viernes, 28 de enero de 2011

ROSAMEL DEL VALLE - Frases


Esa pura inocencia que es la noche o la muerte.
Venid, seres del miedo,venid
Las piedras se movían en la tierra de los muertos.
Necesitamos acumular muchos relámpago para morir.
¿Quién invita a cenar a las tormentas?-
Cada hombre está en poder de un espectro.
El ciego le pasa la mano por los cabellos a la luz ¿Qué vidente sino el poeta puede hace lo mismo?
Quiero cortarle las alas al temblor nocturno y atraerlo hacia los sueños.
Que mayor hartura para el hombre que regocijarse con sus propios secretos.
El ciego que cuida el mar durante la noche.
Soy la sombra con el oído pegado a la tierra. Soy el árbol que da frutos color arcángel.
La máscara suave y graciosa con que imitamos al Hombre y al Ángel.
La vida más vida que cualquier otra te alimenta de noche como un pájaro.
Viejos tocadores de arpas evocan el exilio de sus propias sombras.
Ellos son los dueños de la noche. Conversan con lo que va a venir como el espejo con las cosas.
Es la estatua del tiempo que me crece en la espalda.
La madre de la noche enreda tu vestido en llamas.
Somos el poco de barro que rechaza la voz.
¿Me oyes aún en las llamas? Estoy detrás de ti.
El Ángel de tu puerta reparaba las naves nocturnas apartando con las manos el ruido.
¿Hay una Navidad que dure más de un día en las campanas del corazón?
Solamente ha crecido la bruma para cerrar las puertas, para cava el sueño.
Bailaban tal vez y vaciaban la noche.
Estás ahí, penumbra donde mi cuerpo desciende a la caverna del ciego que cuenta sus huesos.
Y tú, con las viejas llaves del corazón.
Y tu, ¿qué piedras cuidas entre la carne y los huesos, entre la frente y la ceniza?
Que yo diga que sujetas pájaros en el aire y que pierdan las alas
Que yo diga que vas vestida del color del corazón y que así sea.
El agua que mira y se deshace deja cerradas las puertas y abierto el abismo.
De los huesos del hombre se hacen todas las cosas, de los huesos del viajero se hace la noche.
El sol es el único árbol fresco para las lágrimas.
Morir es ir apartando las cosas. Es saber que el mar se ha sumergido. Es recibir el trueno en la puerta de la casa.
Las campanas repiten la última palabra de los muertos y el sonámbulo repite el silbido del mar aplastado por la noche.
Del leve diálogo con el tiempo se forma la muerte.
¿No eres todavía el que se sienta a la mesa con los signos..el que lee las líneas de la mano bajo la lámpara..el que reúne los años en un pozo y los cuenta a medianoche?
Por nuestros ojos canta un mar desconocido, por nuestra boca el que come fuego.
Todas las cosas que me hicieron sonámbulo tendrán que protegerme a la hora del peligro.
Cuando lo grande habla o hiere, es lo infinito.
Aquí he puesto un mar a la mujer que viene nadando desde el corazón de la noche.
Y si digo que parto, es que tu frente me retiene. Y si digo que lloro es que la noche es ardiente. Y si pienso que voy a ser el viajero sólo es que la Tierra se ha abierto. Y si canto detrás de los meteoros es que el cielo está cerca. Y si te digo adiós, es que ando al compás de la muerte.
....el agua donde la vida y el amor miran la muerte.
La eternidad..un himno tejido por los rayos en el corazón del hombre.
La vida derriba altos muros y la muerte los levanta de nuevo.
Nada es verdad sino la vida. Nada es verdad sino la muerte.
El tiempo es el carruaje que oímos pasar a medianoche.
Cuando el hombre se llama ayer, está coronado por una lápida. Así, no hay que construir piedras para los que han partido.
Memoria..esa puerta que el viento golpea sin cerrarla jamás.
Cada uno oye crecer el grano que ha sembrado.
Hay quienes preguntan tantas cosas al despertar!
Devuelve pues tu cabeza al mar y mírame desde allí.
Tú y yo, no más que la humedad y la piedra. Tú y yo, no más que el corazón de la noche en un vaso.
La Tierra está fría, como cuando el corazón está solo.
Debería seguirte más, esa gruesa noche tuya me lo impide y el glorioso himno que me has dejado es un canto indescifrable.
Ese buscar el origen que todos quisiéramos abrir para contemplar el fruto dormido y gustar el sabor imposible..
La luz que se pasea ahora por las grietas de mis manos es el cordero despertando al pastor dormido en la colina a la puesta de sol.
Podría reconocerme en el sonido que haces dentro de mí y lejos de mí, porque estuve dentro de ti y lejos de ti.
Tú esperabas mostrar esa faz y salvarte.
Hay un río en nosotros, un río que no va a ninguna parte.
La noche está hecha a medida, para que ni tú ni yo quepamos en ella.
Todo será como la noche y en su reino cultivo la estrella, en su vaso al silencio y al amor en un sueño.
Todavía hay una estrella abandonada en la noche.
Dile a la noche que desnude su arpa.
Dile a la mujer que vaga por mis venas sin detenerse que me hiera y me consuele.
Ninguna ciencia más profunda que la de pasar la mano por la frente de la noche.
Quiero cortarle las alas al temblor nocturno y atraerlo hacia los sueños.
Quiero una magia mayor, tatuada de signos, una magia de uso imposible, una magia semejante a la del corazón en sus momentos más desesperados.
Hay varias muertes: una de ellas puede volvernos de pronto hacia la parte oscura a la que da la mitad de nuestro cuerpo. La de adelante la vida, la de atrás la muerte. Es decir que un día el órden de las cosas cambia, nos volvemos súbitamente hacia el lado invisible y nuestra parte oscura entra a la claridad. No vemos esa claridad. Estamos muertos.
Oh señora de todos los acontecimientos, con olor a pesebre he muerto tantas veces por ti!!
Todo fue tocado por el rayo.
Tengo que ir al baile de los molinos y las lámparas.
El amor ha venido. Corazón Lámpara.
La engañé con la verdad que es lo único que engaña.
En el mar se cimbran lámpara llamándose en el ojo de la noche.
Será difícil descifrar lo que el sueño quiere decir con su golpe en la puerta.
Hay una memoria que se aleja vestida de escamas temblorosas.
...entre lo que permanece como estatua y dolor.
El corazón abre sus puertas y el mundo entra de visita y conversa con la sangre.
El alma no tiene color. El cielo tampoco.
De dónde sale la música del árbol más alto de la Tierra...?
El reino está solo y se han cerrado las puertas.
Yo el padre ciego conducido por el ruido de un ángel.
Tu sonrisa es el movimiento marino de las cosas, aún de las que no existen.
Sangre y ceguera y necesidad de abismo donde el ser perece.
Siempre, siempre a imagen y semejanza de la angustia.
Siempre, siempre a imagen y semejanza de la terrible imagen.
Siempre, siempre a imagen y semejanza de la vida, a semejanza de la muerte.
Hay una espada para la sed y una espada para el sueño.
La voz ciega, devoradora y eterna..¿Qué se le oye decir? ¿Qué puertas abre?
Es el hombre: Abramos los ojos, seamos su paso, su reflejo de ángel extraído de la muerte.
Oh! sombra terrestre que me haces nadar en un rayo o en una mano arrojada al abismo por los coros obscuros, veo tu lengua lejana como la puerta de un espejo por donde debió pasar un día el temblor.
Venid, temblor de aire caliente y mano iluminada a este clima de terror donde la noche de hierro sostiene su puerta entre lenguas de ceniza.
Venid que salgo de la sombra de las lámparas errantes.
Qué terrible y transparente sonido es nuestra sangre entre la voluntad y el peligro, entre el golpe y el paso secreto....
Por el descenso de los ángeles muertos y por la espada suspendida en mi boca.
Alguna vez en el hierro o en el césped, alguna vez en el agua o en la muerte nos oiremos latir.
Las visones tenían su nido tan lejos de mi frente, casi en la misma estrella angustiada, casi en la misma salida del mensaje terrible.
Fábula, fábula, la hermosa fábula del luto..!!
Con sólo respirar en la ceguera es caer.
En alguna parte la estrella y en alguna altura las llaves.
Cuánto tiempo ahí en el sonido, en la estatua, amada por el relámpago y la noche
Aquí están mis secretos, la lengua que hizo danzar al polvo en la furiosa danza del día y de la noche.
Yo te busco por arte de tinieblas al borde del vaso por donde las bocas viven la diabólica ebriedad de las reinas.
Bocas selladas por la bella araña de la muerte y abierta por los ángeles de la noche.
...en el viaje donde mi boca adormecía a las criaturas bebiéndoles el miedo.
Agua y tierra. Espacio en las manos errantes.
Los túneles crearon la encantada salida.
Oh maravillosa rueda de la noche, madre de mi frente.
Las piedras se movían en la Tierra de los Muertos.
Mirad las naves que naufragan en mis manos.
Nuestras artes sobrepasan la piedra y el abismo.
Estamos cerrados para el cántico, solos para la gracia.
Mágico resplandor, padre de los muertos.
Alguien que no quería morir arrancaba los lutos cada año.
Era como vivir a la sombra de las piedras.
¿Cuál es la sombra en donde tu boca luce el desgarrado imán de la noche?
¿Cómo saber lo que hacen de noche las campanas en las torres?
Todo será verdad, menos mi voz. Todo será verdad menos Eurídice. Ella es mi ruido; la sombra que hago al perecer.
Tu podrías oír. Tu podrías temblar delante de los velos con que se cubren las hijas terribles del abismo.
Y si todo recomienza, todo debe seguir.
Es sólo un instante, un instante profundo, un espejo que deja de vivir.
Mi corazón cortaba sus rosas en silencio y contaba uno a uno los truenos que vendrían a la hora de la muerte.
He tañido el laúd por los muertos.
Los mendigos creen reconocerte y les tiembla la mano.
Allí estás, arrodillada, casi felíz de orar sin esfuerzo.
Tu que estás inclinada hacia una noche de vidrio.
Tú, cuyas manos yo veía brillar para siempre, y cegar la boca que pudiera acercarse.
Tenías una lámpara en el corazón, yo lo sabía.
Querías guardar la imagen infeliz , tocar la eternidad abandonada
....seguían a un muerto distinto, aun muerto sin mortaja, que se iba con sus propios pasos al sepulcro.
Amas y eres condenada con el ruido más hondo, con la estrella más ciega.
Los años son la estatua del amor que brilla tras de ti.
Yo levanto en alto mi ciudad para ti.
Mi mano levantó el mar, mi cabeza la sombra.
....soy el polvo que sueña a espaldas de la noche.
Deja que respiren las piedras de los muertos.
La mirada del hombre. La mirada que no encuentra donde caer.
Los que andan debajo de la noche con una estrella ardiente. Los que habitan las paredes de mi casa.
El mar abre el pecho y conversa con peregrinos vestidos de espuma.
Yo sólo inventé el vacío para que pasaras.
Creció el corazón. Creció la sombra.
La caja de música que todos llevamos debajo de la lengua.
A nadie amaría más puesto que mis visiones vienen de ti.
Hijo mío, aquí esta el sol.
Abrir el corazón; he aquí un acto de magia.
Tú que todo lo deshaces para que todo sea cierto.
No vivas dos veces en el mismo espejo.
En tus ojos hay un violín para no ser olvidados del todo.
Reina enjaulada en su reino..
Blanco el ojo de las lámparas.
He venido a ser el vaso perdido.
¿Cómo no interrogar a la piedra levantada?
Una mirada con varios océanos.
Oh Tierra lejana en la que fui criado por pálidas serpientes..
Tal vez el camino que envejeció alejándose.

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