jueves, 7 de mayo de 2020

RAÚL GUSTAVO AGUIRRE - FRASES


  • Oh, lluvia vieja amiga qué deshaces de pronto la vieja miel del tiempo y te quedas aquí como un retrato donde soy niña y tengo todavía una mirada simple para verte punto cae cae desde lo hondo de una noche distante sobre la tierra donde edificamos algo y destruimos algo punto cae y déjame estar en lo que siempre nombras y en lo que siempre callas o lluvia ten piedad de aquel que ya no soy.
  • Ya que no podemos hacer el amor hagamos sangre hagamos sangre con las manos sin hipocresía las manos sagradas que respetarán los dioses hagamos sangre en las negras pirámides que se elevan hacia los astros con los sueños incomprensibles con los menores estremecimientos con los ojos más puros con la infinita desesperación hagamos sangre con los niños y sus perros misteriosos con los recuerdos con las palabras con los límites hagamos sangre con nuestra justicia ya que no podemos hacer el amor
  • Un poeta es un ser desarmado A quién lastima y alimenta con facilidad todo lo que existe a partir de la nada
  • Una vida no es un saco vacío que hace falta llenar para que esté en pie, para que sea admitido en la pila. Una vida es una explosión un estruendo un río un milagro una hoja que se desprende y vuela hacia las nubes insensata una raíz que se hunde para que una amapola se habrá un incendio que cunde una ternura que avasalla y desaparece sin nombre en un giro del tiempo, un fragor, un murmullo una revelación Un éxtasis que se da, se suelta, se pierde y se olvida
  • La mano ese aviso de los dioses que oscila entre el ruido del mercado y el silencio del volcán
  • El deseo como sabes es sagrado
  • Poema, yo te separo de mi noche de lobo como un racimo de auroras en un desierto de nieve
  • Los dones te aniquilan y los naufragios te recuperan
  • No hay dioses sólo misterios que se cambian en auroras y auroras que se cambian en misterios
  • El grillo que honra mi casa -huésped Todopoderoso- me recuerda que aquí no vive mi cuerpo sino mi claridad
  • Para los dioses nunca serás mala compañía siempre que no te aparezcas disfrazado de Dios
  • Algo que ocurre brevemente rodeado por la nada hambrienta
  • Canta la piedra con corazón de hombre
  • La muerte es sagrada. La vida también
  • Existir es de veras un suplicio que los relámpagos de la felicidad por momentos ocultan con un resplandor más puro, más intenso y más grave que el dolor
  • La belleza, señal intermitente que a sí misma se anuncia. La belleza que te tortura y te alivia como un cuchillo que al herirte, te muestre el resplandor de tu sangre
  • La eternidad es esa teja rota en el techo de la casa donde sueñas, la última que colocaste, la primera que vieron los pájaros
  • Somos gloriosamente imperfectos, infinitamente posibles
  • Lo que llamamos conciencia es el límite fulgurante entre aquellos que todavía no hemos incendiado y aquello que ya deviene ceniza, ojos en tregua para ver, ojos a salvo en el dolor
  • Tu andar hizo que las amenazas siguieran, que los monstruos perdidos se orientarán
  • Lo desconocido se rehace a tus espaldas y lo pierdes
  • Un hombre en permanente estado de Gracia se vuelve, tarde o temprano, peligroso
  • ¿Desde qué sueños mentirosos regresaremos desnudos a medio camino con una lámpara apagada pero caliente aún en nuestras manos?
  • Un volcán sólo es feliz cuando está en erupción. Hay que entender que la felicidad es activa privilegiada y peligrosa.
  • Desconfío de esta araña que nunca está en su tela.
  • Las formas frágiles de la belleza, esas criaturas que siempre hallas al borde del abismo.
  • Es el retemblar del abismo y el pétalo suspendido en el aire
  • Nuestro honor: pender de un hilo y obrar no obstante como inmortales
  • No deberíamos disponer del tiempo. El tiempo como las frutas tiene su Dulce voluntad
  • Venturoso quien tiene fantasmas amables que lo visitan, le hablan, lo alivian por un instante y luego lo entristecen con su ausencia
  • Te escribo desde un pasado que no quiere hablar de sí mismo
  • El poeta es el hombre de la lenta obsesión
  • En la ola más alta de la pasión hay un canto, poeta, un canto que se desploma y una playa que se olvida
  • Y le ocurre al poeta como el ave fénix: alcanzar un día la región sagrada del fuego y la desaparición 
  • De tiempo en tiempo el poeta es fiel al arado de La bella presunción
  • La noche rara es como una pesadilla: algo ocurre en alguna parte, alguien hace falta en alguna parte, y no se siente sino eso y nadie se mueve. La noche rara es temible tal vez por causa de ese color azul que no hemos visto nunca
  • Algo quedaba allí entre los gritos de los pájaros algo tal vez más firme que aquello que toqué, que aquello que perdí y me destrozó. Algo azul algo inmenso de mente que gemía o cantaba en el cielo
  • Este ver sin transparencia, este tocar sin perspectiva, este aferrarse a las fútiles ramas que se rompen con dedos que son dedos, en el breve de parpadeo de una astro y que sea tan hermoso vivir
  • Escribo para siempre sobre un papel de ceniza dónde la mano solitaria del origen ha preparado para mí un tiempo de belleza y dolor
  • Lo hermoso como la bondad, es altivo y secreto. Sus rayos invisibles iluminan la rosa que el universo no conoce
  • Somos, yendo y viniendo, amantes presurosos en un bosque incendiado, insensatas criaturas que se olvidan el tiempo; el tiempo que le falta la muerte para ser importante.
  • He conseguido atravesar el desierto gracias a un pequeño libro de canciones de viaje. El desierto estaba en el momento más puro de su equilibrio al borde de alguna incierta decisión . El barco navegaba en silencio. Las gaviotas trazaban a su alrededor largo círculos y el agua confusa y sobria no parecía feliz. Después ,el barco y las gaviotas desaparecieron. Y entonces,, me di cuenta de que en ese desierto, había algo que no andaba del todo bien. He conseguido atravesar el desierto gracias a un pequeño libro
  • La eternidad tiene forma y canta bajo tus pies
  • En tanta felicidad posible misteriosamente asesinada de la poesía
  • Eres poeta donde no lo crees, donde no lo sabes
  • Como una tormenta sin fin que me hace cerrar los ojos
  • ¿Qué se nos ha confiado?
  • El poeta una vez más se inclina cuidadosamente para rescatar a ese diminuto pájaro que ignora su hermosura que sólo conoce el dolor
  • Se le oye merodear alrededor de la casa que se derrumba
  • Nuestras ocupaciones fueron la maravilla y el dolor
  • La belleza demarca con pies ensangrentados
  • Hay suficiente impureza en mi corazón
  • El estallido de una rosa rompió los vidrios de mi casa, desordenó mis papeles, echó a volar en mi corazón: el estallido de una rosa que saltó sobre el tiempo para sacarme del remanso donde oscurece la verdad
  • Había una vez una rosa, un sol descabellado y un hombre conmovido
  • Yo entro en tu casa profunda
  • En la montaña de nuestras cenizas sonaron mejor los oboes
  • Jugabas con los dioses, te tuteabas con ellos sin saber quiénes eran
  • Está cayendo por la noche ruta a cascotazos toda la tristeza del mundo
  • Y era una niña triste que creía en la magia que conjuraba a los demonios
  • Y ella se descuidó, se alejó de su lámpara y se perdió en la niebla
  • Tus manos trabajan en el olvido porque tu Dios te prefiere allí
  • Tú eres mi Sacramento negro, la última sustancia de mis venas
  • El ruido negro viene a partirte en pedazos. El ruido negro de otro mundo inventado por hombres de otro mundo
  • Sólo lentos pájaros que giran en un ojo vacío
  • El que no aprende nunca toca el fuego
  • Vivimos en las fauces de la nada. Tenemos algo que decir
  • Aquello de lo que huyes es el poema, aquello que te detiene y te espanta es el poema. Él quiere pasar por aquí, eso es todo.
  • En todo se trata de una igual aventura: La de alcanzar la dignidad del viento, la sencillez de una hierba que arde para nosotros y para un fuego que vendrá,
  • El ruido del mar no puede detenerse
  • El amor es temible en la medida en que concuerda con nuestro ser, en la medida de su simplicidad temible, para quien no teme esa primavera feroz que desnuda y que mata
  • Esas flores silenciosas que te colocan de pronto entre el cielo y la tierra
  • Ese dolor de las palabras de cuyo resplandor vivimos
  • Hay que agradecer al tiempo que no se disculpe por las heridas que nos causa
  • Lo que importa nunca lo poseemos somos sus poseídos y nuestro ser revive, a la vez que está solo como un castillo encantado
  • Criatura triste en tu caja de tinieblas
  • Un hombre aprende tanto de los dioses como un cuchillo de la tormenta
  • Amo a las zonas inconclusas movedizas y cambiantes de este mundo por más que me desafíen y me exasperan. En medio de ese desorden sagrado conozco mi extremo sideral en formación
  • Ya no se puede ir para atrás porque entonces los vampiros avanzan
  • ¿Qué fue existir entre cuerdas y olvido?
  • Yo soy esa pura lumbre tras el portal altivo donde un extraño te detiene, amor mío, que tiemblas
  • Estamos atrapados la eternidad se agota
  • Libres son de herirte las hermosas arqueras que danzan los bosques por los que cambiaste tus desiertos
  • Sí sufre, es para morir
  • Esta escritura sería imposible si no hubiese entre nosotros Este muro de horror qué parte en dos el universo y acusó a través buscamos la rendija de nuestra presencia
  • Ella dibuja un rostro sobre un rostro sin fin
  • Ella me dispensa a veces esos momentos de terror
  • A través de ella se vuelven invisibles las heridas del viento, el viento libre que sangra y que la adora
  • Ella aparenta ignorar el sufrimiento que la sostiene
  • Es extraño. Todavía el amor habita en el olvido
  • Y las serpientes han de silbar tristemente todas las melodías olvidadas
  • Ella calla como investida de una miseria admirable que fuera al mismo tiempo su rostro y su secreto
  • Vive para inventar la razón de su ausencia
  • Ella no puede detenerse en esos espacios donde el olvido nos ofrece sus pactos sospechosos
  • Esos lugares impuros, bajo un sol retraído, a los que tiene una misteriosa necesidad de volver, la rechazan siempre con la misma cortesía
  • La eternidad se agota la recta infinitud está doblada y rota
  • Escribo para encontrarla, recorro la infinita piedra
  • Ella inició en mi ausencia su viaje apasionado, su viaje que enriquece el misterio y dota de precedentes a la eternidad
  • Yo que seré otra vez esa playa desierta que devuelve y olvida
  • Nada te defiende en la noche perfecta
  • Te invento para hablarte, me inventas para verte
  • Es éste el límite del mundo donde mi oficio termina y tu perfume se presiente
  • Ojos maravillosos que a veces te recuerdan y a veces te olvidan
  • Alba invisible siempre perdida entre las nieblas y los hierros del mundo
  • Te asfixias en la felicidad dispuesta por los propietarios de tu presencia en el mundo
  • El amor y el viento. lo demás pasará
  • Miserables miserables del mundo de quienes está hecho el rayo de tu presencia
  • Alma de todo lo que me subleva, tú eres mi fuego constante y mi primera ceniza
  • Me abrazas para que no olvide el tiempo en que nada sabía de ti
  • Los monstruos que te amaban resplandecen antes de morir
  • Eres parecido a ese fuego que un caminante solitario enciende en el umbral de la noche, donde se reúne para no morir toda la claridad de la tierra
  • Es en ese infierno donde cada árbol se distingue por su nombre
  • Yo me salía del mundo y tú de nuevo me creabas tal era nuestro juego nuestra danza nupcial
  • Pero está sombra no durará
  • Cuando el fuego se hizo, la nieve se deshizo y yo no pude detenerte
  • Veo otra vez tu rostro en el centro de una prodigiosa tormenta
  • Trato de hablar de nuevo ese viejo lenguaje de poesía con el cual solíamos explicarnos nuestro amor
  • Para vivir yo tengo que romper esta niebla verbal que me oculta tu nombre
  • Pequeña gloria errante entre las ramas de la noche ¿Qué nueva forma buscas para que yo te vea?
  • Yo conocí a tu rumor en mi alma y en mi alma eres libre de hacer cuanto quisieras. Yo conocí el rumor de tu presencia y te llevaba en mi alma como el mar, como el viento hubieran querido llevarte. Yo cambiaba tu cuerpo por el mío, yo era la eternidad
  • Pero tú sin nombre en el frío de esos espacios ¿qué esperas sino mi muerte? ¿que esperas todavía oh, solitaria?
  • Ella se pierde en una lámpara
  • ¿Qué clavicordio gira entre las llamas?
  • Se devolvió a la ausencia su castillo de alondra, sus cristales de armiño que dudaban de ti
  • Por tus cabellos descienden viejos nombres...
  • Sus antiguos porvenires de mar
  • Tu música ha mordido las espaldas del cielo
  • Es la pureza intermitente, es la mano por donde una orilla resiste la costumbre del mar, es la línea de un pájaro nocturno borrada lentamente
  • Los caballos de mar surgen en la vejez de las playas sueltas de crisis como la niñez de la música
  • Los suburbios de Dios
  • Las manos que despiertan en un bosque
  • Los relojes dispersos en la soledad
  • Como una llave equivocada
  • La herrumbre donde cada pupila es el fondo de un eco
  • Una mano de menta que sorprende a la niebla y converge en tu mano
  • He visto algunos mapas donde nadie está lejos
  • He cubierto de signos la inocencia, la antigüedad de un cielo sobre otro
  • El tiempo se contradice y gira
  • Yo vivía una música y me vaso era un eco caminando en la lumbre de una llave
  • Su garganta está enamorada, tiene los 15 años de la tierra
  • Juega con el mar que no comprende
  • Ha traído sus dos bocas al par de sus misterios
  • Para quienes no saben que los años del mar están despiertos
  • Para quienes no saben que su columna vertebral es de música
  • Para quienes no saben que existen bocas separadas por un beso que la ley no apresura
  • La tierra es el eco de otra tierra
  • El árbol es un sexo luminoso
  • Un puente innecesario entre la raíz y el olvido
  • Esta niña de trigo que agita su pañuelo
  • Como un monasterio que se transforma en río
  • Gacelas remotas por error bebieron de los 7 colores del volcán
  • Este minuto que resiste por mi cuerpo la extensión capturada que comienza a ser virgen
  • El aire que se mire en las espaldas una vez más su eterna mordedura
  • He aquí el marinero que de pronto se espanta al sentir en la proa la inocencia del mar
  • La memoria no nos ha servido más que para cantar
  • Nos hemos perdido al encontrar la brújula de cabellos de trigo
  • Busco a los hombres cuya cabeza haya robado alguna vez por los espacios siderales
  • Hombre que se alza contra la noche tal es el poeta portador de la ostra maldita de un brebaje infernal extraño caracol que se desplaza sobre la Gran muralla de la muerte
  • El papel y la lámpara. Lo demás, pasará.
  • Me esfuerzo porque las palabras se unen a la inexistente melodía interior
  • Dulce pez luminoso en la noche oscura de mi alma
  • Universo que te abres en la noche y me comprendes
  • Ya casi nada tengo de ti pero no puedo vivir sino al borde de este abismo. No puedo vivir sin este temor
  • Viajas, no obstante la terrible fricción del mar que te circunda, pero sabes también como nosotros, que no es así como se debe ir por este mundo
  • Tú, criatura que no eres de aquí, pero nos quieres aquí, pobres inmensos dementes y obstinados
  • P¿or qué milagro vuelvo otra vez, una vez más aún, a encontrarte? Hay algo que nos une, algo que lo atraviesa todo y nos retiene todavía en la inocencia de su trama
  • A través de ella se vuelven visibles las heridas del viento, el viento libre que sangra y que la adora
  • Ella no puede detenerse en esas gradas fáciles donde el olvido le ofrece sus pactos sospechosos
  • En su cabeza reina el sol. La araña roja de los hospicios y sus manos tallan la figura de un Dios centelleante en cuyos ojos, sin embargo, se descubre la noche
  • Una claridad que te excede y una tiniebla que te rechaza
  • ¿Qué es eso a lo que vuelves una vez que ha cesado el remolino que te arranca de tu eternidad?
  • Nada tan grave como perderle el rastro a la tragedia
  • Cuando el mar se retira la madrépora sangra
  • La paciencia musical de la vida. Todo lo que de día se mueve en el siglo se concreta en silencio allí bajo una lámpara de miseria y furia
  • Ella vino y tras ella vino todo el dolor
  • Cuando cantan los gallos el hombre sólo se va y la cancionista del vestido rosa remueve Las piedras buscando el amor
  • Secreto es grave en mi cuerpo hay amor
  • Para los otros el silencio y la palabra
  • Yo deposito en tu silencio lo que elegí para vivir
  • El hombre solo, en el vacío absoluto y perfecto como Dios
  • Cuando yo cierro los ojos, mi amor, los abrirás al otro lado del tiempo
  • En mi campo de honor yo siembro, en mi campo de tinieblas me maravillo
  • Rostro fugaz en la tormenta, tu ausencia yo ya la conocía. Tu ausencia, el viejo abismo tenebros. Buena suerte rostro perdido en la tormenta
  • Mi corazón avanza Sin miedo por una esencial contradicción
  • Mi corazón alegre y aterrado se detiene ante una piedra desconocida
  • Hacía falta aún establecer un camino que no nos fuese inspirado por el miedo
  • De un viejo antepasado yo heredé estos imanes, estos focos de astucia, estos negros mastines que van y vienen jadeando entre los mitos y la ambigüedad
  • Es enorme la distancia entre el canto de una gota que muere y el canto vivo de los hombres
  • La lluvia es de los muertos
  • En la noche desierta te persigo hasta que caigo muerto
  • Aúllan porque temen esta alegría de pronto tan pura entre los muertos, tan parecida a Dios o a un poema
  • Y bajo y subo en ti y voy de plomo a espuma y voy de espuma a plomo, reuniendo mis criaturas dispersas en tu azul demente velocísimo
  • Mis ojos la oscurecen pero ella se desnuda. Mis manos la limitan, pero ella se transforma
  • Quieres ser mía quieres que yo no tenga fin quieres unirme al viento y parecerte al viento quieres abrir mis manos desiertas sobre ti
  • Más allá del cielo gris buscaba una criatura tonta como yo perdida como yo en un tiempo imposible inútil para todo lo que no fuera amor inútil para todo lo que no fuera inmenso
  • Aquella noche en la que perdí mi corazón no ha terminado todavía
  • Hice un fuego para ser su amigo
  • El fuego busca entre mis distintos rostros con texturas y formas alguien a quien hablar, mano a mano, de hombre a hombre
  • Ah, ¿qué fuego es éste? tantas distancias, tantos enigmas, tan cerca de la oscuridad y él, sólo él, queriendo entenderse con alguien
  • De pronto el fuego me nombra. No ha sido nada, ningún sonido,, ningún ademán pero el fuego me dio nombre
  • Un hombre emerge de la noche como un molusco extraño
  • Queda la noche sin embargo, la noche abierta a los pequeños ensayos de la fuga y a los pequeños abismos
  • Los bares del olvido están cerrados para siempre
  • Porque tal vez no haya más que eso; el saber indecible, amablemente destinado a la muerte, el haber sido tocados por un rumor, por un perfume y no poder sacárnoslo de encima
  • Ellos que no querían más que llama y dolor
  • Vino la claridad y era una niña misteriosa
  • El excelente abismo el buen compañero: arroja en él todo lo que amas. No te defraudará
  • Y la noche, la noche entra en la casa. La noche es este silencio donde existo y comprendo que la muerte es inmensa como el amor, semejante al amor
  • Una cabeza sola es la prodigiosa tierra de nadie que el enigma arrasa para sostenerse ante sí mismo
  • La claridad y las tinieblas se estudiaban, mientras que sobre el mar de la era paleozoica, la bella distendía su cuerpo de esmeralda
  • Y entonces parió Dios monos oscuros parlantes que caminaron atrás en el tiempo y lo arruinaron todo
  • Y esa parte inevitable del cielo que, a pesar de tus maniobras por huir de ella, por estar con nosotros, siempre termina por ser tu casa
  • Este mar infinito. Este lenguaje oscuro
  • Su no querer, su nada nunca más y su quererlo todo para siempre
  • Sangro otra vez sobre la Luna nueva de mi corazón
  • Negro es el viento del dolor
  • El mar siempre muerto y silencioso
  • Puedes gemir reptar y silenciosa irte por donde quieras hasta el fondo del tiempo
  • Sin duda hubiese preferido un rincón apacible donde poder sin sobresalto dialogar con los dioses
  • Me doy cuenta qué inútiles son las palabras cuando son los lentos pájaros que giran en un ojo vacío
  • Esa cumbre donde el sol hizo estallar su Rosa preferida
  • Desde los escalones hacia el cielo subieron altos brujos detrás de sus hogueras subieron reinas hermosísimas y yo me dije es el tiempo y armé mis dientes y mis manos con los fuegos celestes
  • Y abajo vestí la vieja llaga y me enterré en el negro socavón de mi sangre
  • Y los santos volvieron a caer a la tierra
  • y grito, grito porque me hundo en una historia ajena sin saber de quién es esta sangre
  • Un bello cuerpo de mujer se levanta en la noche y me saluda
  • Ella es cálida y tiembla cuando la nombro
  • Toda mi vida transcurrió bajo negras columnas
  • Una mitad del sol me fue robada por el César siniestro y la otra vendida por el oro más puro
  • Por tu boca de reina, por tus dientes esclava
  • Por tus pies que terminan dónde empieza la nada
  • Respeta la lentitud de los dioses, respeta sus ojos fatigados, sus labios silenciosos, la noche en que sin verte, se sientan a tu lado junto al fuego ¡ellos también están helados ellos también están heridos!
  • Las piedras no son dioses
  • La muerte desde tan cerca no se ve
  • Me hace feliz ver en la noche los destellos de un poema en los límites del universo que acabo de abandonar
  • Él canta y vive en una eternidad que gira
  • Él canta y amanece otro pan en tu mesa, otro sol en tu patio, otra calle en tu puerta
  • Creemos tal vez, que excavamos una tierra sagrada?
  • Yo también soy un hombre de los que arrastran sus pedazos por una tierra sin sentido
  • Vi el fantasma de una estrella de mar
  • Yo me inclino ante un hombre que rompió contra el silencio su cabeza
  • No se nos acusará de haber preferido a la eternidad a estas pequeñas criaturas que amamos
  • ¿Qué semilla no importa para la tierra viva de los muertos?
  • Hay todavía felices almas de ultratumba a las que les aterra penetrar en el mundo
  • Amigo que te pierdes entre la bruma, esta silla fiel a mi lado roída por los fantasmas, es para ti
  • La lámpara que te sustrae de las tinieblas sólo está para eso: para que te consumas
  • No hay reino, sólo la claridad que hiere y la tiniebla que repara
  • En el filo de la gran soledad yo escribo para el doble vulnerable que nada sabe de mí, que todo lo espera de mí y que no puede ayudarme
  • La ausente tiembla sobre el umbral que atraviesa no se sabe si para rescatarme o morir
  • Los niños reinan en nuestro reino abandonado
  • Obsesionado por un cielo azul sobre una tierra sin dolor
  • El mundo no es para que reines, sino para que existas
  • Entenderse contigo mientras la nada se amontona
  • El río inmenso y frágil como un niño
  • Mi casa es este silencio que los rugidos no alteran, es esta lámpara que los cuervos no tocan, este amor libre que se siente vivir, esta mano que circula entre el poema y el dolor
  • Mi furia es cierta pero no me sirve
  • No estamos solos porque no somos eternos
  • Nuestro oficio es de pobres expertos en magnificencia
  • La poesía está vinculada al dolor, no está atada al dolor
  • Conmigo duerme aquello que sembré en una tierra que yo amaba
  • La mano de mi hijo: allí infinitamente comienza y termina el universo
  • No hay camino sino misterios
  • Vivimos en las fauces abiertas de la nada
  • No es el rostro de Dios lo que un poema quiere de nosotros
  • Amante a quien el amor vuelve más solitario, no temas este confín donde se oxidan los ojos de la muerte
  • Se sostiene la vida como una fruta en el aire
  • Un hombre aprende tanto de los dioses como una espiga de la tormenta
  • ¿Preguntarás adónde cuando soltado en el abismo tenebroso la silenciosa voz te atraiga desde lejos?
  • La verdad se mueve. Apréndelo: es esa mano que roza tu mano en la penumbra, la mano del gigante que temías en los crepúsculos de tu infancia
  • La parte aún no arriesgada de tu vida se vuelve contra el muro y lo golpea
  • Aquello que se perdía en la ebriedad de una danza, aparece como un libro de recuerdos
  • Se comienza por caminar y se termina por saber
  • Mi piedra negra sangra, de nuevo, silenciosamente, mientras el cometa se va




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