El fuego está
abajo con los muertos que crecen todavía
Viajero, hay
puentes todavía en los caminos
Permíteme tocarte
como el sol, y morirme
Yo soy el
caballero que buscas.
Mis ansias todas
talladas en un mármol que no existe
Tengo experiencia:
Te amo. Tengo violencia: Te amo todavía más hondo.
Un ángel ciego,
terrestre, obscuro.
Oh! agujero sin
fin por donde sale y entra la mar interminable!
Me pongo de pié
para decirte adiós.
Porque ese sol es
ella. Ese sol que os habla, ese sol que os escucha a lo largo de un hilo que va
de estrella a estrella.
Ella igual me besó
en exceso de pétalos.
HAY SIETE DEMONIOS
EN MI CUERPO Paráfrasis de Gonzalo Rojas ("Ya no hay 7 demonios en su
cuerpo")
Yo soy un dragón y
te amo.
No te mueras: Voy
a pintar tu rostro en un relámpago.
Porque la espina
es la flor de la nada.
Allí, bella entre
todas, reinabas para mí sobre las nubes de la miseria.
Daría mi alma por
besarte a la luz de los espejos.
Orquídea cuyo
carácter aéreo me permite volar.
Te llevaré en los
hombros si me dices que, después de gozarte y conocerte, todavía eres tú, o
eres la nada.
Soy una parte de
tí, pero no soy sino la emanación de tu locura, la estrella del placer, nada
más que el fulgor de tu cuerpo en el mundo.
Tu raíz es una
estrella más pura que el peligro.
Yo soy el invitado
que aguardábais antes de ser ceniza.
Tu alta dinastía
se remonta al resplandor de la nieve.
En el peligro te
hiciste hombre, Rodrigo Tomás.
Nadie puede el
océano.
Entre dos
candelabros se arrodilla la noche
Espérame en la
puerta del mar
Eras como la
estrella del terror brillando sobre le mundo
Y mi boca es
también la Orden que te convierte en esclava.
Nunca se oirá
sonar la medianoche.
Algo sigue
temblando en el cuchillo (Adapt.)
Los barcos y los
templos abren sus grandes puertas para que pase el río.
Mortal, mortal
error no meter a nadie en esto de nacer.
Eternidad, te oigo
en la madre oscura cuando empiezan llorando las raíces.
O te quemas, o te
dejas cortar.
Corrimos demasiado
rápido con la antorcha quemada en nuestras manos.
No confundir
moscas con estrellas.
Si el volcán fuera
cóndor, romperían el huevo del abismo los muertos.
Vuela el volcán y
el miedo- sin embargo- nos tapa con la vieja ceniza.
Es hora de sacar
ya este muerto que nos creció debajo de la piel.
El mundo sale
volando desde el huevo de la muerte.
Las lilas de la
lluvia son para decirte adiós
Lo que va a
estallar es el mundo.
Abreme, vengo del
frío.
Desde dónde
caemos/gritamos/amamos mientras caemos?
Al Hado lo vadean
los muertos.
Porque te sobra el
tiempo y el ser casi eres mi Dios y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.
Estemos
preparados: Quedémonos desnudos con lo que somos. Pero quememos, NO pudramos lo
que somos.
Ardamos,
respiremos sin miedo, despertemos a la gran realidad de estar naciendo ahora y
en la última hora.
El sol es la única
semilla.
Oh ánima del
suicida, quién no ama tus cabellos?
Cantemos hoy, para
los ángeles.
Siempre vas a
tener tu noche y tu cuchillo.
Quédate ahí. Tal
vez te conviertas en aire o en luz.
La perla de los
locos.
Ven, sal de tu
cuerpo.
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