- Oh,
lluvia vieja amiga qué deshaces de pronto la vieja miel del tiempo y te
quedas aquí como un retrato donde soy niña y tengo todavía una mirada
simple para verte punto cae cae desde lo hondo de una noche distante sobre
la tierra donde edificamos algo y destruimos algo punto cae y déjame estar
en lo que siempre nombras y en lo que siempre callas o lluvia ten piedad
de aquel que ya no soy.
- Ya
que no podemos hacer el amor hagamos sangre hagamos sangre con las manos
sin hipocresía las manos sagradas que respetarán los dioses hagamos sangre
en las negras pirámides que se elevan hacia los astros con los sueños
incomprensibles con los menores estremecimientos con los ojos más puros
con la infinita desesperación hagamos sangre con los niños y sus perros
misteriosos con los recuerdos con las palabras con los límites hagamos
sangre con nuestra justicia ya que no podemos hacer el amor
- Un
poeta es un ser desarmado A quién lastima y alimenta con facilidad todo lo
que existe a partir de la nada
- Una
vida no es un saco vacío que hace falta llenar para que esté en pie, para
que sea admitido en la pila. Una vida es una explosión un estruendo un río
un milagro una hoja que se desprende y vuela hacia las nubes insensata una
raíz que se hunde para que una amapola se habrá un incendio que cunde una
ternura que avasalla y desaparece sin nombre en un giro del tiempo, un
fragor, un murmullo una revelación Un éxtasis que se da, se suelta, se
pierde y se olvida
- La
mano ese aviso de los dioses que oscila entre el ruido del mercado y el
silencio del volcán
- El
deseo como sabes es sagrado
- Poema,
yo te separo de mi noche de lobo como un racimo de auroras en un desierto
de nieve
- Los
dones te aniquilan y los naufragios te recuperan
- No
hay dioses sólo misterios que se cambian en auroras y auroras que se
cambian en misterios
- El grillo
que honra mi casa -huésped Todopoderoso- me recuerda que aquí no vive mi
cuerpo sino mi claridad
- Para
los dioses nunca serás mala compañía siempre que no te aparezcas
disfrazado de Dios
- Algo
que ocurre brevemente rodeado por la nada hambrienta
- Canta la piedra
con corazón de hombre
- La
muerte es sagrada. La vida también
- Existir
es de veras un suplicio que los relámpagos de la felicidad por momentos
ocultan con un resplandor más puro, más intenso y más grave que el dolor
- La
belleza, señal intermitente que a sí misma se anuncia. La belleza que te
tortura y te alivia como un cuchillo que al herirte, te muestre el
resplandor de tu sangre
- La
eternidad es esa teja rota en el techo de la casa donde sueñas, la última
que colocaste, la primera que vieron los pájaros
- Somos
gloriosamente imperfectos, infinitamente posibles
- Lo
que llamamos conciencia es el límite fulgurante entre aquellos que todavía
no hemos incendiado y aquello que ya deviene ceniza, ojos en tregua para
ver, ojos a salvo en el dolor
- Tu
andar hizo que las amenazas siguieran, que los monstruos perdidos se
orientarán
- Lo
desconocido se rehace a tus espaldas y lo pierdes
- Un
hombre en permanente estado de Gracia se vuelve, tarde o temprano, peligroso
- ¿Desde
qué sueños mentirosos regresaremos desnudos a medio camino con una lámpara
apagada pero caliente aún en nuestras manos?
- Un
volcán sólo es feliz cuando está en erupción. Hay que entender que la
felicidad es activa privilegiada y peligrosa.
- Desconfío
de esta araña que nunca está en su tela.
- Las
formas frágiles de la belleza, esas criaturas que siempre hallas al borde
del abismo.
- Es
el retemblar del abismo y el pétalo suspendido en el aire
- Nuestro
honor: pender de un hilo y obrar no obstante como inmortales
- No
deberíamos disponer del tiempo. El tiempo como las frutas tiene su Dulce
voluntad
- Venturoso
quien tiene fantasmas amables que lo visitan, le hablan, lo alivian por un
instante y luego lo entristecen con su ausencia
- Te
escribo desde un pasado que no quiere hablar de sí mismo
- El
poeta es el hombre de la lenta obsesión
- En
la ola más alta de la pasión hay un canto, poeta, un canto que se desploma
y una playa que se olvida
- Y le
ocurre al poeta como el ave fénix: alcanzar un día la región sagrada del
fuego y la desaparición
- De
tiempo en tiempo el poeta es fiel al arado de La bella presunción
- La
noche rara es como una pesadilla: algo ocurre en alguna parte, alguien
hace falta en alguna parte, y no se siente sino eso y nadie se mueve. La
noche rara es temible tal vez por causa de ese color azul que no hemos
visto nunca
- Algo
quedaba allí entre los gritos de los pájaros algo tal vez más firme que
aquello que toqué, que aquello que perdí y me destrozó. Algo azul algo
inmenso de mente que gemía o cantaba en el cielo
- Este
ver sin transparencia, este tocar sin perspectiva, este aferrarse a las
fútiles ramas que se rompen con dedos que son dedos, en el breve de
parpadeo de una astro y que sea tan hermoso vivir
- Escribo
para siempre sobre un papel de ceniza dónde la mano solitaria del origen
ha preparado para mí un tiempo de belleza y dolor
- Lo
hermoso como la bondad, es altivo y secreto. Sus rayos invisibles iluminan
la rosa que el universo no conoce
- Somos,
yendo y viniendo, amantes presurosos en un bosque incendiado, insensatas
criaturas que se olvidan el tiempo; el tiempo que le falta la muerte para
ser importante.
- He
conseguido atravesar el desierto gracias a un pequeño libro de canciones
de viaje. El desierto estaba en el momento más puro de su equilibrio al
borde de alguna incierta decisión . El barco navegaba en silencio. Las
gaviotas trazaban a su alrededor largo círculos y el agua confusa y sobria
no parecía feliz. Después ,el barco y las gaviotas desaparecieron. Y
entonces,, me di cuenta de que en ese desierto, había algo que no andaba
del todo bien. He conseguido atravesar el desierto gracias a un pequeño
libro
- La
eternidad tiene forma y canta bajo tus pies
- En
tanta felicidad posible misteriosamente asesinada de la poesía
- Eres
poeta donde no lo crees, donde no lo sabes
- Como
una tormenta sin fin que me hace cerrar los ojos
- ¿Qué
se nos ha confiado?
- El
poeta una vez más se inclina cuidadosamente para rescatar a ese diminuto
pájaro que ignora su hermosura que sólo conoce el dolor
- Se
le oye merodear alrededor de la casa que se derrumba
- Nuestras
ocupaciones fueron la maravilla y el dolor
- La
belleza demarca con pies ensangrentados
- Hay
suficiente impureza en mi corazón
- El
estallido de una rosa rompió los vidrios de mi casa, desordenó mis papeles,
echó a volar en mi corazón: el estallido de una rosa que saltó sobre el
tiempo para sacarme del remanso donde oscurece la verdad
- Había
una vez una rosa, un sol descabellado y un hombre conmovido
- Yo
entro en tu casa profunda
- En
la montaña de nuestras cenizas sonaron mejor los oboes
- Jugabas
con los dioses, te tuteabas con ellos sin saber quiénes eran
- Está
cayendo por la noche ruta a cascotazos toda la tristeza del mundo
- Y
era una niña triste que creía en la magia que conjuraba a los demonios
- Y
ella se descuidó, se alejó de su lámpara y se perdió en la niebla
- Tus
manos trabajan en el olvido porque tu Dios te prefiere allí
- Tú
eres mi Sacramento negro, la última sustancia de mis venas
- El
ruido negro viene a partirte en pedazos. El ruido negro de otro mundo
inventado por hombres de otro mundo
- Sólo
lentos pájaros que giran en un ojo vacío
- El
que no aprende nunca toca el fuego
- Vivimos
en las fauces de la nada. Tenemos algo que decir
- Aquello
de lo que huyes es el poema, aquello que te detiene y te espanta es el
poema. Él quiere pasar por aquí, eso es todo.
- En
todo se trata de una igual aventura: La de alcanzar la dignidad del viento,
la sencillez de una hierba que arde para nosotros y para un fuego que
vendrá,
- El
ruido del mar no puede detenerse
- El
amor es temible en la medida en que concuerda con nuestro ser, en la
medida de su simplicidad temible, para quien no teme esa primavera feroz
que desnuda y que mata
- Esas
flores silenciosas que te colocan de pronto entre el cielo y la tierra
- Ese
dolor de las palabras de cuyo resplandor vivimos
- Hay
que agradecer al tiempo que no se disculpe por las heridas que nos causa
- Lo
que importa nunca lo poseemos somos sus poseídos y nuestro ser revive, a
la vez que está solo como un castillo encantado
- Criatura
triste en tu caja de tinieblas
- Un
hombre aprende tanto de los dioses como un cuchillo de la tormenta
- Amo
a las zonas inconclusas movedizas y cambiantes de este mundo por más que
me desafíen y me exasperan. En medio de ese desorden sagrado conozco mi
extremo sideral en formación
- Ya
no se puede ir para atrás porque entonces los vampiros avanzan
- ¿Qué
fue existir entre cuerdas y olvido?
- Yo
soy esa pura lumbre tras el portal altivo donde un extraño te detiene,
amor mío, que tiemblas
- Estamos
atrapados la eternidad se agota
- Libres
son de herirte las hermosas arqueras que danzan los bosques por los que cambiaste
tus desiertos
- Sí
sufre, es para morir
- Esta
escritura sería imposible si no hubiese entre nosotros Este muro de horror
qué parte en dos el universo y acusó a través buscamos la rendija de
nuestra presencia
- Ella
dibuja un rostro sobre un rostro sin fin
- Ella
me dispensa a veces esos momentos de terror
- A
través de ella se vuelven invisibles las heridas del viento, el viento
libre que sangra y que la adora
- Ella
aparenta ignorar el sufrimiento que la sostiene
- Es
extraño. Todavía el amor habita en el olvido
- Y
las serpientes han de silbar tristemente todas las melodías olvidadas
- Ella
calla como investida de una miseria admirable que fuera al mismo tiempo su
rostro y su secreto
- Vive
para inventar la razón de su ausencia
- Ella
no puede detenerse en esos espacios donde el olvido nos ofrece sus pactos
sospechosos
- Esos
lugares impuros, bajo un sol retraído, a los que tiene una misteriosa
necesidad de volver, la rechazan siempre con la misma cortesía
- La
eternidad se agota la recta infinitud está doblada y rota
- Escribo
para encontrarla, recorro la infinita piedra
- Ella
inició en mi ausencia su viaje apasionado, su viaje que enriquece el
misterio y dota de precedentes a la eternidad
- Yo
que seré otra vez esa playa desierta que devuelve y olvida
- Nada
te defiende en la noche perfecta
- Te
invento para hablarte, me inventas para verte
- Es
éste el límite del mundo donde mi oficio termina y tu perfume se presiente
- Ojos
maravillosos que a veces te recuerdan y a veces te olvidan
- Alba
invisible siempre perdida entre las nieblas y los hierros del mundo
- Te
asfixias en la felicidad dispuesta por los propietarios de tu presencia en
el mundo
- El
amor y el viento. lo demás pasará
- Miserables
miserables del mundo de quienes está hecho el rayo de tu presencia
- Alma
de todo lo que me subleva, tú eres mi fuego constante y mi primera ceniza
- Me
abrazas para que no olvide el tiempo en que nada sabía de ti
- Los
monstruos que te amaban resplandecen antes de morir
- Eres
parecido a ese fuego que un caminante solitario enciende en el umbral de
la noche, donde se reúne para no morir toda la claridad de la tierra
- Es
en ese infierno donde cada árbol se distingue por su nombre
- Yo
me salía del mundo y tú de nuevo me creabas tal era nuestro juego nuestra
danza nupcial
- Pero
está sombra no durará
- Cuando
el fuego se hizo, la nieve se deshizo y yo no pude detenerte
- Veo
otra vez tu rostro en el centro de una prodigiosa tormenta
- Trato
de hablar de nuevo ese viejo lenguaje de poesía con el cual solíamos
explicarnos nuestro amor
- Para
vivir yo tengo que romper esta niebla verbal que me oculta tu nombre
- Pequeña
gloria errante entre las ramas de la noche ¿Qué nueva forma buscas para
que yo te vea?
- Yo
conocí a tu rumor en mi alma y en mi alma eres libre de hacer cuanto
quisieras. Yo conocí el rumor de tu presencia y te llevaba en mi alma como
el mar, como el viento hubieran querido llevarte. Yo cambiaba tu cuerpo por
el mío, yo era la eternidad
- Pero
tú sin nombre en el frío de esos espacios ¿qué esperas sino mi muerte?
¿que esperas todavía oh, solitaria?
- Ella
se pierde en una lámpara
- ¿Qué
clavicordio gira entre las llamas?
- Se
devolvió a la ausencia su castillo de alondra, sus cristales de armiño que
dudaban de ti
- Por
tus cabellos descienden viejos nombres...
- Sus
antiguos porvenires de mar
- Tu
música ha mordido las espaldas del cielo
- Es
la pureza intermitente, es la mano por donde una orilla resiste la
costumbre del mar, es la línea de un pájaro nocturno borrada lentamente
- Los
caballos de mar surgen en la vejez de las playas sueltas de crisis como la
niñez de la música
- Los
suburbios de Dios
- Las
manos que despiertan en un bosque
- Los
relojes dispersos en la soledad
- Como
una llave equivocada
- La
herrumbre donde cada pupila es el fondo de un eco
- Una
mano de menta que sorprende a la niebla y converge en tu mano
- He
visto algunos mapas donde nadie está lejos
- He
cubierto de signos la inocencia, la antigüedad de un cielo sobre otro
- El
tiempo se contradice y gira
- Yo
vivía una música y me vaso era un eco caminando en la lumbre de una llave
- Su
garganta está enamorada, tiene los 15 años de la tierra
- Juega
con el mar que no comprende
- Ha
traído sus dos bocas al par de sus misterios
- Para
quienes no saben que los años del mar están despiertos
- Para
quienes no saben que su columna vertebral es de música
- Para
quienes no saben que existen bocas separadas por un beso que la ley no
apresura
- La
tierra es el eco de otra tierra
- El
árbol es un sexo luminoso
- Un
puente innecesario entre la raíz y el olvido
- Esta
niña de trigo que agita su pañuelo
- Como
un monasterio que se transforma en río
- Gacelas
remotas por error bebieron de los 7 colores del volcán
- Este
minuto que resiste por mi cuerpo la extensión capturada que comienza a ser
virgen
- El
aire que se mire en las espaldas una vez más su eterna mordedura
- He
aquí el marinero que de pronto se espanta al sentir en la proa la
inocencia del mar
- La
memoria no nos ha servido más que para cantar
- Nos
hemos perdido al encontrar la brújula de cabellos de trigo
- Busco
a los hombres cuya cabeza haya robado alguna vez por los espacios
siderales
- Hombre
que se alza contra la noche tal es el poeta portador de la ostra maldita
de un brebaje infernal extraño caracol que se desplaza sobre la Gran
muralla de la muerte
- El
papel y la lámpara. Lo demás, pasará.
- Me
esfuerzo porque las palabras se unen a la inexistente melodía interior
- Dulce
pez luminoso en la noche oscura de mi alma
- Universo
que te abres en la noche y me comprendes
- Ya
casi nada tengo de ti pero no puedo vivir sino al borde de este abismo. No
puedo vivir sin este temor
- Viajas,
no obstante la terrible fricción del mar que te circunda, pero sabes
también como nosotros, que no es así como se debe ir por este mundo
- Tú,
criatura que no eres de aquí, pero nos quieres aquí, pobres inmensos
dementes y obstinados
- P¿or
qué milagro vuelvo otra vez, una vez más aún, a encontrarte? Hay algo que
nos une, algo que lo atraviesa todo y nos retiene todavía en la inocencia
de su trama
- A
través de ella se vuelven visibles las heridas del viento, el viento libre
que sangra y que la adora
- Ella
no puede detenerse en esas gradas fáciles donde el olvido le ofrece sus
pactos sospechosos
- En
su cabeza reina el sol. La araña roja de los hospicios y sus manos tallan
la figura de un Dios centelleante en cuyos ojos, sin embargo, se descubre
la noche
- Una
claridad que te excede y una tiniebla que te rechaza
- ¿Qué
es eso a lo que vuelves una vez que ha cesado el remolino que te arranca
de tu eternidad?
- Nada
tan grave como perderle el rastro a la tragedia
- Cuando
el mar se retira la madrépora sangra
- La
paciencia musical de la vida. Todo lo que de día se mueve en el siglo se
concreta en silencio allí bajo una lámpara de miseria y furia
- Ella
vino y tras ella vino todo el dolor
- Cuando
cantan los gallos el hombre sólo se va y la cancionista del vestido rosa
remueve Las piedras buscando el amor
- Secreto
es grave en mi cuerpo hay amor
- Para
los otros el silencio y la palabra
- Yo
deposito en tu silencio lo que elegí para vivir
- El
hombre solo, en el vacío absoluto y perfecto como Dios
- Cuando
yo cierro los ojos, mi amor, los abrirás al otro lado del tiempo
- En
mi campo de honor yo siembro, en mi campo de tinieblas me maravillo
- Rostro
fugaz en la tormenta, tu ausencia yo ya la conocía. Tu ausencia, el viejo
abismo tenebros. Buena suerte rostro perdido en la tormenta
- Mi
corazón avanza Sin miedo por una esencial contradicción
- Mi
corazón alegre y aterrado se detiene ante una piedra desconocida
- Hacía
falta aún establecer un camino que no nos fuese inspirado por el miedo
- De
un viejo antepasado yo heredé estos imanes, estos focos de astucia, estos
negros mastines que van y vienen jadeando entre los mitos y la ambigüedad
- Es
enorme la distancia entre el canto de una gota que muere y el canto vivo
de los hombres
- La
lluvia es de los muertos
- En
la noche desierta te persigo hasta que caigo muerto
- Aúllan
porque temen esta alegría de pronto tan pura entre los muertos, tan
parecida a Dios o a un poema
- Y
bajo y subo en ti y voy de plomo a espuma y voy de espuma a plomo, reuniendo
mis criaturas dispersas en tu azul demente velocísimo
- Mis
ojos la oscurecen pero ella se desnuda. Mis manos la limitan, pero ella se
transforma
- Quieres
ser mía quieres que yo no tenga fin quieres unirme al viento y parecerte
al viento quieres abrir mis manos desiertas sobre ti
- Más
allá del cielo gris buscaba una criatura tonta como yo perdida como yo en
un tiempo imposible inútil para todo lo que no fuera amor inútil para todo
lo que no fuera inmenso
- Aquella
noche en la que perdí mi corazón no ha terminado todavía
- Hice
un fuego para ser su amigo
- El
fuego busca entre mis distintos rostros con texturas y formas alguien a
quien hablar, mano a mano, de hombre a hombre
- Ah, ¿qué
fuego es éste? tantas distancias, tantos enigmas, tan cerca de la oscuridad
y él, sólo él, queriendo entenderse con alguien
- De
pronto el fuego me nombra. No ha sido nada, ningún sonido,, ningún ademán
pero el fuego me dio nombre
- Un hombre
emerge de la noche como un molusco extraño
- Queda
la noche sin embargo, la noche abierta a los pequeños ensayos de la fuga y
a los pequeños abismos
- Los
bares del olvido están cerrados para siempre
- Porque
tal vez no haya más que eso; el saber indecible, amablemente destinado a
la muerte, el haber sido tocados por un rumor, por un perfume y no poder
sacárnoslo de encima
- Ellos
que no querían más que llama y dolor
- Vino
la claridad y era una niña misteriosa
- El
excelente abismo el buen compañero: arroja en él todo lo que amas. No te
defraudará
- Y la
noche, la noche entra en la casa. La noche es este silencio donde existo y
comprendo que la muerte es inmensa como el amor, semejante al amor
- Una
cabeza sola es la prodigiosa tierra de nadie que el enigma arrasa para
sostenerse ante sí mismo
- La
claridad y las tinieblas se estudiaban, mientras que sobre el mar de la
era paleozoica, la bella distendía su cuerpo de esmeralda
- Y
entonces parió Dios monos oscuros parlantes que caminaron atrás en el
tiempo y lo arruinaron todo
- Y
esa parte inevitable del cielo que, a pesar de tus maniobras por huir de
ella, por estar con nosotros, siempre termina por ser tu casa
- Este
mar infinito. Este lenguaje oscuro
- Su
no querer, su nada nunca más y su quererlo todo para siempre
- Sangro
otra vez sobre la Luna nueva de mi corazón
- Negro
es el viento del dolor
- El
mar siempre muerto y silencioso
- Puedes
gemir reptar y silenciosa irte por donde quieras hasta el fondo del tiempo
- Sin
duda hubiese preferido un rincón apacible donde poder sin sobresalto dialogar
con los dioses
- Me
doy cuenta qué inútiles son las palabras cuando son los lentos pájaros que
giran en un ojo vacío
- Esa
cumbre donde el sol hizo estallar su Rosa preferida
- Desde
los escalones hacia el cielo subieron altos brujos detrás de sus hogueras
subieron reinas hermosísimas y yo me dije es el tiempo y armé mis dientes
y mis manos con los fuegos celestes
- Y
abajo vestí la vieja llaga y me enterré en el negro socavón de mi sangre
- Y
los santos volvieron a caer a la tierra
- y
grito, grito porque me hundo en una historia ajena sin saber de quién es
esta sangre
- Un
bello cuerpo de mujer se levanta en la noche y me saluda
- Ella
es cálida y tiembla cuando la nombro
- Toda
mi vida transcurrió bajo negras columnas
- Una
mitad del sol me fue robada por el César siniestro y la otra vendida por
el oro más puro
- Por
tu boca de reina, por tus dientes esclava
- Por
tus pies que terminan dónde empieza la nada
- Respeta
la lentitud de los dioses, respeta sus ojos fatigados, sus labios
silenciosos, la noche en que sin verte, se sientan a tu lado junto al
fuego ¡ellos también están helados ellos también están heridos!
- Las
piedras no son dioses
- La
muerte desde tan cerca no se ve
- Me
hace feliz ver en la noche los destellos de un poema en los límites del
universo que acabo de abandonar
- Él
canta y vive en una eternidad que gira
- Él
canta y amanece otro pan en tu mesa, otro sol en tu patio, otra calle en
tu puerta
- Creemos
tal vez, que excavamos una tierra sagrada?
- Yo
también soy un hombre de los que arrastran sus pedazos por una tierra sin
sentido
- Vi
el fantasma de una estrella de mar
- Yo
me inclino ante un hombre que rompió contra el silencio su cabeza
- No
se nos acusará de haber preferido a la eternidad a estas pequeñas
criaturas que amamos
- ¿Qué
semilla no importa para la tierra viva de los muertos?
- Hay
todavía felices almas de ultratumba a las que les aterra penetrar en el
mundo
- Amigo
que te pierdes entre la bruma, esta silla fiel a mi lado roída por los
fantasmas, es para ti
- La
lámpara que te sustrae de las tinieblas sólo está para eso: para que te
consumas
- No
hay reino, sólo la claridad que hiere y la tiniebla que repara
- En
el filo de la gran soledad yo escribo para el doble vulnerable que nada
sabe de mí, que todo lo espera de mí y que no puede ayudarme
- La
ausente tiembla sobre el umbral que atraviesa no se sabe si para
rescatarme o morir
- Los
niños reinan en nuestro reino abandonado
- Obsesionado
por un cielo azul sobre una tierra sin dolor
- El
mundo no es para que reines, sino para que existas
- Entenderse
contigo mientras la nada se amontona
- El
río inmenso y frágil como un niño
- Mi
casa es este silencio que los rugidos no alteran, es esta lámpara que los
cuervos no tocan, este amor libre que se siente vivir, esta mano que
circula entre el poema y el dolor
- Mi
furia es cierta pero no me sirve
- No
estamos solos porque no somos eternos
- Nuestro
oficio es de pobres expertos en magnificencia
- La
poesía está vinculada al dolor, no está atada al dolor
- Conmigo
duerme aquello que sembré en una tierra que yo amaba
- La
mano de mi hijo: allí infinitamente comienza y termina el universo
- No
hay camino sino misterios
- Vivimos
en las fauces abiertas de la nada
- No
es el rostro de Dios lo que un poema quiere de nosotros
- Amante
a quien el amor vuelve más solitario, no temas este confín donde se oxidan
los ojos de la muerte
- Se
sostiene la vida como una fruta en el aire
- Un
hombre aprende tanto de los dioses como una espiga de la tormenta
- ¿Preguntarás
adónde cuando soltado en el abismo tenebroso la silenciosa voz te atraiga
desde lejos?
- La
verdad se mueve. Apréndelo: es esa mano que roza tu mano en la penumbra,
la mano del gigante que temías en los crepúsculos de tu infancia
- La
parte aún no arriesgada de tu vida se vuelve contra el muro y lo golpea
- Aquello
que se perdía en la ebriedad de una danza, aparece como un libro de
recuerdos
- Se
comienza por caminar y se termina por saber
- Mi
piedra negra sangra, de nuevo, silenciosamente, mientras el cometa se va
La página contiene las frases y los poemas de mis autores más admirados, que hasta hoy me acompañan en el camino de la creación poética
jueves, 7 de mayo de 2020
RAÚL GUSTAVO AGUIRRE - FRASES
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