Jean arp
Eres una estrella que se transforma en
flor.
La luz se desliza bajo tus pies y alas
radiantes te rodean como un cerco
El día se despertó en una mano de
cristal
Antonin artaud
La vida engendra algo que asciende
hacia los techos
Jacques baron
Como una gota de sangre sobre una lanza
de plata
Danzara todo el día para igualar a dios
Es necesario vivir solo a causa
del amor
Un transatlántico de silencio se
desliza por mi corazón
Mis labios son racimos monstruosos,
panteras que cantan más dulces que los pájaros
Yo llevo en mi pecho o las inmensas y
ásperas
Yo soy una amapola que despierta por la
mañana el azul pálido de las bestias
Jean louis
bedouin
En un vergel hecho con todas las plumas
del pájaro lira
Robert
benayoun
Esa particular manera que tienen las
almohadas de emitir un mercurio de sarcasmo apenas las roza una cabellera
mentirosa
Yo no me niego al placer de dejar correr
por mi cuerpo ese chorro de perlas negras
André breton
Somos los suspiros de la estatua de
cristal que se incorpora
Guy cabanel
El aro hecho para tu tobillo remolinea
en el espacio el guante que vela tu cara se anima con el rojo permanente de la
noche colmada de tu cuerpo
Aime cesaire
La paciencia de los alaridos en cada
rodeo de mi lengua
La arcada más bella se llama noche
La belleza eucarística y llameante de
tu sexo en cuyo nombre saludaba la barrera de mis labios violentos
Las copulas del agua reflejadas
por los espejos de los magos
Las bestias marinas para ser tomadas en
el hueco del placer
Salgamos a cara descubierta, cara a los
países que interrumpen el canto de los pájaros
Paul colinet
La lluvia habla sobre los horóscopos
del mendigo
La lluvia de perlas de las mil y una
noches sobre el terciopelo de las rosas profundas
La lluvia consoladora que picotea la
cabellera de los olvidados
La lluvia novelesca que ilumina los
secretos y aconseja a los enamorados
Rene crevel
Encienden mezquinas estrellas de sangre
Hocicos violetas de cantores mudos
chocan contra los cristales
El magnífico incendio ilumina el centro
de un ónix monstruoso
Para la niña que llega a ser mujer, tú
has hablado
Rene char
Es el silencio que hace surgir el sueño
Lo que viene al mundo para no
trastornar nada no merece ni consideración ni paciencia
Tú harás del alma que no existe, un
hombre mejor que ella
Si habitamos un relámpago, allí está el
corazón de lo eterno
No te encorves sino para amar, aun
muerto sigues amando
La poesía es de todas las aguas claras
la que menos se demora ante los reflejos de sus puentes
Poesía, vida futura en el interior del
hombre que ha ganado en calidad
Robert desnos
Una multitud de guardianes persigue a
una mariposa inofensiva fugada del asilo
La hermosa nadadora descansaba en un
lecho de encajes y de pájaros
El naufragio se acentúa bajo los
parpados
Jean pierre
duprey
Hay sangre enrojecida en el fuego
Solo la muerte puede poner allí un
cristal
Piedra sin brillo pero transparente en
el corazón
Y ese diamante de aire sangra en ti y
toma tu peso
Y el ave negra reconoce los rastros de
un gran incendio
Aquí aprendo a deshacer mi cuerpo
Mis ojos se han arrojado por todas
partes atravesando el ver y el dormir
Ella lleva en si el sexo abierto de la
noche y sus vástagos ennegrecerán el sueño de los vivos
Un andar secreto cierra el agujero del
silencio
A lo largo de los muros se encienden
candelabros que reflejan los ojos de los muertos
Paul eluard
¿hay quien quiera tomar mi corazón?
Si volviera a empezar te encontraría sin
buscarte
El amor está en el mundo para olvidar
al mundo
Ante mi esa mano que deshace las
tormentas, que alisa y hace florecer las plantas trepadoras
Cantas himnos nocturnos sobre las
cuerdas del arco iris
La niña tiene luces, polvos misteriosos
que ella trae de lejos y que se saborean con los ojos cerrados
Bajo una lámpara se habla de un extraño
mal que produce locos y genios
Elie charles
flamand
Descendiste entonces de tu castillo en
llamas
Perla nocturna en el móvil joyero del
tiempo
Recorrí desiertos de hueso molido, de
lavas heladas
Por largo tiempo busque huellas de
pasos bajo la ceniza
Jean ferry
Sé que la bestia está en camino
Georges henein
Cavad y encontrarás una sonrisa
funeraria para los que toman la vida al pie de la letra
Cavad y el polvo os llegará al corazón
y estaréis con el corazón en el polvo
Cavad para que esta mujer despliegue el
abanico de su caída
Cavad y encontrareis los ojos más
solitarios del mundo, cavad en esos ojos una mirada imposible.
Una piedra se desprende con un grito
nocturno de una fachada bestial
Lucrecia se alza como una espiga y el
aposento crece
Maurice henry
Aquí está el catafalco con su cortejo
de cohetes a la naranja
Los acorazados transportan a los que
suspiran
Aquí está la bailarina pisoteada
La arena se toma a horas fijas por
cucharadas
Aquí están las reverencias de los
vidrios inflamados
La aldea tiene aspecto de enfermera
cortada por la mitad
Radovan ivsic
Todo su cuerpo se ilumina. Es la
niebla, piensa ella.
Es el rayo, piensa ella
Es la nieve, piensa ella
Ella se echa a reír. Es el espejismo,
piensa ella
Posee el secreto de abrir las jaulas
Las lámparas se apagan pero en la
oscuridad no tardaran en encenderse dos ojos verdes
Desnuda avanza hacia la pendiente
cubierta de hierba
Ese el cometa, piensa ella
No, es el terremoto, piensa ella
Gerard legrand
Las damas de yeso que sonríen en la
penumbra llevan en el cuello un corazón de madera patinada más pesado que si
hubiera estado latiendo por siglos con el mar
Nunca retendrá la vida en un guante de
silencio
La fuga del agua no tendrá mas soles
que tus ojos pero, que quedara de tus ojos?
·quedara mi vida sumergida para siempre
entre el manto de pirata y la solemnidad de las arenas
Desembocare en la playa esencial
Conoceré el espacio cedido por el
viento al esplendor de las anemonas que envuelve mi corazón como espuma que
rodea los despojos muy lejos en el mar
Mi sombra poseerá una eternidad roja
como el topo de la tempestad
Y esta brisa entre los sauces color de
víbora y de espera donde la cólera de mis sienes descubrió su nombre
Michel leiris
La arena se desliza a lo largo de las
escaleras de la sangre
Un esqueleto rompe la cuerda de los
labios
La audacia de los sortilegios, el juego
de los anillos y de los desastres
Tambor velado que el espectro de los
siglos hace arder por la noche
La cerradura silba cuando yo hablo
aunque lo haga en voz baja
El crimen de los polos que han olvidado
sus monumentos de hielo
Sus alas son cuchillos que anclan en la
tierra
Mueren con el canto del órgano que arde
bajo el mar
Una lámpara, un castillo que bosteza
con todas sus rejas, un reino de batista enloquecida
El sol devorador de hachazos abandona
la balsa del silencio
Se aburrirá entre mis dedos como una
serpiente en llamas
Serpiente que chorrea cabezas
Todos los clérigos unidos levantaron
una piedra y marcaron sus frentes con la sangre de la venganza
Entre las cuatro garras que engendran
los puntos cardinales, un rio se congela
Reinas de oscuros trabajos que resuenan
como campanas
Un delirio subterráneo anuncia el
terror
Un chorro de sangre desciende por la
escalinata y eriza en el aire sus rojos cabellos mojados
Las entrañas de la tierra se agrupan
para ver de dónde viene el mar
El alga de tu boca me incitaba a
descender
La curva de tus labios inscrita en la
rosa sobre la sombría carena de un despojo reproduce la pendiente por la que me
gusta dejarme deslizar
Las amenazas de los hechiceros se
confundían con el estertor de las flores
La alhaja pesada de tus entrañas en las
que nunca penetra la luz
Por el rio inagotable ruedan cabezas
cortadas
La noche se duerme bajo un puente como
un borracho
La noche me abre la docilidad de sus
arcanos
Cinco toneles de alcohol cinco perlas
para recoger
Descender como un astro o como un
caballero
Pigmentos rojizos despliegan sobre las
pieles su abanico siniestro
Descender esta noche más bajo que los
trópicos subterráneos
Gilbert leily
Tu amor me espanta como la edad media
Llamas a puertas horrorosamente bellas
Gherasim luca
La metamujer flota y metaflota siempre
en el vacío con su pequeña metallama visible por transparencia que arde en el
interior torrencial de su cabeza
Su corazón traspasado por balas
trasparentes
Ella abre y descubre su carne
translucida sus entrañas trascendentes, su cabellera transmisible eruptiva,
devoradora y durmiente
El aire de ese aposento es un cuchillo
invisible
La mano invisible reposa sobre un león
invisible
El león flota en un aposento invisible
El trasplante inocente de la flor de tu
boca
En la transmigracion de la boca de su
alma hacia los muslos de mi aliento
La mano invisible toma el cuchillo
material y lo hunde lo hunde lo hunde en el agua locamente invisible
silenciosamente invisible de tu piel simultáneamente nube, arena visible
irreconocible indivisible invisible...
Joyce mansour
No comáis las flores rojas del verano
su savia es la sangre de los niños crucificados
No comáis el pan negro de los pobres
pues ha sido fecundado por sus lágrimas agrias
No comáis a fin de que vuestros cuerpos
se marchiten y mueran para crear sobre la tierra en duelo el otoño
Mi cerebro ha adelgazado desde el otoño
a causa de la langosta marina que aúlla bajo mi lecho
Mi lecho es una cruz desde el otoño a
causa de tu cuerpo que ordena y ríe mientras duermo
Llega la noche y tu éxtasis y mi cuerpo
profundo, ese pulpo sin pensamiento engulle tu sexo agitado durante su
nacimiento
Las hormigas que bullen entre mis
piernas untuosas llevan mascaras de silencio mientras trabajan
Soy feliz porque los buitres me aman y
dios también
Monstruos legendarios con bocas de
piano se desparraman en la sombra de los abismos
Me estremezco y me marchito pensando en
las langostas que raspan el semen de los barcos dormidos para extenderlo luego
sobre las crestas del horizonte
Jean mayoux
En un patio trasero el vidrio negro del
alquimista aclara la noche
Bajo un cielo gris una muchacha
pobrísima calza los zapatos más hermosos de la ciudad
La vi jugar con carreteles de madera y
silbatos de hueso
Muchacha soñadora a la espera del
látigo
Si lleváis arrastrando un trozo de
cuerda una niña jugara al miedo a la serpiente
El helecho murmura en las esquinas
Me conduce hacia el sótano del
terciopelo
E.l.t. mesens
He aquí cinco dedos, he aquí una mano,
he aquí cinco dedos y cinco caminos y he aquí cinco tesoros ocultos
Quiere usted cinco tesoros perdidos? He
aquí diez dedos, he aquí cinco manos y cien cabelleras sueltas
Los cien caminos de una cabellera
Cabelleras extinguidas para siempre
Calendario que desgrana el rosario del
pasado
Recuerdo el tiempo de las mandolinas
Yo canto a voz de cuello para hacer
descarrilar los trenes
Emprendo un largo camino por donde
nadie me detendrá
Las casas se arrugan como viejas rameras
Cesar moro
No eras tú la piedras por siglos
escogida para reclinar mi cabeza?
No olvidare nunca, pero quien habla de
olvido en la prisión en que tu ausencia me deja? En la soledad en que este
poema me abandona? En el destierro en que cada hora me encuentra?
No resistiré ya el asalto de las
grandes olas que vienen del paisaje dichoso que tú habitas
Afuera bajo el frio nocturno me paseo
Este pesar inmenso me vuelve más loco
que una araña encendida agitada sobre el mar
No era tu sonrisa el bosque resonante
de mi infancia?
Así de par en par abro la ventana sobre
nubes vacías reclamando a las tinieblas que inunden mi rostro que borren la
tinta indeleble, el horror del sueño
Henri pastoureau
Ella habla en voz baja un idioma
extraño
Su cabellera es una trampa que habla en
voz baja
La constelación del gato se despierta y
llamea
La constelación de la mujer desnuda se
despierta para amar
La siega, un vientre con murmullos; la
labranza, un corazón con sobresaltos
Benjamin peret
Como una ostra suspendida en el cuello
de una mujer desnuda
Ten piedad de un pequeño abejorro que
toca la flauta para tratar de encantarte
Sus ojos mágicos como un árbol
degollado
Que tu vestido de alambre de púas me
desgarre con el estruendo de la vajilla que cae por la escalera
Cortar la luz en cuatro y arrojarla a
las fieras
Agotar las reservas de oro para comprar
horquillas de cabello
Extraer de la arena todos los dientes
que contiene para levantar muros
Envolverlos hasta perderlos de vista
Mi avión en llamas
Mi castillo inundado de vino del rin
Mi ghetto de lirios negros
Mi caracol de ópalo
Mi edredón de aves del paraíso
Mi cabellera de espuma negra
Mi isla voladora
Mi uva de turquesa
Mi gacela perdida en un cinema de los
bulevares
Mi bulbo de tulipán en el cerebro
Mi tumba agrietada
Mi lluvia de langostas rojas
Mi risa de estanque oculto donde se
ahogan los profetas distraídos
Mi inundación de casis
Helado como el espejo donde contemplas
la huida de los colibríes
Las piedras echan a volar como obreros
que van al trabajo pues levantan vuelo para trabajar y sus fábricas están en
las nubes
Gracias a vosotros mi cabeza me corta
los pies y mis pies son pálidas vírgenes macilentas como un dios
Al fin y al cabo reconoceré su rostro
semejante a un bosque
Jacques
prevert
Conservaba un equilibrio de ceniza
petrificada
Los que solo soñaron con heridas y
golpes se despertaron decapitados
Niños extraviados corrían x calles en
ruinas
Raymond
queneau
No se dicta justicia al abrigo de los
arboles
La justicia es una lechuza que berrea
de noche para adormecer las habitaciones llenas de amor
Los carceleros enrojecen de alegría al
chupar los grilletes
Si preguntan el camino nadie responderá
El tedio de este día se ha sentado tan
cubierto de segundos como un sacerdote de piojos
La osamenta de esos monstruos acaba de
derrumbarse y de su polvo salen volando pájaros blancos y dorados
Arrastran joyas de los ojos de los
enamorados
Pantera de cabello azul
El amor nace en los encuentros
Un pulpo devora el arcoíris
Un mochuelo perfumado cobija en sus
alas a los fantasmas
Robert rius
En el cofre satinado de mi última noche
Ha visto el fondo de los laberintos
Cinco monedas de lombrices pueden dar
cien monedas de pescado
La nube persigue siempre a mi deseo
Anduve durante todo un sueño alrededor
de árboles derribados.
Sus carnes dibujaron sus vidas con
tinta de luna
El sol envejecido hace girar siete veces
su lengua en la boca antes de hablar
Yo aspiro a las rutas del sueño con la
flor y la vida de un hombre
Guy rosey
A los misterios, algunas flores
Al cielo, una oración a espaldas de las
palabras
A mis amigos, algún juguete que haga
creer en la felicidad. A los que no conozco, la felicidad, para que hagan con
ella un juguete
A la naturaleza, un monstruo para
vigilarla
A los que se han engañado, el modo de
tener éxito sin que lo parezca
A los que no han conocido el amor, el
modo de volverse gigantes, y
A los que lo han conocido, el modo de
volverse infinitamente pequeños
A los que no me creen, la locura por la
música.
Oh rueda dentada de la sombra en el
cofre de la noche
El embriagado con la propia voz ya no
encuentra las palabras de amor
Nieves memorables precediendo la caída
de alfileres con cabeza de ángel
El bello crimen pasional cuando las
manos del leño se apoderan del fuego
Llegan por senderos azotados por una
lenta fiebre
Lugares colmados de llamas donde mi andar
gótico rehace el gesto fantasmal de la sangre contra la esperanza abierta como
una herida ornada de pedrerías se eleva la palabra y hace que un hermoso poema
arranque ojos en lugar de lagrimas
El inviolable desorden con una voz
desesperada
Philippe
soupault
Cuando uno es joven lo es para toda la
vida
Mi niñez enjaulada en ese museo sonoro
de madame tusase
Todo lo perdido hay que volver a encontrarlo
por encima del sueño, hacia la noche
Hay una estrella roja y largas
serpientes nocturnas
Es necesario gritar para no estar
triste
Es necesario rugir para no matar, para
no enrojecer de vergüenza y de rabia
Nada mejor que irse, tomar el bastón, y
caminar cuando uno agota los nervios y se enfurece
Avancemos siempre, pronto sabremos lo
que ha de venir
Claude tarnaud
Se levanta, mira los copos de nieve en
los ojos de su cadáver, sale del cuarto, cierra la puerta y echa la llave en su
bolsillo
Le aconsejo que entierre su próximo
cadáver donde termina la tierra
Se pasea por la calle con seis llaves
en el bolsillo pensando en los seis cadáveres que ha dejado por todos los
rincones de parís
Arrastrando su ultimo cadáver busca en
vano donde termina la tierra
Tristan tzara
Los puentes se alargan y se yerguen en
el aire para gritar
Alrededor de los polos magnéticos los
rayos de luz se disponen como las plumas del pavo real
Allí donde los músculos de su vientre y
de sus piernas inflexibles se encuentran en un soplido animal de halito salvaje
Que camino es aquel que nos separa y el
extremo de ese camino es una flor que marcha a tu lado
Todos hemos envejecido junto a su lecho
de sangre
En el fruto que madura te he
encerrado entera
Y la muerta se hizo voz en el eco del
espejo
Allá lejos los instrumentos se reúnen,
en una alcoba, en un carro, y es el amor que comienza
La barca en la que se suicidan los
fantasmas después de una inmersión prolongada en el cadmio de las
consagraciones
La barca desnuda se detiene a mi puerta.
Esos dientes de cadena y de incendio
Incendio en que las mujeres forman la
cadena para impedir que nazca el nueve de espadas
El paje diabólico, a ese paje lo
conozco, es el nueve de espadas
Más pobre que un cartero que solo posee
el abandono sobre una casa de ocho pisos
Un billete de ida y vuelta para la
horca
Es en la encrucijada del camino y de la
muerta donde se levanta el poste indicador de los enamorados allí acuden todos
los meses a recoger los rumores pero no se encuentran nunca.
Todas las alas y todas las llaves abren
los poros del castillo de naipes
Roger vitrac
La ruta de tus senos es el dique del
sueño donde se ahogan los niños y las manos de los pájaros
Los trenes se pierden en la cruz del
océano
Dos grandes esqueletos se invitaban y
se torturaban boca contra boca en el vapor del café y de la noche
Yves battistini
Por la espiral gótica te elevas
Maurice
blanchard
Un cielo en crecimiento perdió un día
su armadura
Un solo plegamiento del invierno fijo
su delirio
Un guerrero vestido de negro hace sonar
el cuerno mientras contempla la tierra
Inmenso es el corazón del escorpión
encadenado al dardo y al veneno
¿en el deseo o en el desierto?
Achille chavee
Vi la belleza de su cuerpo pálido y
blanco como un monumento al amor
Al despertar encontré a la dicha
durmiendo todavía a mi lado
Rene daumal
Ellos me enseñan la terrible paciencia
Molusco de mil brazos
Arranque el manto de carne sangrante y
de cólera para marchar desnudo
Allá lejos, muy lejos, esas manos de
ciega, la ciega muerta más vidente que vuestros ojos de bestia
Di vuelta mis bolsillos con la
esperanza de encontrar un compañero de exilio
Tan solo reinas muertas clavadas en
maderos
Yo sollozaría su belleza si fuera capaz
de llorar, si ya n o estuviera muerto por no haber sabido llorar
Me curare hasta la blancura, hasta la
estupidez
Desmenuzo mis dedos sobre el césped
marchito para atraer a los pájaros muertos
Acuérdate de los anocheceres de terror
en los que el pensamiento de la nada te arañaba el vientre y volvía sin
cesar para picotearte como un buitre
Acuérdate también de los animales
pegajosos que te han vuelto a aprisionar
Marchabas como un cadáver hechizado con
la certidumbre de ser devorado por el infinito
Acuérdate de que el amor no es de
nadie, que en tu corazón no hay nadie, y de que el sol no es de nadie
Acuérdate de que entre tus dedos
entumecidos tu pobre memoria dejo escapar el pez de oro
Andre
frederique
Soy capaz de matar a mi padre si mi
padre flotara y yo necesitara una balsa con la forma de mi padre para flotar en
las aguas
Soy capaz de matar a mi hermana si
necesitara sangre para pintar su corazón
Soy capaz de matar a dios si tuviera
que morir a fin de que me perdone y de que entienda que matar es tan solo una
costumbre
Roland giguere
La vida sagrada se vuelve a poner sus ornamentos
de hierro
¿qué nuevo canto vendrá a hechizarnos?
Roger gilbert
lecomte
Muñeca de porcelana enterrada en el
humus de una selva olvidadiza y traidora donde danzan los esqueletos con sus
vestidos de telaraña
Los toneles que ruedan en el sótano a
medianoche cuando gime la dama blanca
Hablare de lo negro a la otra faz del
espejo. Hablare de lo negro, del inmortal tormento, de la más antigua
desesperación frente al mundo ausente cuando todo sea blanco
Momia hueca aprisionada por los hielos
Digo tierra y el náufrago echa raíces y
se duerme
Con su boca el ensueño engendra una
rama de oro
Aquel que ve su a doble de frente debe
morir
Perdida en olas de sombra, en sombrías
aguas de muerte
Es la estrella fantasma con alma de
fuego negro
Estatua que gira eternamente con
lentitud espantosa
Gran prisión de cera en forma de mujer
que encierra un cadáver viviente de mujer que devora el interior de su rostro
de cera
Como un pulpo de sangre en el fondo de
los mares
El espectador se duerme, despierta
tapiado en el vientre vivo del cadáver modelado en cera, en un mundo que gira
con lentitud espantosa
Arroyo magnético de su mirada que fluye
hasta los bordes, entre las casas, como la saliva acida de un glaciar
Marcel
havrenne
Unos gritan y se agitan para que el
cielo descienda a la tierra y para que se eleve desde mañana la ciudad de los
ángeles
Basta abrir los ojos para que el
universo se cubra de un velo de pensamiento
Vi el relámpago que pinta de rosa los
muros de la medianoche
Es el movimiento de la sangre el que
produce aquí toda luz
Por lo más hondo de los ojos azules
pasa el galgo del azar
Es un animal liquido con la boca
abierta en una jungla de vapor de azufre
Ella se levanta con un contoneo de ave
marina, despliega las alas y espera
Es un animal elástico de sangre ardiente
que se extiende de un árbol a otro dándose aires de campanario
Vestimenta llameante de flores
trepadoras en el flanco del monstruo volcánico
Arranco a puñaladas los listones del
parque para unirme a los reyes negros que allí se hacen la guerra
La noche está hecha para abrir las
puertas
Ettiene lero
Una noche que conduce hacia los rastros
de la sangre
La clepsidra del rostro que amo
En ese brazo termina un mundo
Clement
magloire saint aude
Triple flor de gusanos mendigos
Mi perro azul avanza hacia el
estandarte de mi muerte
¿soy artífice en los misales de mi
sudario?
Soy el que interpreta los siglos y el
viento esculpido del centauro
Malcom de
chazal
Para despertar el interés de alguien se
siente a veces algo así como la necesidad de arrancarlo de su ojo del mismo
modo que si se lo sacara de su sillón por un brazo
Francis
picabia
Te desposare algún día dando alaridos
El diablo me sigue noche y día porque
tiene miedo de estar solo
Algo podría surgir para confundirse con
las oscilaciones de mi corazón fatigado que ya no sabe amar ni odiar. Ni
siquiera elevarse
André p de
manidiargues
Su graciosa majestad rodo con un ruido
de tonel sobre el pavimento azul
Georges
schehezade
Esta noche avanzamos entre hojas que
pasan cerca de una cascada de triste locura
Y he aquí a través de una nube de gran
transparencia. La estrella como un relámpago de hambre
Aquel que piensa y no habla, un caballo
lo arrastra hacia la biblia
En los países de la sombra, esta
carretilla triste
Jean
thiercelin
¿volverá a sentarse entre nosotros esa
gran caracola de piel azul?
Con la pequeña lupa puedo acompañar el
movimiento de ámbar del espejo
Breton y
soupault
La casa caprichosa pierde su sangre
Cuando el color del cielo cambia se
trata de un muerto que pasa
Otro hombre frente a la tienda de un
perfumista escuchaba el redoble de un tambor lejano
La noche que planeaba sobre su cabeza
vino a posarse sobre sus hombros
Los abanicos comunes estaban en venta.
Ya no producían frutos
Los relojes desesperados desgranaban un
rosario
La sangre cálida de las abejas es
conservada en botellas de agua mineral
Las plazas mágicas no son paraderos
ideales
Se oye cada paso de los viajeros
subterráneos
La planta milagrosa crecía lentamente
Breton –
eluard
Una pequeña casa suburbana asoma entre
los macizos de coral y los cantos de las burbujas
Se ríe con un gran terreno baldío en
los ojos
El fenómeno que tan curiosamente une un
hombre a aquello que ama, no existe
Breton - char
- eluard
La sed que tiene la sangre del agua
fresca del cuchillo
Se llega al sol por encantamiento
El amor tiene un acentuado sabor a
vidrio
Es el perfume desaparecido que vuelve
al bosque
Eluard - peret
Los elefantes son contagiosos
Es necesario devolver a la paja lo que
pertenece a la viga
Sueño que canta hace temblar a las
sombras
Un lobo hace dos rostros hermosos
Un sueño sin estrellas es un sueño
olvidado
El siglo xii bello como un corazón
lleva a casa de un carbonero el caracol del cerebro que se quita cortésmente el
sombrero
Las mujeres heridas atascan la
guillotina de cabellos rubios
El seno con colores de fuego sobrepasa
de un grado, de un dedo, de un sorbo, a los senos melodiosos
La huelga de las estrellas castiga a la
casa sin azúcar
Louis aragon
Amo y nos amamos pero en medio de un
naufragio
Yo te amo pero en la cala de un barco en
el instante de dar el salto
¿no somos acaso parecidos a las palmas
que crecen unidas, florecen, y fructifican para dar la imagen del amor
perfecto?
¿qué crimen es ese que me hace
sollozar?
En cada árbol hay un ahorcado que se
balancea
¿qué es eso que me impulsa a aullar en
las tumbas?
¿qué es eso que me obliga a cavar
irresistiblemente en las tumbas?
Dadme el lenguaje tenebroso de los
ajusticiados en la silla eléctrica
Mis besos se parecían a las palabras
sacrílegas que son todo lo que queda por decir a los esclavos descuartizados
Los lobos surgen en torno de los
cementerios donde duermen los bellos días que pasamos juntos, amor mío.
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