viernes, 28 de enero de 2011

PABLO NERUDA - Frases

Hay tanto que hacer entre la nieve y el mar!
Oh amor, oh rayo loco y amenaza purpúrea, me visitas y subes por tu fresca escalera al castillo que el tiempo coronó de neblinas, las pálidas paredes del corazón cerrado.
Al muro o a las piedras del mar van nuestras vidas.
Tú, con tu podadora levantando el perfume, subiendo mis locas escalas y escaleras.
Oh radiante magnolia desatada en la espuma.
Por el mar crepitante volvemos como dos aves ciegas al muro.
Oh nombre descubierto bajo una enredadera como la puerta de un túnel desconocido.
Eres el pan que la luna flagrante elabora paseando su harina por el cielo.
Amar es un combate de relámpagos.
Tus ojos vuelan y dan luz a las cosas.
Cuando te extravíes en tus propios cabellos, no te olvides de mi.
Gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo el apretado aroma que nació de la tierra.
Toda la luz cae sobre tu cuerpo como en una pequeña vasija interminable.
Fundaremos un reino que resista la eternidad de un beso victorioso.
Ya no sirve la tierra a los errantes.
Tu recibes de pronto el ramo o el relámpago de unas flores azules y la insólita flecha de un aroma salvaje.
Yo no vendí sino mis manos al dolor.
Cierra las puertas con tu cabellera.
Te supuse al pasar levantando una copa.
Ven a escuchar los rezos del agua constelada.
De todos los dones sólo escogí tu corazón salvaje.
Tu voz esparce altísimas espadas y luego me escolta hacia el cielo.
Cuando elevé mis ojos a tu nombre, tu corazón dispuso mi camino.
Allí quedaron secretamente enredados mis ojos en su torre total: tu cabellera.
Una por una caen al silencio las cosas.
Reuniste las vidas del mar con las del fuego.
Sólo tu mirada para tanto vacío.
Es una casa tan grande la ausencia que entrarás en ella a través de los muros y colgarás los cuadros en el aire.
Llegan enmascarados arrastrando doncellas atravesadas por grandes cuchillos
Y como ola de mar su voz aumenta aullando llanto y manos de cadáver
Yo estoy de pie en su espuma y sus raíces. Y lloro en su follaje y en sus muertos.
Con la mitad de alma en el mar y la mitad de alma en la tierra y con las dos mitades miro al mundo
Tú estás de pie sobre la tierra, llena de dientes y relámpagos
¿A quién pedir piedad por un grano de trigo?
Hay sombras allí para que continúe el diente en la mandíbula y un labio frente a otro,
y para que tu boca pueda hablar sin morirse, y para que tu sangre no se derrumbe en vano
Se trata de una súbita estación que puebla ciertos huesos, ciertas manos, ciertos trajes marinos.
Es la profunda noche, la cabeza sin venas de donde cae la noche como de una botella rota por un relámpago
Todo llega a la tinta de la muerte
En el silencio crece el viento con su hoja única y su flor golpeada, y la arena que tiene sólo
tacto y silencio....
....como un relincho en medio de la espuma y la sangre
El mar reparte el sonido del corazón
Si existieras de pronto en una costa lúgubre, rodeada por el día muerto, frente a la nueva noche llena de olas, y soplaras en mi corazón de miedo frío, soplaras en la sangre sola de mi corazón, sonarían sus negras sílabas de sangre, crecerían sus incesantes aguas rojas, y sonaría, sonaría a sombras, sonaría como la muerte, llamaría como por un tubo lleno de viento, o una botella echando espanto a borbotones
Yo veo a veces, sólo a veces, ataúdes a vela subiendo el río vertical de los muertos con las velas hinchadas por el sonido de la muerte, hinchadas por el sonido silencioso de la muerte
La muerte lame el suelo buscando difuntos, es la lengua de la muerte buscando muertos, es la aguja de la muerte buscando hilo
Como un relincho en medio de la espuma y la sangre

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