viernes, 28 de enero de 2011

FRASES de POETAS SURREALISTAS

Jean arp

Eres una estrella que se transforma en flor.

La luz se desliza bajo tus pies y alas radiantes te rodean como un cerco

El día se despertó en una mano de cristal

Antonin artaud

La vida engendra algo que asciende hacia los techos

Jacques baron

Como una gota de sangre sobre una lanza de plata

Danzara todo el día para igualar a dios

Es necesario vivir solo a causa del amor

Un transatlántico de silencio se desliza por mi corazón

Mis labios son racimos monstruosos, panteras que cantan más dulces que los pájaros

Yo llevo en mi pecho o las inmensas y ásperas

Yo soy una amapola que despierta por la mañana el azul pálido de las bestias

Jean louis bedouin

En un vergel hecho con todas las plumas del pájaro lira

Robert benayoun

Esa particular manera que tienen las almohadas de emitir un mercurio de sarcasmo apenas las roza una cabellera mentirosa

Yo no me niego al placer de dejar correr por mi cuerpo ese chorro de perlas negras

André breton

Somos los suspiros de la estatua de cristal que se incorpora

Guy cabanel

El aro hecho para tu tobillo remolinea en el espacio el guante que vela tu cara se anima con el rojo permanente de la noche colmada de tu cuerpo

Aime cesaire

La paciencia de los alaridos en cada rodeo de mi lengua

La arcada más bella se llama noche

La belleza eucarística y llameante de tu sexo en cuyo nombre saludaba la barrera de mis labios violentos

Las copulas del agua reflejadas por los espejos de los magos

Las bestias marinas para ser tomadas en el hueco del placer

Salgamos a cara descubierta, cara a los países que interrumpen el canto de los pájaros

Paul colinet

La lluvia habla sobre los horóscopos del mendigo

La lluvia de perlas de las mil y una noches sobre el terciopelo de las rosas profundas

La lluvia consoladora que picotea la cabellera de los olvidados

La lluvia novelesca que ilumina los secretos y aconseja a los enamorados

Rene crevel

Encienden mezquinas estrellas de sangre

Hocicos violetas de cantores mudos chocan contra los cristales

El magnífico incendio ilumina el centro de un ónix monstruoso

Para la niña que llega a ser mujer, tú has hablado

Rene char

Es el silencio que hace surgir el sueño

Lo que viene al mundo para no trastornar nada no merece ni consideración ni paciencia

Tú harás del alma que no existe, un hombre mejor que ella

Si habitamos un relámpago, allí está el corazón de lo eterno

No te encorves sino para amar, aun muerto sigues amando

La poesía es de todas las aguas claras la que menos se demora ante los reflejos de sus puentes

Poesía, vida futura en el interior del hombre que ha ganado en calidad

Robert desnos

Una multitud de guardianes persigue a una mariposa inofensiva fugada del asilo

La hermosa nadadora descansaba en un lecho de encajes y de pájaros

El naufragio se acentúa bajo los parpados

Jean pierre duprey

Hay sangre enrojecida en el fuego

Solo la muerte puede poner allí un cristal

Piedra sin brillo pero transparente en el corazón

Y ese diamante de aire sangra en ti y toma tu peso

Y el ave negra reconoce los rastros de un gran incendio

Aquí aprendo a deshacer mi cuerpo

Mis ojos se han arrojado por todas partes atravesando el ver y el dormir

Ella lleva en si el sexo abierto de la noche y sus vástagos ennegrecerán el sueño de los vivos

Un andar secreto cierra el agujero del silencio

A lo largo de los muros se encienden candelabros que reflejan los ojos de los muertos

Paul eluard

¿hay quien quiera tomar mi corazón?

Si volviera a empezar te encontraría sin buscarte

El amor está en el mundo para olvidar al mundo

Ante mi esa mano que deshace las tormentas, que alisa y hace florecer las plantas trepadoras

Cantas himnos nocturnos sobre las cuerdas del arco iris

La niña tiene luces, polvos misteriosos que ella trae de lejos y que se saborean con los ojos cerrados

Bajo una lámpara se habla de un extraño mal que produce locos y genios

Elie charles flamand

Descendiste entonces de tu castillo en llamas

Perla nocturna en el móvil joyero del tiempo

Recorrí desiertos de hueso molido, de lavas heladas

Por largo tiempo busque huellas de pasos bajo la ceniza

Jean ferry

Sé que la bestia está en camino

Georges henein

Cavad y encontrarás una sonrisa funeraria para los que toman la vida al pie de la letra

Cavad y el polvo os llegará al corazón y estaréis con el corazón en el polvo

Cavad para que esta mujer despliegue el abanico de su caída

Cavad y encontrareis los ojos más solitarios del mundo, cavad en esos ojos una mirada imposible.

Una piedra se desprende con un grito nocturno de una fachada bestial

Lucrecia se alza como una espiga y el aposento crece

Maurice henry

Aquí está el catafalco con su cortejo de cohetes a la naranja

Los acorazados transportan a los que suspiran

Aquí está la bailarina pisoteada

La arena se toma a horas fijas por cucharadas

Aquí están las reverencias de los vidrios inflamados

La aldea tiene aspecto de enfermera cortada por la mitad

Radovan ivsic

Todo su cuerpo se ilumina. Es la niebla, piensa ella.

Es el rayo, piensa ella

Es la nieve, piensa ella

Ella se echa a reír. Es el espejismo, piensa ella

Posee el secreto de abrir las jaulas

Las lámparas se apagan pero en la oscuridad no tardaran en encenderse dos ojos verdes

Desnuda avanza hacia la pendiente cubierta de hierba

Ese el cometa, piensa ella

No, es el terremoto, piensa ella

Gerard legrand

Las damas de yeso que sonríen en la penumbra llevan en el cuello un corazón de madera patinada más pesado que si hubiera estado latiendo por siglos con el mar

Nunca retendrá la vida en un guante de silencio

La fuga del agua no tendrá mas soles que tus ojos pero, que quedara de tus ojos?

·quedara mi vida sumergida para siempre entre el manto de pirata y la solemnidad de las arenas

Desembocare en la playa esencial

Conoceré el espacio cedido por el viento al esplendor de las anemonas que envuelve mi corazón como espuma que rodea los despojos muy lejos en el mar

Mi sombra poseerá una eternidad roja como el topo de la tempestad

Y esta brisa entre los sauces color de víbora y de espera donde la cólera de mis sienes descubrió su nombre

Michel leiris

La arena se desliza a lo largo de las escaleras de la sangre

Un esqueleto rompe la cuerda de los labios

La audacia de los sortilegios, el juego de los anillos y de los desastres

Tambor velado que el espectro de los siglos hace arder por la noche

La cerradura silba cuando yo hablo aunque lo haga en voz baja

El crimen de los polos que han olvidado sus monumentos de hielo

Sus alas son cuchillos que anclan en la tierra

Mueren con el canto del órgano que arde bajo el mar

Una lámpara, un castillo que bosteza con todas sus rejas, un reino de batista enloquecida

El sol devorador de hachazos abandona la balsa del silencio

Se aburrirá entre mis dedos como una serpiente en llamas

Serpiente que chorrea cabezas

Todos los clérigos unidos levantaron una piedra y marcaron sus frentes con la sangre de la venganza

Entre las cuatro garras que engendran los puntos cardinales, un rio se congela

Reinas de oscuros trabajos que resuenan como campanas

Un delirio subterráneo anuncia el terror

Un chorro de sangre desciende por la escalinata y eriza en el aire sus rojos cabellos mojados

Las entrañas de la tierra se agrupan para ver de dónde viene el mar

El alga de tu boca me incitaba a descender

La curva de tus labios inscrita en la rosa sobre la sombría carena de un despojo reproduce la pendiente por la que me gusta dejarme deslizar

Las amenazas de los hechiceros se confundían con el estertor de las flores

La alhaja pesada de tus entrañas en las que nunca penetra la luz

Por el rio inagotable ruedan cabezas cortadas

La noche se duerme bajo un puente como un borracho

La noche me abre la docilidad de sus arcanos

Cinco toneles de alcohol cinco perlas para recoger

Descender como un astro o como un caballero

Pigmentos rojizos despliegan sobre las pieles su abanico siniestro

Descender esta noche más bajo que los trópicos subterráneos

Gilbert leily

Tu amor me espanta como la edad media

Llamas a puertas horrorosamente bellas

Gherasim luca

La metamujer flota y metaflota siempre en el vacío con su pequeña metallama visible por transparencia que arde en el interior torrencial de su cabeza

Su corazón traspasado por balas trasparentes

Ella abre y descubre su carne translucida sus entrañas trascendentes, su cabellera transmisible eruptiva, devoradora y durmiente

El aire de ese aposento es un cuchillo invisible

La mano invisible reposa sobre un león invisible

El león flota en un aposento invisible

El trasplante inocente de la flor de tu boca

En la transmigracion de la boca de su alma hacia los muslos de mi aliento

La mano invisible toma el cuchillo material y lo hunde lo hunde lo hunde en el agua locamente invisible silenciosamente invisible de tu piel simultáneamente nube, arena visible irreconocible indivisible invisible...

Joyce mansour

No comáis las flores rojas del verano su savia es la sangre de los niños crucificados

No comáis el pan negro de los pobres pues ha sido fecundado por sus lágrimas agrias

No comáis a fin de que vuestros cuerpos se marchiten y mueran para crear sobre la tierra en duelo el otoño

Mi cerebro ha adelgazado desde el otoño a causa de la langosta marina que aúlla bajo mi lecho

Mi lecho es una cruz desde el otoño a causa de tu cuerpo que ordena y ríe mientras duermo

Llega la noche y tu éxtasis y mi cuerpo profundo, ese pulpo sin pensamiento engulle tu sexo agitado durante su nacimiento

Las hormigas que bullen entre mis piernas untuosas llevan mascaras de silencio mientras trabajan

Soy feliz porque los buitres me aman y dios también

Monstruos legendarios con bocas de piano se desparraman en la sombra de los abismos

Me estremezco y me marchito pensando en las langostas que raspan el semen de los barcos dormidos para extenderlo luego sobre las crestas del horizonte

Jean mayoux

En un patio trasero el vidrio negro del alquimista aclara la noche

Bajo un cielo gris una muchacha pobrísima calza los zapatos más hermosos de la ciudad

La vi jugar con carreteles de madera y silbatos de hueso

Muchacha soñadora a la espera del látigo

Si lleváis arrastrando un trozo de cuerda una niña jugara al miedo a la serpiente

El helecho murmura en las esquinas

Me conduce hacia el sótano del terciopelo

E.l.t. mesens

He aquí cinco dedos, he aquí una mano, he aquí cinco dedos y cinco caminos y he aquí cinco tesoros ocultos

Quiere usted cinco tesoros perdidos? He aquí diez dedos, he aquí cinco manos y cien cabelleras sueltas

Los cien caminos de una cabellera

Cabelleras extinguidas para siempre

Calendario que desgrana el rosario del pasado

Recuerdo el tiempo de las mandolinas

Yo canto a voz de cuello para hacer descarrilar los trenes

Emprendo un largo camino por donde nadie me detendrá

Las casas se arrugan como viejas rameras

Cesar moro

No eras tú la piedras por siglos escogida para reclinar mi cabeza?

No olvidare nunca, pero quien habla de olvido en la prisión en que tu ausencia me deja? En la soledad en que este poema me abandona? En el destierro en que cada hora me encuentra?

No resistiré ya el asalto de las grandes olas que vienen del paisaje dichoso que tú habitas

Afuera bajo el frio nocturno me paseo

Este pesar inmenso me vuelve más loco que una araña encendida agitada sobre el mar

No era tu sonrisa el bosque resonante de mi infancia?

Así de par en par abro la ventana sobre nubes vacías reclamando a las tinieblas que inunden mi rostro que borren la tinta indeleble, el horror del sueño

Henri pastoureau

Ella habla en voz baja un idioma extraño

Su cabellera es una trampa que habla en voz baja

La constelación del gato se despierta y llamea

La constelación de la mujer desnuda se despierta para amar

La siega, un vientre con murmullos; la labranza, un corazón con sobresaltos

Benjamin peret

Como una ostra suspendida en el cuello de una mujer desnuda

Ten piedad de un pequeño abejorro que toca la flauta para tratar de encantarte

Sus ojos mágicos como un árbol degollado

Que tu vestido de alambre de púas me desgarre con el estruendo de la vajilla que cae por la escalera

Cortar la luz en cuatro y arrojarla a las fieras

Agotar las reservas de oro para comprar horquillas de cabello

Extraer de la arena todos los dientes que contiene para levantar muros

Envolverlos hasta perderlos de vista

Mi avión en llamas

Mi castillo inundado de vino del rin

Mi ghetto de lirios negros

Mi caracol de ópalo

Mi edredón de aves del paraíso

Mi cabellera de espuma negra

Mi isla voladora

Mi uva de turquesa

Mi gacela perdida en un cinema de los bulevares

Mi bulbo de tulipán en el cerebro

Mi tumba agrietada

Mi lluvia de langostas rojas

Mi risa de estanque oculto donde se ahogan los profetas distraídos

Mi inundación de casis

Helado como el espejo donde contemplas la huida de los colibríes

Las piedras echan a volar como obreros que van al trabajo pues levantan vuelo para trabajar y sus fábricas están en las nubes

Gracias a vosotros mi cabeza me corta los pies y mis pies son pálidas vírgenes macilentas como un dios

Al fin y al cabo reconoceré su rostro semejante a un bosque

Jacques prevert

Conservaba un equilibrio de ceniza petrificada

Los que solo soñaron con heridas y golpes se despertaron decapitados

Niños extraviados corrían x calles en ruinas

Raymond queneau

No se dicta justicia al abrigo de los arboles

La justicia es una lechuza que berrea de noche para adormecer las habitaciones llenas de amor

Los carceleros enrojecen de alegría al chupar los grilletes

Si preguntan el camino nadie responderá

El tedio de este día se ha sentado tan cubierto de segundos como un sacerdote de piojos

La osamenta de esos monstruos acaba de derrumbarse y de su polvo salen volando pájaros blancos y dorados

Arrastran joyas de los ojos de los enamorados

Pantera de cabello azul

El amor nace en los encuentros

Un pulpo devora el arcoíris

Un mochuelo perfumado cobija en sus alas a los fantasmas

Robert rius

En el cofre satinado de mi última noche

Ha visto el fondo de los laberintos

Cinco monedas de lombrices pueden dar cien monedas de pescado

La nube persigue siempre a mi deseo

Anduve durante todo un sueño alrededor de árboles derribados.

Sus carnes dibujaron sus vidas con tinta de luna

El sol envejecido hace girar siete veces su lengua en la boca antes de hablar

Yo aspiro a las rutas del sueño con la flor y la vida de un hombre

Guy rosey

A los misterios, algunas flores

Al cielo, una oración a espaldas de las palabras

A mis amigos, algún juguete que haga creer en la felicidad. A los que no conozco, la felicidad, para que hagan con ella un juguete

A la naturaleza, un monstruo para vigilarla

A los que se han engañado, el modo de tener éxito sin que lo parezca

A los que no han conocido el amor, el modo de volverse gigantes, y

A los que lo han conocido, el modo de volverse infinitamente pequeños

A los que no me creen, la locura por la música.

Oh rueda dentada de la sombra en el cofre de la noche

El embriagado con la propia voz ya no encuentra las palabras de amor

Nieves memorables precediendo la caída de alfileres con cabeza de ángel

El bello crimen pasional cuando las manos del leño se apoderan del fuego

Llegan por senderos azotados por una lenta fiebre

Lugares colmados de llamas donde mi andar gótico rehace el gesto fantasmal de la sangre contra la esperanza abierta como una herida ornada de pedrerías se eleva la palabra y hace que un hermoso poema arranque ojos en lugar de lagrimas

El inviolable desorden con una voz desesperada

Philippe soupault

Cuando uno es joven lo es para toda la vida

Mi niñez enjaulada en ese museo sonoro de madame tusase

Todo lo perdido hay que volver a encontrarlo por encima del sueño, hacia la noche

Hay una estrella roja y largas serpientes nocturnas

Es necesario gritar para no estar triste

Es necesario rugir para no matar, para no enrojecer de vergüenza y de rabia

Nada mejor que irse, tomar el bastón, y caminar cuando uno agota los nervios y se enfurece

Avancemos siempre, pronto sabremos lo que ha de venir

Claude tarnaud

Se levanta, mira los copos de nieve en los ojos de su cadáver, sale del cuarto, cierra la puerta y echa la llave en su bolsillo

Le aconsejo que entierre su próximo cadáver donde termina la tierra

Se pasea por la calle con seis llaves en el bolsillo pensando en los seis cadáveres que ha dejado por todos los rincones de parís

Arrastrando su ultimo cadáver busca en vano donde termina la tierra

Tristan tzara

Los puentes se alargan y se yerguen en el aire para gritar

Alrededor de los polos magnéticos los rayos de luz se disponen como las plumas del pavo real

Allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles se encuentran en un soplido animal de halito salvaje

Que camino es aquel que nos separa y el extremo de ese camino es una flor que marcha a tu lado

Todos hemos envejecido junto a su lecho de sangre

En el fruto que madura te he encerrado entera

Y la muerta se hizo voz en el eco del espejo

Allá lejos los instrumentos se reúnen, en una alcoba, en un carro, y es el amor que comienza

La barca en la que se suicidan los fantasmas después de una inmersión prolongada en el cadmio de las consagraciones

La barca desnuda se detiene a mi puerta.

Esos dientes de cadena y de incendio

Incendio en que las mujeres forman la cadena para impedir que nazca el nueve de espadas

El paje diabólico, a ese paje lo conozco, es el nueve de espadas

Más pobre que un cartero que solo posee el abandono sobre una casa de ocho pisos

Un billete de ida y vuelta para la horca

Es en la encrucijada del camino y de la muerta donde se levanta el poste indicador de los enamorados allí acuden todos los meses a recoger los rumores pero no se encuentran nunca.

Todas las alas y todas las llaves abren los poros del castillo de naipes

Roger vitrac

La ruta de tus senos es el dique del sueño donde se ahogan los niños y las manos de los pájaros

Los trenes se pierden en la cruz del océano

Dos grandes esqueletos se invitaban y se torturaban boca contra boca en el vapor del café y de la noche

Yves battistini

Por la espiral gótica te elevas

 

Maurice blanchard

Un cielo en crecimiento perdió un día su armadura

Un solo plegamiento del invierno fijo su delirio

Un guerrero vestido de negro hace sonar el cuerno mientras contempla la tierra

Inmenso es el corazón del escorpión encadenado al dardo y al veneno

¿en el deseo o en el desierto?

Achille chavee

Vi la belleza de su cuerpo pálido y blanco como un monumento al amor

Al despertar encontré a la dicha durmiendo todavía a mi lado

Rene daumal

Ellos me enseñan la terrible paciencia

Molusco de mil brazos

Arranque el manto de carne sangrante y de cólera para marchar desnudo

Allá lejos, muy lejos, esas manos de ciega, la ciega muerta más vidente que vuestros ojos de bestia

Di vuelta mis bolsillos con la esperanza de encontrar un compañero de exilio

Tan solo reinas muertas clavadas en maderos

Yo sollozaría su belleza si fuera capaz de llorar, si ya n o estuviera muerto por no haber sabido llorar

Me curare hasta la blancura, hasta la estupidez

Desmenuzo mis dedos sobre el césped marchito para atraer a los pájaros muertos

Acuérdate de los anocheceres de terror en los que el pensamiento de la nada te arañaba el vientre y volvía sin cesar para picotearte como un buitre

Acuérdate también de los animales pegajosos que te han vuelto a aprisionar

Marchabas como un cadáver hechizado con la certidumbre de ser devorado por el infinito

Acuérdate de que el amor no es de nadie, que en tu corazón no hay nadie, y de que el sol no es de nadie

Acuérdate de que entre tus dedos entumecidos tu pobre memoria dejo escapar el pez de oro

Andre frederique

Soy capaz de matar a mi padre si mi padre flotara y yo necesitara una balsa con la forma de mi padre para flotar en las aguas

Soy capaz de matar a mi hermana si necesitara sangre para pintar su corazón

Soy capaz de matar a dios si tuviera que morir a fin de que me perdone y de que entienda que matar es tan solo una costumbre

Roland giguere

La vida sagrada se vuelve a poner sus ornamentos de hierro

¿qué nuevo canto vendrá a hechizarnos?

Roger gilbert lecomte

Muñeca de porcelana enterrada en el humus de una selva olvidadiza y traidora donde danzan los esqueletos con sus vestidos de telaraña

Los toneles que ruedan en el sótano a medianoche cuando gime la dama blanca

Hablare de lo negro a la otra faz del espejo. Hablare de lo negro, del inmortal tormento, de la más antigua desesperación frente al mundo ausente cuando todo sea blanco

Momia hueca aprisionada por los hielos

Digo tierra y el náufrago echa raíces y se duerme

Con su boca el ensueño engendra una rama de oro

Aquel que ve su a doble de frente debe morir

Perdida en olas de sombra, en sombrías aguas de muerte

Es la estrella fantasma con alma de fuego negro

Estatua que gira eternamente con lentitud espantosa

Gran prisión de cera en forma de mujer que encierra un cadáver viviente de mujer que devora el interior de su rostro de cera

Como un pulpo de sangre en el fondo de los mares

El espectador se duerme, despierta tapiado en el vientre vivo del cadáver modelado en cera, en un mundo que gira con lentitud espantosa

Arroyo magnético de su mirada que fluye hasta los bordes, entre las casas, como la saliva acida de un glaciar

Marcel havrenne

Unos gritan y se agitan para que el cielo descienda a la tierra y para que se eleve desde mañana la ciudad de los ángeles

Basta abrir los ojos para que el universo se cubra de un velo de pensamiento

Vi el relámpago que pinta de rosa los muros de la medianoche

Es el movimiento de la sangre el que produce aquí toda luz

Por lo más hondo de los ojos azules pasa el galgo del azar

Es un animal liquido con la boca abierta en una jungla de vapor de azufre

Ella se levanta con un contoneo de ave marina, despliega las alas y espera

Es un animal elástico de sangre ardiente que se extiende de un árbol a otro dándose aires de campanario

Vestimenta llameante de flores trepadoras en el flanco del monstruo volcánico

Arranco a puñaladas los listones del parque para unirme a los reyes negros que allí se hacen la guerra

La noche está hecha para abrir las puertas

Ettiene lero

Una noche que conduce hacia los rastros de la sangre

La clepsidra del rostro que amo

En ese brazo termina un mundo

Clement magloire saint aude

Triple flor de gusanos mendigos

Mi perro azul avanza hacia el estandarte de mi muerte

¿soy artífice en los misales de mi sudario?

Soy el que interpreta los siglos y el viento esculpido del centauro

Malcom de chazal

Para despertar el interés de alguien se siente a veces algo así como la necesidad de arrancarlo de su ojo del mismo modo que si se lo sacara de su sillón por un brazo

Francis picabia

Te desposare algún día dando alaridos

El diablo me sigue noche y día porque tiene miedo de estar solo

Algo podría surgir para confundirse con las oscilaciones de mi corazón fatigado que ya no sabe amar ni odiar. Ni siquiera elevarse

André p de manidiargues

Su graciosa majestad rodo con un ruido de tonel sobre el pavimento azul

Georges schehezade

Esta noche avanzamos entre hojas que pasan cerca de una cascada de triste locura

Y he aquí a través de una nube de gran transparencia. La estrella como un relámpago de hambre

Aquel que piensa y no habla, un caballo lo arrastra hacia la biblia

En los países de la sombra, esta carretilla triste

Jean thiercelin

¿volverá a sentarse entre nosotros esa gran caracola de piel azul?

Con la pequeña lupa puedo acompañar el movimiento de ámbar del espejo

Breton y soupault

La casa caprichosa pierde su sangre

Cuando el color del cielo cambia se trata de un muerto que pasa

Otro hombre frente a la tienda de un perfumista escuchaba el redoble de un tambor lejano

La noche que planeaba sobre su cabeza vino a posarse sobre sus hombros

Los abanicos comunes estaban en venta. Ya no producían frutos

Los relojes desesperados desgranaban un rosario

La sangre cálida de las abejas es conservada en botellas de agua mineral

Las plazas mágicas no son paraderos ideales

Se oye cada paso de los viajeros subterráneos

La planta milagrosa crecía lentamente

Breton – eluard

Una pequeña casa suburbana asoma entre los macizos de coral y los cantos de las burbujas

Se ríe con un gran terreno baldío en los ojos

El fenómeno que tan curiosamente une un hombre a aquello que ama, no existe

Breton - char - eluard

La sed que tiene la sangre del agua fresca del cuchillo

Se llega al sol por encantamiento

El amor tiene un acentuado sabor a vidrio

Es el perfume desaparecido que vuelve al bosque

Eluard - peret

Los elefantes son contagiosos

Es necesario devolver a la paja lo que pertenece a la viga

Sueño que canta hace temblar a las sombras

Un lobo hace dos rostros hermosos

Un sueño sin estrellas es un sueño olvidado

El siglo xii bello como un corazón lleva a casa de un carbonero el caracol del cerebro que se quita cortésmente el sombrero

Las mujeres heridas atascan la guillotina de cabellos rubios

El seno con colores de fuego sobrepasa de un grado, de un dedo, de un sorbo, a los senos melodiosos

La huelga de las estrellas castiga a la casa sin azúcar

Louis aragon

Amo y nos amamos pero en medio de un naufragio

Yo te amo pero en la cala de un barco en el instante de dar el salto

¿no somos acaso parecidos a las palmas que crecen unidas, florecen, y fructifican para dar la imagen del amor perfecto?

¿qué crimen es ese que me hace sollozar?

En cada árbol hay un ahorcado que se balancea

¿qué es eso que me impulsa a aullar en las tumbas?

¿qué es eso que me obliga a cavar irresistiblemente en las tumbas?

Dadme el lenguaje tenebroso de los ajusticiados en la silla eléctrica

Mis besos se parecían a las palabras sacrílegas que son todo lo que queda por decir a los esclavos descuartizados

Los lobos surgen en torno de los cementerios donde duermen los bellos días que pasamos juntos, amor mío.

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