JAIME SABINES - FRASES
- Te quiero
desde el poste de la esquina desde la alfombra de ese cuarto a solas en las
sábanas tibias de tu cuerpo donde se duerme un agua de amapolas
- No me des
nada amor no me des nada yo te tomó en el viento te tomó de la rosa de la
sombra del giro de la luz y el silencio de la piel de las cosas y de la sangre
con que subo al tiempo
- Codiciada
prohibida cercana estás a un paso hechicera te ofrece con los ojos al que pasa
al que te mira madura derramante al que pide tu cuerpo como una tumba joven
maligna virgen encendida cerrada te estoy viendo y amando tu sangre alborotada
tu cabeza girando y ascendiendo tu cuerpo horizontal sobre las uvas y el vino
eres perfecta deseada
- Piedras
que un día en el aire maderas que ahoga en el río de mi corazón flotando sobre
su cuerpo sencillo
- Entre los
escombros de mi alma búscame
- Ven a mi
larga sed
- Quiero esa
arpa onda que en tu vientre arrulla niños salvajes
- Levántame
dentro de tus pies levántame recógeme del suelo de la sombra que pisas del
rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños levántame porque he caído en tus
manos quiero vivir
- Morimos en
el sitio que le he prestado al aire para que estés lejos de mí
- Con qué
morboso deleite introduzco en la casa abandonada y te amo mil veces de manera
distinta
- Hay cosas
en lo oscuro que nos sonríen
- Estrecho
poco a poco hasta mi sangre
- Los
amorosos callan es el silencio más fino su corazón les dice que nunca han de encontrar
no encuentran buscan andan como locos porque están solos entregándose dándose a
cada rato llorando porque no salvan al amor los amorosos son locos sólo locos
sin dios y sin diablo no salen de sus cuevas temblorosos hambrientos a cazar
fantasmas se ríen de la gente que lo sabe todo juegan atrapar el agua a tatuar
el humo juegan el largo el triste juego del amor y la muerte les fermenta
detrás de los ojos y ellos caminan lloran hasta la madrugada los amorosos se
ponen a cantar entre labios una canción no aprendida y se van llorando, llorando la hermosa vida
- Yo vivo a
los pies de una dama cortés atisbando su benigna sonrisa de numen
- La dama
cortés en la lontananza un mensaje benévolo recibe de manos de un jinete menudo
y suspicaz el secreto de la belleza inmortal
- Agoniza en
la ruina mansión de recreo olvidada en un valle profundo
- estaba atenta una melodía crepuscular
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