El peso entero de
los sueños entre la espada del paisaje y el ladrillo caliente de los
sueños
Canta viejo rehén
de la colina.
Sé piadoso con el
otro límite de tu fragilidad.
Adorada mía,
tapizada de rayos con tu colina bajando todas las aguas de la locura.
Alguien tiene que
depender del canto.
Piel de fantasma
atormentado.
Ella es como el
cautiverio de una gran perla con gran pánico.
Con cierto hedor
lejano de radiante lepra.
Mujer enorme donde
se aspiran la criatura y el diamante.
Un caballero
blanco en sus anillos y en sus ojos.
Tienes que
corromperme con tu gracia.
Acostúmbrame que
quiero viajar siempre con el origen del amor en mi pecho.
El puro deseo
entre la niebla.
Ofréceme en tu
pecho un bello hilo de fuego para grabar mi historia sagrada.
Un santo salido de
un pantano.
El patio de la
suerte.
El rayo timonea el
Universo (Heráclito)
Trampa, trampa, te
pido mi cabeza.
Esplendor de los
cabellos y boca sangrienta.
Una estación
pequeña.
Tú, entre las
pócimas y los filtros.
Está llorando un
pobre niño.
Perros de ceniza.
Mendigos de labios
de oro.
Nosotros tenemos
nuestros nidos en el corazón de la esmeralda.
El abismo es una
boca de loco que nos inunda con su aliento.
Su arpegio real de
inocencia e incendio.
Las cosas tienen
un carnero mulato que las araña y las transforma.
La salvación y el
infinito.
La nieve es roja
en las noches de julio
Oh bruja absoluta
llorando en el claro de un bosque.
Es un río dorado y
oscuro.
666 el número del
cerdo.
El ocio encoleriza
y purifica.
Ten piedad de los
ojos que escupen.
El viaje es
tiernamente bello en los ojos del lobo.
Los fuegos de la
hechizada triste.
Esa jaula de
gritos.
Un ardor de joya y
sangre.
Los cisnes del
negro vapor nocturno de la herida del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario