muertos
  • Nuestras voces y nuestros rumores como saliendo de un pozo profundo
  • Nuestros fantasmas se sientan en los amplios salones del otoño a esperarnos
  • Oh, azar donde la frase regresa a su silencio y el silencio retorna a su primera frase
  • Palabras palabras palabras solas reúno al azar las disperso las tengo un rato en las manos como objetos tortuosos o puros las miro más de cerca y ya no las veo o veo a través de ellas y entonces ya no hay palabras
  • Parece la noche levantar el rastro salpicado de criaturas invisibles
  • Parte en dos el esfuerzo de los amantes por tocarse por alcanzarse y en esa interrupción tal vez se encuentra en
  • Pasan las aves que le faltaban a la noche
  • Pero mi amor no era un lujo de fuerza tal vez era mi vergüenza de morir
  • Pero nada está detenido todo está deslizándose entre el barro poderoso del pantano y las cabezas de piedra de los hombres y dioses abandonados
  • Pero no hay nada sagrado en esta noche en esta noche
  • Pero yo hablaba de ti pero yo buscaba tus gestos pero yo te inventaba esperaba un lugar en mis palabras o en una caricia donde pudiera tomar algo tuyo y me detenía como si tuviera que esperarte como si debiera seguirte
  • Pero yo hablaba de ti, pero yo buscaba tus gestos, pero yo te inventaba esperaba un lugar en mis palabras o en una caricia donde pudiera tomar algo tuyo y me detenía como si tuviera que esperarte como si debiera seguirte
  • Pertenecemos a la voz que no volverá nombrarnos
  • Piensas en mí alguien apresura el paso dentro de tu alma y así en tu rostro el amor se confunde con la noche
  • Piernas como un recorrido de cantos nupciales
  • Por la ventana entra el sol entra la noche como una mujer sin alas
  • Por los laberintos que me siguen como un ejército de niños sin matizados por el rumor de mi armadura
  • Por tu desnudez pasan los templos antiguos y los mares lejanos
  • Porque los hombres se anuncian los unos a los otros con una luz escarlata y colerica
  • Porque no hay nada sagrado en el regreso porque sólo una vez despertamos temblando para salvar el mundo para mirar el mundo
  • Porque yo veo la miel sombría donde los rostros perdidos intentan acercárcenos
  • Puede fingir que está fingiendo puedes simular que eres tú que es tu deseo y no te olvidó tu verdadero cómplice que te olvido es el invitado que envenenaste la noche que cenaron juntos
  • Puse el rostro donde me antifaz podía revelármelo
  • Puse las manos donde mis guantes querían
  • Qué cosa es tu cuerpo qué cosa es tu lámpara
  • Que la imagen proceda a la deformación de aquella belleza para encontrar su propia belleza
  • Qué otra palabra? Qué otra caricia donde el coro de las antiguas sirenas saqué a relucir los gestos de nuestra infancia caída de nuestra infancia a la siembra implacable del mar?
  • Quién ya no ama está cuidando su ganado en silencio se está sirviendo en silencio su comida en el plato y en su recuerdo al árbol ya no le crece en ramas
  • Quisiera llorar porque la eternidad navega como una muerta
  • Quisieras llorar porque la noche es un árbol que no podemos acudir con las manos para que caigan los frutos deseados
  • Recuerdos de un cuerpo que sólo son palabras, sagrados instrumentos de precisión e imprecisión
  • Retener la respiración como si fuera un secreto respirar no basta
  • Ríos que se levantan en silencio para abrirle la puerta al océano
  • Sabes lo que alguien espera la luna esa claridad en movimiento
  • Saldré a la calle visitaré la locura que ama el azufre
  • Se abre la noche como un gran libro sobre el mar
  • Se constituyen los dos mundos de siempre por una parte las cuestiones pendientes de los fantasmas por otra parte las escaleras de los sucesos considerados con respecto al amor
  • Según de la noche en los rostros y en las palabras el trópico extiende sus mantas calientes y húmedas sobre mi corazón y una respiración pausada de agua podrida envuelve las cosas
  • Siempre hay una palabra esa puerta que busca ser puerta ese sonido a fuego de los labios ese amanecer tatuado de nombres antiguos
  • Sitios abandonados donde el polvo y la hierba se acarician mutuamente
  • Solamente lo que significa tiene fuego
  • Solo acariciamos lo que iba pasando
  • Sólo estas cabezas como flores monstruosas erupciones oscuras y apagadas
  • Solo son palabras: sagrados instrumentos de precisión e imprecisión
  • Sólo tu cuerpo puede iluminar la noche
  • Somos discípulos de esta noche milenaria y confusa de esta música atroz
  • Sube la noche desde el mar como un ave impasible y extraña que viene a posarse en mi corazón
  • Sube la noche desde el mar como una criatura impasible y extraña que viene a pasarse a mi corazón
  • Sueño apoyado en las dominaciones del incendio
  • Sus alas negras baten como una lengua negra sobre el silencio de las cabezas de piedra y en el ruido de ese aleteo aparece el nuevo lenguaje
  • Sustituyendo mi cuerpo por un sólido sentimiento de desamparo anclado bajo mi máscara como en el fondo del mar
  • Tal vez aparece lo que quisimos que fuera amor
  • Tal vez fue esa costumbre de acariciarnos así de imaginarnos así en secreto
  • Tal vez te gustaría tomar tu deseo levantarlo convertido en el deseo del mundo en la base del mundo
  • Te buscaría en el amanecer qué hace niña a la ceniza
  • Te oigo ir y venir por tus sitios vacíos
  • Te quedas desnuda y por tu desnudez pasa los templos antiguos 
  • Temblor de cuerpo que copula con su alma como dos veces monstruos y reales y tibios
  • Tirarle piedras a los buitres que se paran en los tejados del alma y desde allí nos acechan
  • Toda tu en una ciudad lejana
  • Todas las luchas libradas en el océano brillan en esa lámpara que acaba de encender
  • Todo aquello respiraba en nosotros todo aquello ponía su peso en nuestro corazón su luminosa y quieta avalancha
  • Todo está detenido entre el barro poderoso del pantano y la cabeza de piedra de los hombres y dioses abandonados
  • Todo lleva consigo su bandera extraviada
  • Todo tu cuerpo me convencía de esas aguas donde la profundidad desequilibra toda actitud de vida sin compartirla con el abismo
  • Todos los barcos que zarpan de tu corazón llevan las luces apagadas
  • Todos los ríos levantan su copa hacia las nubes pidiendo que se llenen de infinito
  • Todos sabemos de alguna manera que el terror es una pasión sagrada una puesta en escena de nuestra propia inocencia y de nuestra propia revelación
  • Todos sabemos de esta boca alucinante que también está en nuestros labios silenciosos
  • Tomados de la mano por las calles de un pueblo irreal
  • Tú amor sentado en el sitio que nadie recuerda
  • Tu ausencia me penetra en el pecho para lamer mi corazón
  • Tu cabeza echada hacia atrás entra en la órbita fugas de la sangre en el espejo roto de sí misma en su semejanza subterránea con el conocimiento de Dios
  • Tú caminando junto a mí en el sitio donde no debimos mirarnos
  • Tu corazón donde lloran los picos de los pájaros
  • Tu corazón golpeado por las pruebas de los navíos que no regresan
  • Tú eres la que canta martillando su corazón como el cielo que piensa la tormenta
  • Tú eres la que se desnuda para que el verano tenga vientos propicios
  • Tú escuchando tu nombre en mi voz como si un pájaro escapando de tus hombros se sacudiera las plumas en mi garganta
  • Tú me miras en el espejo como en una adivinanza
  • Tu mirada sólo es exacta en la noche
  • Tu palabra es un barco que no ha osado estás aguas
  • Tu piel es el mundo que suena en los labios igual que la lluvia
  • Tu piel es lo que se reúne para volar
  • Tu piel es partidaria del mar del mar que sacude sus ramas en la playa
  • Tu retrato me mira desde donde no estás desde donde no te conozco ni te comprendo
  • Tus labios deshabitados que no tiene que ver con el aire
  • Un alto disfrute para el amor
  • Un espejo dónde ha caído el mar
  • Un gesto parido anuncia la secuencia del jabalí
  • Un océano más poderoso que la noche te lleva
  • Un olor a ciudad desempeñadas por el silencio de los muertos
  • Un sitio para la invención de la tierra
  • Un temporal antiguo embelleció su locura en el bosque
  • Una catedral arrojada al pasado
  • Una gaviota está en su vuelo como en la palma de una mano
  • Una mujer muy vieja que entonara la canción más antigua
  • Una música antigua se oye a lo lejos y el silencio enciende el fuego de la vejez en el brasero de nuestras casas
  • Una niña hacía de nuestras manos cosas abandonadas
  • Una segunda piel para dormir bajo el agua
  • Una tarde que se va hundiendo como un barco
  • Ven aquí con tus antiguos juguetes que ya no existen y que parecen burlarse de ti
  • Veo tu cuerpo luchando con su desnudez como un fantasma indefinido yo lo tomo Lo venzo y lo impulso y deliciosamente lo dejó ocultarse bajo el fuego
  • Visitaré la locura que ama el azufre
  • Volveremos a los muelles con un designio de sal en el pecho con un día de hierro en los labios
  • Voz que está esperando a la noche en la puerta remota de la luna
  • Y ahora lo que digo me lleva en sus aguas me hace girar levemente como en un pequeño remolino
  • Y allá abajo más abajo allá donde mi mirada se vuelve un niño curó abajo de mi nombre está ella sin levantar la cara para verme e
  • Y después muchas veces volví a pensar en ti en el mismo espacio en que se habría tu nombre como una flor inmensa
  • Y el día repasa las piedras que una vez alzaron la noche
  • Y el interrumpido juego de los imprevistos organiza el esfuerzo visual de guardar silencio
  • Y el otoño y la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti
  • Y en tu voz hay una sucesión de máscaras que no transportan ninguna señal reconocible
  • Y era también la sangre abriendo y cerrando puertas
  • Y es la noche es la mujer de senos acariciados por el oro la que nos sonríe y nuestros brazos ciñen en ella Esa ausencia que no comprendemos nuestros brazos ciñen en ella ese cuerpo que atisbamos en el fondo de mar
  • Y esas espumas organizaban el mar de tu cuerpo
  • Y hay algo ciego en el modo como golpea la lluvia en el tejado
  • Y la lluvia es el mito sangrante y blanco de todos los dioses muertos
  • Y la noche caía lo mismo que una túnica resbala de los hombros de una mujer
  • Y lo oscuro se anticipa a formularnos el vacío
  • Y lo recuerdo todo fingiendo que lo recuerdo
  • Y recordaba tu sonrisa que mezclaba la noche con el alma más íntimamente que lo oscuro
  • Y tu lámpara ilumina para ti la espuma que el tiempo deja en lo alto de las ruinas
  • Y tú lo sabes pero tu mirada solo es exacta en la noche
  • Y una niña secreta hacia de nuestras manos cosas abandonadas
  • Y uno no quiere que el viento entre en su casa como si se tratara de un animal desconocido
  • Y utilizado la palabra amor como un bisturí
  • Y vi esa sombra que velaba en sus labios como guardián de un jardín en otoño
  • Y yo me dejó arrastrar por aquello que quiero decir por aquello que ignoro
  • Y yo palpó la dureza y la blandura de mi alma con mis guantes mis falanges de cuero mis uñas de gamuza exploran la verdad como una apariencia temporal de la mentira que exploran la mentira como un túnel por donde hacemos pasar la verdad
  • Y yo te acaricio yo aumento en tu cuerpo la sombra del viaje tu cabeza echada hacia atrás entra en la órbita fugas de la sangre en su semejanza subterránea con el conocimiento de dios
  • Y yo toco que yo qué tal vez me corresponde qué tal vez me alimenta qué tal vez me devora
  • Y yo trato de escaparme de esa forma de morir
  • Ya cruzas la puerta ya sabes que el dolor es un mensajero servil del infinito
  • Ya no queda otra alabanza ninguna otra alabanza ningún otro olvido que aquellos que establecen nuestras propios silencios
  • Ya no sé quiénes somos: el mar no está aquí
  • Ya sabes que el dolor es un mensajero servil del infinito
  • Yo amo en tu corazón esa caída de hojas cuando el otoño te deslumbra
  • Yo amo tus ruinas y tú resplandor y la noche en ti como una vocación del alma
  • Yo he descubierto esa mirada súbita que recuerda a los puertos esa sonrisa que de pronto se oscurece por el peso de un animal poderoso ese corazón arreglando sus nubes
  • Yo no camino sobre las aguas camino sobre las hojas secas que caen de mis hombros
  • Yo no camino sobre las aguas miro a los muertos en brazos de sus retratos miro a los vivos en brazos de sus desiertos miro a las prostitutas vírgenes embalsamado adentro de su sonrisa
  • Yo no quise comprender les quise ser como ustedes porque le he tenido miedo porque les daba la razón y la ponía en vuestras manos como si fuera de ustedes y yo debiera pedirla
  • Yo podría también en este umbral junto a la precaria armadura de tu olvido enumerar los hechos construidos y destruidos por el amor
  • Yo sé que no duermes como no duermen los que se han perdido en el mar
  • Yo veo la miel sombría donde los rostros perdidos intentan acercársenos ponernos el vaho de su corazón en el cristal de esa ventana que sin darnos cuenta hemos dejado encendida esta noche
  • Yo veo los amaneceres socavados por la guerra del relámpago que saca del fondo a las doncellas muertas

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