JORGE BOCCANERA - FRASES
- La noche es furgón de cola de un
carguero que transporta palabras sin sentido
- La vida con la muerte vive juntas dormí
tan bajo frazadas viejas, pero ninguna saca la cara por la otra.
- La ilusión junto a cielo en la calle
vacía y lo vende de a kilo.
- Cada quien cada hora amamanta as u animal.
- El árbol del después crece en tu casa, como
un árbol cualquiera no se conoce el fruto, sus raíces pueden levantar el
piso de las habitaciones donde duermes. Sus ramas entran ya por tu ventana.
Hay que cortarlo ahora.
- Alma que trona en un rincón con alarido
de marrano pide limosna y atención desde la palma de mi mano.
- Un ángel de chatarra te amordazaba el
paso para que no llegaras.
- Hoy apagué las luces de tu cuerpo y salí.
No me sigas ahora descalza, bailarina.
- En milagros de alcohol daba funciones
gratis la mejor bailarina.
- Quiero la boca de la poesía sobre mi boca.
- Un niño parado en un caballo blanco
canta el ruido del mar.
- El sur salió a cantar su sangre en una hoguera.
- Se arrastra por el mapa con su música oscura.
- Las cosas de los dos lloran como niños salvajes.
- Qué triste eras Minú cambiando siempre
de plumaje, planeando sobre mí de borrachera por el aire.
- ¿Hay que dormir Minú la noche guarda sus
tatuajes no ves que yo también me voy con la música a otra parte?
- Hay que dormir Minú, tu pelo en llamas
me distrae. ¿No ves que es tarde ya y un gallo canta para nadie?
- En mi carne de ahogado van tus besos
cantando todavía.
- Asómate a mi sombra y apágame las
bestias con un soplo Minú.
- Lleva agitado un corazón pequeño, pero
no tiene corazón.
- Un tren blanco cruza los viejos puentes.
Tiembla sobre la red tejida en los abismos.
- Un tren al rojo vivo se refleja en la
pupila de un ciego.
- Su esqueleto de lava descansará en tu lengua.
- Si una mano cortada me escribiste una
carta yo la recibiría.
- Hay una hoja caída de tu corazón que
pasa de la realidad al misterio con sólo pestañear y sobrevive a la
tormenta como los héroes de los cuentos.
- En el sueño soy otro que se parece a mí.
- En la arena del sueño cruza un tren y.
- Y este que ves ahora no se parece a nadie.
- Y en el cuento infinito el cazador
apunta la cabeza de los sueños.
- Se despierta dentro de un laberinto y
agitan sin desmayo sus perlas oxidadas. Parte podría medir el mundo
acunarlo transportar su misterio sus campanarios de agua de una orilla a
la otra.
- Te advertí te lo dije el espejo compra
muebles usados. A parte su corazón helado vende casas de polvo en los despeñaderos.
- Eres una cara de trapo al fondo del aljibe.
- Lugar es el nombre del animal más grande
de la tierra.
- Hay quienes aprovechan su sombra y no
saben que existe o duermen en los huecos que dejan sus pezuñas en la tierra.
- Los exiliados cargan sus pedazos de tiempo.
- La boca es un paraguas dado vuelta que
reza su desgracia.
- ¿Qué mujer cada noche con los ojos en
blanco lanza un aullido de oro?
- La noche es un caballo herido que se
sube a mi piel como la lluvia que me devora el sombrero y me galopa el cuerpo.
- Sueño que vas descalza por mi sangre.
- La noche y el vino ataron sus pañuelos
cerca del mar.
- La noche es un caballo oscuro que
aparece cuando se le antoja.
- Recuerdo el extraño animal que llama la alegría
sujeta de una pata encerrado en el círculo que trazaste en el patio.
- Salgo con mi guitarra a hacer señales
para avivar el fuego de tus nombres.
- Y tu recuerdo madre como cuando la única
luz era tu nombre.
- La distancia de a poco fue cubriéndolo
todo como un lento derrumbe de cartas amarillas que no llegaron nunca.
- Esos labios resecos por la espuma sagrada de la noche.
- En la memoria hay una puerta rota.
- Soy el que reza en tu cuerpo.
- Algo de todo el polvo que levantan es mío.
- Ha levantado su pequeña tienda en un
cielo que ruge con sus olas de polvo.
- Debo enterrar palabras en el fuego debo
entonar un himno.
- Alguien ha entrado al mar como una casa.
- La mujer duerme en su pequeña casa
algunos parroquianos cuentan que el mal la está buscando.
- Lo poco que he vivido me ha hecho perder
demasiado tiempo.
- Se balancea la sombra del ahorcado.
- Un hombre se me viene derrumbando por la
oscura saliva del silencio.
- Lágrimas que inventa cuando pisan los
charcos de mi sangre.
- La lámpara de aceite es un gato que el
viento reventó contra el muro.
- Viene la tramontana y en esta oscuridad
busco tu boca. Soplará como siempre, soplará como nunca.
- Cargo con la joroba de todas las valijas
sobre las cuatro patas del infierno.
- Llegaran a destino viejas empalizadas
que sucumben bajo mareas de carne.
- El reloj es un inválido que cuenta
historias crueles.
- ¿Y los escombros que acarrea el
insomnio? ¿Y el ahogado golpeándome la puerta?
- Me toca resguardar la lengua en las
llamas de la sordomuda.
- Las ollas donde hierve sus colores el bosque.
- Mis ojos fijos en su cuerpo que se
estremece se sacuden que respinga que tiembla como una telaraña en una
cuna vacía.
- Tú quieres preguntar y para preguntar
primero hay que morirse.
- En pollo en esas piedras la canción del naufragio.
- Este es un poema tirado por caballos.
- Vean arder mi látigo sobre el viejo tambor de la poesía.
- Y respetuosamente se instalan estos
gallos más ciegos que el olvido a colgar con esmero del clavo de mi lengua
sus palabras prohibidas.
- La palabra es un tambor de polvo remando
en infierno . Es un agua posible sobre un manto de cólera.
- He de
morder el polvo para que tú puedas mover las alas para que yo respire de
tu aire sin conocer el aire que respiro.
- Son callecitas breves de mordaza y
navaja cicatrices del día que es mejor no tocar.
- La memoria es a veces como una piedra
enorme los brazos de un niño.
- Las agujas del sol se me perdieron
alguna tarde escrita con minúsculas.
- Quise incendiar la noche allí en su boca
que se limpia la lluvia en estas manos.
- Algún recuerdo ingrato un mar antiguo.
- Está dormida sus párpados esconden un
aplauso cerrado un puñal de hojalata un castillo de mimbre.
- ¿Y el mar acaso huyó de ti?
- La misma luna no se ve desde el patio
como una madre dulce que despierta.
- Desde el agua espesa del amor tan sólo
el dolor en ti dejé.
- Yo me sobrepuse a su lento desamor no sé
quién se atreve a manchar mi corazón hecho de altísimas espumas.
- Todas mis palabras las encendían el
secreto de esta luz mortecina de distancias. A parte este es el mar donde
arrojó tu nombre como un terrón de azúcar al café.
- Me visto de oscuros animales que se
muerden la cola.
- ¿Quién atar a los cordones de mi
soledad?
- ¿Quién vendrá sino tu gracia caminando?
- Hablo con preguntas que hacen nido en la
asfixia.
- Es un hijo que recorre saltando las
piedras de mi voz.
- Háganse un lado cargo un espinazo un
fósil atado con alambre un enfermo de amor una huesera al rojo vivo una
tumba de besos al fondo de mi carne.
- Voy alerta de piedra besando sedas que
se recuerdan en una antigua danza.
- Quiero besar el caos los escombros del
cielo no me dan debe ver.
- No entienden que yo quiero un mundo otro
mundo.
- Este es un poema tirado por caballos van
mis muertos aquí sus huesos con el frío.
- Debo enterrar palabras en el fuego. Este
es un poema tirado por caballos cruza bajo los grandes árboles de la
historia entre los delicados gestos de los mortales.
- Soy el que afila noches toda la santa noche.
- Reseca es esta noche osca de madres muertas.
- Soy el que traslada escombros de una
carta a la otra.
- Te conocí bailando negra de amor tus
gestos levantaban el polvo del infierno.
- Esta lengua da su trazo de sombra en las
paredes del silencio.
- El cielo es una esponja que devora a los
pájaros.
- Estoy sentado en el lugar de siempre y
en tu lengua vacía escuchó pasos.
- El mar busca una puerta para seguir golpeando.
A parte vienes despacio apenas echa humo para no despertarme.
- El color blanco es un color que nadie sueño.
- Los supuestos se envían cartas rotas y
se buscan para decirse adiós.
- Cada noche soñamos que un caballo de
vidrio muerde las ataduras, pero amanece y seguimos espalda con espalda.
- Usamos de las gentes buscando cielos
para el abrazo azul que nos debemos.
- La tarde es un camino que gastamos.
- No se van al mar nuestros dolores.
- El beso que te envío está al otro
costado de la arena.
- Más allá de la sal que el mar empuja mi
navío se queman mi soledad te aclama.
- Será sólo el perfume bienaventurado de
lágrimas y espumas y caricias invisibles que aún nos han de servir para
proteger nuestra fe contra el olvido.
- No me espera más que el
poro sangrante de tu lejanía.
- Ayer es una casa que se quedó sin puertas.
- El espejo se cree que está leyendo un cuento.
- El espejo es un libro que está leyendo
un libro.
- Sólo los dioses tienen la dicha de morirse.
- Vientos del país del diablo me relatan
largas historias.
- Busco el centro del silencio ahí está lo
tengo apuntó bien y arrojó al suelo un plato sopero de la vajilla de la
señora Van Pels no hago añicos el plato, hago pedazos el silencio y el
silencio me mira con sus pedazos regados por el suelo.
- El miedo de los hombres arreglando mi casa.
- Hay una calle angosta tallada en el abismo.
- La escalera es redonda como el muro
antes de ser redondo.
- Con paciencia infinita dócil como
algunos perfumes que van rayando el aire con polvo de diamante.
- El mar está hecho de botellas que
arrojamos al mar.
- En las paredes de mi cueva las cifras de
tu música y un bisonte tatuado que corre entre las piedras.
- Y tu cuerpo era el tamaño de mi ataúd.
- El oficio es recibir eso que viene
anunciarse ser la rama de aquello que no se posa nunca.
- Balbuceo en el agua de estrellas moribundas.
- ¿qué haré con este corazón? ¿arrojárselo
a los perros? ¿reducirlo a cenizas? ¿arrojar las piedras más negras de la
noche? ¿qué haré con este corazón desordenado y triste que no responde a
nada ni recuerda su nombre?
- Los pájaros que construyen la noche sueñan
con ella
- El vino es un ángel rojo caído para
siempre nuestra copa sara Ibargoyen.
- Y por la madriguera de sus ojos escapa
el humo de pájaros quemados.
- Al que agoniza le dan de comer en la
frente le dan de vivir en la boca le dan de soñar en el pecho le dan de
pensar en la sombra.
- Pero el dolor no hace trato con nadie y
aunque no duela, siempre, siempre duele.
- Un viaje en ese viento dónde estás
banderas de colores y bestias fabulosas comparten un camino.
- La mano que lleva a un niño de la mano
no retrocede nunca.
- Para entregar
el árbol hay que cerrar al viento para entregar el sueño hay que cerrar el
día para entregar ir al mundo hay que cerrar la bomba para entregar las
manos hay que cerrar pañuelos para entregar ir al niño y que cerrar al
hombre para entrar al mar hay que cerrar ciudades para entregarle la boca
y que cerrar los ojos
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